La Ciudad

La pelea por el voto de la clase media vuelve a ser primordial

El oficialismo local se hace fuerte en los circuitos electorales del centro, pero el Frente de Todos no renuncia a captarlos. El Concejo empieza a ser un reflejo de las estrategias electorales. Fin para un convenio que fracasó.   

 

Por Ramiro Melucci

“Estamos a favor de todo tipo de emprendimiento que genere empleo genuino, de calidad y regulado en nuestra ciudad. Creemos fervientemente en que el Estado debe generar las condiciones para que los privados inviertan y de esa manera se genere empleo”. Las palabras bien podrían haber sido pronunciadas por el candidato del oficialismo local, Fernando Muro, en una de las asiduas visitas a emprendimientos productivos que realiza junto al intendente Guillermo Montenegro. Pero son un extracto del discurso que dio el concejal Ariel Ciano, segundo candidato del Frente de Todos, cuando el lunes pasado la comisión de Legislación del Concejo Deliberante consideró el proyecto del gobierno municipal para promocionar la elaboración y comercialización de bebidas espirituosas artesanales.

Al edil lo escuchaban productores de gin interesados en que no haya trabas para sus incipientes empresas. “Siempre nos van a encontrar de su lado. Hay que apoyar a quienes invierten en la ciudad”, les dijo Ciano. Venía de reunirse en Buenos Aires con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. Unos días después de esa charla destacaría la actualización del piso del Impuesto a las Ganancias, el alivio fiscal para monotributistas y la recategorización de Mar del Plata como “zona fría” para la tarifa del gas. Exhibió así parte de la estrategia que el Frente de Todos llevará adelante para encarar un desafío capital en las elecciones legislativas: disputarle al oficialismo el voto de la clase media.

La tarea semeja una carrera con obstáculos. Ese voto, a simple vista, parece propiedad de Montenegro. En 2019, Fernanda Raverta ganó en 12 de los 15 circuitos electorales del distrito, pero perdió por amplio margen en los del centro, lo que terminó por inclinar la elección. Sectores comerciales como Güemes y Alem, el microcentro, La Perla y barrios linderos a la avenida Constitución en la zona aledaña a la costa dieron su veredicto a favor del entonces candidato de Juntos por el Cambio.

A reforzar ese núcleo de votantes apuntó la primera visita de Diego Santilli como candidato a diputado. San Juan, Güemes y el Parque Primavesi formaron parte de la visita guiada que hizo el viernes junto al intendente, Elisa Carrió y candidatos locales y seccionales.

 

Diego Santilli, Elisa Carrió y Guillermo Montenegro, en la recorrida del viernes por centros comerciales.

 

Durante la pandemia, el oficialismo doméstico tendió a ratificar ese electorado con el discurso a favor de las reaperturas, la decisión de permitir el trabajo de los establecimientos gastronómicos más allá de la dura letra del sistema de fases y la sonora crítica a la suspensión de las clases presenciales. En cambio, el Frente de Todos tuvo dificultades para compatibilizar el deseo de congraciarse con esos sectores sin desairar las restricciones provinciales para evitar la propagación del Covid.

Mientras espoleaba programas nacionales y provinciales que procuraron atemperar la crisis –como el ATP, el Repro y el fondo para el turismo y la cultura–, el kirchnerismo propuso la baja de tasas de los sectores más comprometidos, que derivaron en planes de regularización rubricados por el intendente. Gestos en medio de la tempestad.

La elección de Virginia Sívori como primera candidata surge como una señal en el mismo sentido. Redactora y coautora de aquellos proyectos, el perfil de la economista deviene amigable para los sectores medios.  

Que la suya sea la única lista que queda en pie en el Frente de Todos no constituye una novedad en el ambiente. El director del Correo Argentino en Mar del Plata, Rodolfo “Manino” Iriart, anunció lo que toda la dirigencia política, incluido él mismo, ya conocían desde la semana anterior: que no podrá presentarse en las PASO. Lo hizo con un mensaje más moderado de los que se acostumbran en estos casos y aclaraciones de que no habrá que esperar verlo caminar por otras veredas.

Como si se tratara de una última estocada al “albertismo” por fuera de su órbita, Raverta subió a sus redes sociales una foto con el presidente Alberto Fernández, con el que se reunió para conversar sobre el plan de reconocimiento de aportes a las tareas de cuidado.

En el Concejo, su bloque mentó una “ola de delitos violentos” para pedir la declaración de la emergencia en seguridad. Los argumentos del proyecto aludieron a “la ausencia de soluciones de parte del gobierno de Montenegro”, del que recordaron sus promesas de campaña.

La mirada se vuelve sesgada por más de un motivo. En primer lugar porque lo que se evidencia, en rigor, es un incremento de la violencia social. A ese factor debe atribuirse la escalada de homicidios del último mes. Y en segundo término porque no parece razonable responsabilizar únicamente al intendente cuando ni la policía ni la Justicia están bajo su órbita. 

El Frente de Todos local se maneja con cierta soltura en materia de seguridad. Alineado con la visión de Sabina Frederic, no le preocupa que alguna esquirla de su arremetida caiga cerca del ministro provincial, Sergio Berni, autor de los cambios en la Policía Departamental que en su momento motivaron elogios de Montenegro y hasta de “Manino” Iriart. Nada es casual.

 

Al Frente de Todos no le preocupa que alguna esquirla de su arremetida por la seguridad caiga cerca de Sergio Berni. Está alineado con la ministra nacional, Sabina Frederic.  

 

Mientras esas internas del campamento kirchnerista nunca dejan de advertirse, el oficialismo convive con sus propios fantasmas. Los dos ex presidentes del bloque más afín al intendente, Alejandro Carrancio y Nicolás Lauría, acaban de redactar la carta de presentación de la bancada que comparten. Es un pedido de informes en el que siembran dudas sobre la licitación para contratar los exámenes psicofísicos del trámite de las licencias de conducir. De entrada ponen distancia con el gobierno municipal.

Más sombras se habían proyectado desde el Concejo sobre el convenio de las fotomultas. Hacía un año y medio que el cuerpo venía apuntando irregularidades y que no tenía respuestas concretas del Ejecutivo. Empezó con reclamos del Frente de Todos y terminó con insistencias del bloque radical para que se rescindiera el acuerdo con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) regional La Plata.

La última semana el camino pareció quedar allanado con una denuncia televisiva referenciada en otros distritos. La radical Cristina Coria aprovechó para hacer un repaso de todas las advertencias legislativas y Montenegro rubricó el decreto. Dio por finalizado, “por exclusiva culpa de la UTN”, un vínculo que a todas luces fracasó. Y que abre un amplio interrogante: el de cómo continuará de ahora en más la política municipal de seguridad vial.

 

 

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