Policiales

La mujer acusada de vender droga en la Villa Gascón continuará detenida

A pesar de que la fiscal María Florencia Salas había dispuesto la liberación de Nadia Miño en el marco del intento de homicidio del policía Ian Joaquín Ruiz (20), seguirá presa por el delito de comercialización de estupefacientes. Quedó alojada en la Unidad Penal Nº 50 de Batán.

La mujer de 37 años acusada de vender droga en la Villa Gascón continuará detenida en la Unidad Penal Nº 50 de Batán.

A pesar de que la fiscal María Florencia Salas había dispuesto la liberación de Nadia Belén Miño en el marco del intento de homicidio del policía Ian Joaquín Ruiz (20), seguirá presa por el delito de comercialización de estupefacientes. En tanto, por el ataque contra el uniformado también permanece imputada como “partícipe secundaria”.

Según pudo saber LA CAPITAL, la sospechosa se negó a declarar la semana pasada en compañía de su abogado Lucas Tornini, en el marco de la causa judicial que le inició la fiscal de Estupefacientes, Daniela Ledesma. En cuanto a la pesquisa que lleva adelante Salas, compareció ante la investigadora y dio una versión exculpatoria. También dejó entrever que el autor del disparo había sido alguien de su entorno pero que de ningún modo había respondido a una orden suya, como había trascendido antes.

Vale recordar que por el ataque contra Ruiz fue incriminado y detenido el domingo a la madrugada Ramiro Parodis (18), quien es familiar de Miño. Por otra parte, la mujer permanece acusada de infringir la ley 23.737 por la presunta explotación de un “point” de drogas en Coronel Suárez al 2600.

La investigación que lleva a cabo la fiscal Ledesma había comenzado en octubre, con el descubrimiento del sitio luego de que al menos tres presuntos compradores de narcóticos fueran interceptados en sus inmediaciones. En el marco de dichas averiguaciones fue que Ruiz y otro compañero de civil seguían el jueves al mediodía a Miño, en la previa de un operativo previsto en el sitio en cuestión.

En ese contexto, en Termas de Río Hondo y Rawson, y a solo 130 metros del “point”, varios jóvenes interceptaron a los efectivos y abrieron fuego contra ellos. Producto de la balacera, un proyectil impactó en la cabeza de Ruiz, quien cayó desplomado. Una vez en el piso los agresores lo patearon y le robaron su arma reglamentaria.

La mujer fue detenida después al allanarse una propiedad de Armenia al 2500 y también se le impuso una acusación de “partícipe necesaria de la tentativa de homicidio”. Esta incriminación obedeció a una maniobra que poco antes del ataque la mujer realizó a bordo de su camioneta marca Volkswagen Amarok en donde también iba su hija: había hablado en un semáforo con un motocicleta que luego se adelantó y fugó. En un comienzo, se sospechó que ese encuentro había sido el alerta de su seguimiento que apuró la orden de la defensa por parte de sus “soldaditos”.

Sin embargo, con el paso de las horas esa hipótesis perdió peso y se estableció que, si bien el ataque contra Ruiz se derivó del seguimiento, habría sido más bien a una acción independiente del tirador. Para la fiscal Salas y la policía, el autor fue Parodis, quien quedó detenido el domingo a la madrugada en la plaza Mariano Moreno -ubicada en Colón y Marconi-, donde se encontró con su exnovia.

Con fiebre pero estable

El parte médico que difundieron las autoridades del Hospital Privado de Comunidad (HPC) este miércoles indicó que Ruiz, internado allí desde el jueves, permanece estable, aunque con algo de fiebre, algo normal en estas circunstancias.

Vale recordar que el policía de 20 años fue operado dos veces y no se logró extraer el proyectil que lo hirió, pero sí se le realizó un cateterismo que descomprimió la presión craneal. Una de la intervenciones quirúrgicas tuvo lugar en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) al que arribó de urgencia después del ataque, y la otra en el HPC, nosocomio al que lo derivaron más tarde.

Luego de ambas, trascendió que no había sufrido daños neurológicos debido a que, a pesar de haber recibido un balazo en la cabeza, el proyectil era de bajo calibre y el impacto se atenuó por el uso del casco que llevaba puesto mientras circulaba a bordo de la motocicleta.

El sábado el joven pudo respirar por sus propios medios y abrió los ojos. Ahora, los médicos aguardan por la evolución de su cuadro de salud para realizarle una traqueotomía y disponer el avance del tratamiento. “Mi hijo está bien y va a estar cada vez mejor”, dijo Yésica, la madre, en diálogo con este medio.

El joven policía cumplió 20 años el 30 de julio pasado.

 

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