La Ciudad

La recaudación de TSU estuvo $ 120 millones por debajo de lo previsto

Lo señaló el secretario de Hacienda, Germán Blanco, al exponer sobre la rendición de cuentas 2022 en el Concejo Deliberante. Aseguró que aumentaron los ingresos por coparticipación, pero que hubo menos transferencias de capital que las esperadas.

 

Para tener una noción de los números municipales que dio este miércoles el secretario de Economía y Hacienda, Germán Blanco, en el Concejo Deliberante, conviene imaginar una flecha para arriba y otra para abajo. Al defender las rendiciones de cuentas de 2022 en la Comisión de Hacienda, el funcionario de Guillermo Montenegro dijo que, en comparación con lo previsto en el presupuesto, aumentó lo recaudado por la Tasa de Seguridad e Higiene, pero disminuyó la de Servicios Urbanos (TSU); hubo más ingresos coparticipables, pero menos transferencias de capital para financiar trabajos públicos.

De ese balance, que incluyó varias cifras más, se deprende que el municipio recaudó el año pasado “casi $ 120 millones por debajo de lo previsto” por la principal tasa que abonan los vecinos: la de Servicios Urbanos. “Habíamos estimado que el porcentaje de recaudación iba a ser el 64% de lo emitido durante el ejercicio, pero terminó siendo más cercano al 61%”, diferenció Blanco ante los concejales de los distintos bloques.

Desde un principio, el secretario se encargó de remarcar que a las rendiciones de cuentas había que analizarlas sin perder de vista que el presupuesto 2022 fue confeccionado con una pauta inflacionaria del Gobierno nacional del 33%, pero terminó siendo de casi el 95%. “La inflación promedio fue del 72% durante 2022”, aclaró Blanco.

Mencionó además que, en ese contexto, Montenegro pidió “que las cuentas municipales estén ordenadas”. “Eso requiere o exige que mantengamos continuamente un cuidado y procuremos la eficiencia en cada una de las decisiones que se toman respecto de los recursos y los gastos del municipio”, tradujo Blanco.

En 2022, la administración central y los entes descentralizados del municipio recaudaron en total $ 38.953 millones y gastaron $ 39.118. Pero hubo superávit porque en 2021 habían quedado disponibles $ 2000 millones. “El exceso de gastos devengados respecto de los ingresos está por debajo de la disponibilidades que tenía el municipio al cierre del ejercicio 2021”, explicó el secretario.

Blanco defendió los fondos comunes de inversión y los plazos fijos como instrumentos para proteger los fondos municipales ante la escalada inflacionaria. Especificó que por estas colocaciones al municipio ingresaron $ 640 millones más que lo previsto en el presupuesto.

Si se toman en cuenta todas las tasas, derechos y multas que cobra el municipio, el resultado estuvo cerca de $ 2500 millones por encima de lo calculado. Sobre todo porque, a partir de la inflación, la Tasa de Seguridad e Higiene, que pagan los comercios e industrias sobre la base de lo que recaudan, generó ingresos por un 84% más que en 2021. Si la inflación promedio se ubicó en 72%, incluso hubo un crecimiento real de 12 puntos.

Las transferencias por los regímenes coparticipables de la Provincia estuvieron “casi $ 3000 millones” por arriba de los pautado. De todos modos, lo recibido en forma directa para financiar trabajos públicos fue de “casi $ 2250 millones menos”. Ese monto, especificó Blanco, se compone de $ 330 millones de la Provincia y $ 1900 millones de la Nación.

En cambio, las transferencias corrientes estuvieron $ 150 millones por encima de lo presupuestado. Es que, mientras la Provincia otorgó fondos por $ 450 millones para las escuelas municipales, el municipio no percibió “cerca de $ 340 millones” del convenio del sistema educativo por parte de Nación.

El secretario de Hacienda puntualizó además que, para hacer frente a los gastos de personal, la Municipalidad debió desembolsar “casi 3850 millones” más de los que se habían contemplado en el presupuesto. “Los acuerdos paritarios –explicó– reflejaron la dinámica inflacionaria”.

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