El Concejo Deliberante, mediante la resolución N° 4.258 aprobó en la sesión del 24 de mayo del 2018 la rendición de cuentas correspondiente al ejercicio 2017 y compensó y convalidó excesos a través de la Ordenanza N°18.035, sancionada en la misma fecha.

Dicha rendición es la que generó observaciones por incumplimiento, formulación de cargos y multas.

Entre los números que sobresalen de dicha rendición de cuentas cabe remarcar que la Municipalidad de General Pueyrredon cerró el ejercicio 2017 con recursos estimados en 6.529.100.451,85.

Del ejercicio anterior, el 2016, se transfirieron saldos por $183.542.444,73, con los cuales la renta disponible ascendió a 5.989.114.635,96 en 2017.

Por otro lado, en 2017 la gestión de Carlos Arroyo gastó $5.964.931.793,71 con imputación al presupuesto, entre fondos municipales, provinciales y nacionales.

Pero además, extrapresupuestariamente realizó pagos por $245.003.328,86 con cargo a cuentas de terceros y $50.455.882,65 con cargo a otros ajustes.

Asimismo, la deuda consolidada al cierre del ejercicio 2017 fue de $149.200.786,69 y la deuda flotante ascendió a $655.023.652,32. Para entonces, el activo corriente fue de $2.089.738.353,84; el activo no corriente de $389.190.998,40; el pasivo corriente llegó a $732.758.387,39 y el pasivo no corriente a $131.365.628,03.

Un número clave que el Tribunal de Cuentas hizo público es el que indica el valor total del Patrimonio de la Municipalidad de General Pueyrredon, por ende del erario público de las ciudades de Mar del Plata y Batán, que asciende a $1.614.805.336,82 entre el capital fiscal, el resultado de ejercicios anteriores, el saldo del ejercicio 2017 y la construcción de bienes de dominio.