El Centro de Referencia Mar del Plata del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación está hace más de dos semanas ocupado por manifestantes del Polo Obrero que, en el marco de un reclamo pacífico por la llegada de mercadería y aumento de programas sociales, decidieron apostarse el pasado 28 de agosto en la dependencia local a la espera de respuestas.

Sin embargo, la falta de diálogo con las autoridades de la cartera en la ciudad, sumado a las negociaciones que los diferentes sectores sociales mantienen por estas horas a nivel nacional, han alargado el arribo de soluciones para las decenas de familias que se encuentran pasando sus horas en parte de las instalaciones de las oficinas ubicadas en el Espacio Unzué.

“Estamos hace ya 16 días y no ha venido nadie a hablar con nosotros e intentar darnos una respuesta”, señaló a LA CAPITAL, Pablo Barragán, referente del espacio, quien también manifestó su apoyo a quienes acampan desde este miércoles frente al Municipio. “Somos parte del mismo reclamo. Nosotros no estamos haciendo otro tipo de protesta, estamos exigiendo lo mismo”, señaló el dirigente, al tiempo que garantizó el “repudio al accionar represivo” que sufrieron los manifestantes de las movilizaciones que tuvieron lugar en Buenos Aires.

Es que el Polo Obrero Mar del Plata, si bien inició las protestas días antes que otras organizaciones en el resto del país y la ciudad, se encuentra exigiendo la mismas políticas que aquellos en el Palacio comunal: una suba del monto del Salarios Mínimo Complementario y el programa Hacemos Futuro, que actualmente es $7.500 por mes, y un aumento de la mercadería que reciben las familias de sectores más vulnerables.

En cuanto al desarrollo de la protesta, Barragán aseguró que la misma transcurre con “normalidad”, pese a que la delegada del área, Florencia Ranelucci, haya asegurado haber iniciado acciones legales por la ocupación a la que catalogó de “violenta”.

“Nos enteramos por los medios que Ranelucci había dado intervención a la Justicia, pero hasta el momento no hemos recibido notificación alguna”, aseguró el dirigente, al tiempo que destacó que la ocupación es “pacífica” y que “no interfiere con los lugares de trabajo de los empleados”. “Nosotros estamos instalados en el hall de entrada y en uno de los pasillos. Las oficinas están cerradas y no pensamos ingresar ahí”, señaló.

La aclaración de Barragán responde a los cuestionamientos vertidos por Ranelucci, quien había señalado que por la protesta que se desarrollaba en el lugar, la dependencia no podía funcionar y los trámites estaban trabados. Los dichos también fueron contradecidos por parte de los trabajadores del lugar, quienes a través de un comunicado, manifestaron su apoyo a los manifestantes y denunciaron que “no tiene respuesta para más 40 casos de solicitudes de medicamentos de alto costo” y “para más de 900 casos de ayudas sociales de fecha anterior a agosto de 2018, agregando que desde es fecha los trabajadores no podamos tomar ni registrar nuevas demandas”.