CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Opinión 31 de enero de 2018

La Universidad Nacional de Mar del Plata acordó con China importantes iniciativas

Por Ricardo Rivas (*)

El rectorado de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

El crecimiento y la influencia de China en el escenario global es casi indiscutible. Se mire desde la plataforma que el analista prefiera –a partir de las reformas que se iniciaron cuatro décadas atrás- el que alguna vez fuera señalado como el Imperio del Centro, es una presencia global activa y en desarrollo.

Aquella civilización, que comenzara su larga marcha civilizatoria hasta la actualidad a orillas del Río Amarillo, desde el 4 de octubre de 1949, se fijó como objetivo inexcusable ser influyente más allá de sus fronteras.

Recientemente, el presidente Xi Jinping, a partir de la lógica de lo que en aquel país ya no tan remoto denominan como “el socialismo con peculiaridades chinas”, propone a la comunidad internacional una “nueva Ruta de la Seda” con el que también prioriza el diálogo Sur – Sur y que, en el plano de las realidades, de lo concreto, apunta a profundizar en la relación con América Latina y la CELAC.

El propio mandatario, al igual que su canciller Wang Yi, señalan en múltiples escenarios, que en 2018 “China promoverá más la construcción de la Franja y la Ruta (The Strip and The Route)” para “implementar los consensos alcanzados para la cooperación internacional”, definidos en Beijing al año pasado.

En el transcurso de enero, Wang ratificó en Chile y Uruguay que “China profundizará su red de asociación global” en los tiempos que corren porque “está comprometida para construir un marco de gran país caracterizado por la estabilidad y el desarrollo equilibrado” con el objetivo preciso de “tener un papel constructivo para resolver asuntos problemáticos regionales y promover la solución de disputas y conflictos a través del diálogo y de las consultas”.

En ese contexto de contraste marcado con las emergencias de renovados ímpetus nacionalistas y de confrontación que a voz en cuello expresan otros líderes globales, Xi Jinping sorprende con definiciones tajantes en favor de la eliminación de toda traba comercial y en la consolidación institucional global de la Organización Mundial de comercio (OMC).

“Seguir con el proteccionismo es como encerrarse en una habitación oscura”, sentenció el mandatario meses atrás en Davos y remató: “Es cierto que se evita el viento y la lluvia pero también la luz y el aire”.

Cuarenta años atrás, Deng Xiaoping, otro líder chino, el iniciador de las reformas económicas y la apertura del Gigante Asiático que desde entonces no se detuvieron, también sorprendió con una definición que, en alguna forma, marcó el camino que se iniciaba entonces: “No importa si el gato es blanco o es negro. Importa que cace ratones”.

Sin embargo, la mayor dificultad para que pueblos con orígenes y culturas tan disímiles se comprendan y que avancen en un relacionamiento productivo, es el desconocimiento mutuo.

Según un reporte de la agencia de noticias Xinhua, horas atrás, el embajador de China en la Argentina, Yang Wanming, el viceministro de la Administración Estatal de Prensa, Publicación, Radio, Cine y Televisión de ese país, Zhou Huilin y, el presidente del Zhejiang Publishing United Group (Grupo Editorial Unido de Zhejiang), Wang Zhong Yi, avanzaron en dirección a despejar los obstáculos que se interponen en sendero de la bilateralidad a partir de la incompletud del conocimiento que separa a China de Iberoamérica en general y de la Argentina en particular.

En el momento de anunciar “el establecimiento en Buenos Aires de un centro de desarrollo cultural chino y la instalación de una librería de la red Bookuu (Nuevo Continente)” que opera en red con locales en varias ciudades entre las que se encuentra Sidney, en Australia y, en Nueva York, Estados Unidos, rubricaron dos convenios de cooperación con la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).

El rector de esa institución educativa, Alfredo Lazzeretti, expresó en el momento de la firma que esos “dos acuerdos de cooperación permitirán desarrollar en forma conjunta una iniciativa editorial para publicar en ambos idiomas las producciones académicas y científicas que realiza nuestra universidad y las que realiza el Grupo Editorial Unidos de Zhejian de los académicos chinos”.

Destacó que la primera realización de la Editorial Universitaria de Mar del Plata (EUDEM), en el contexto señalado, será la publicación en español de la “Recopilación de escritos del Presidente XI”, que será distribuido en la Argentina y América Latina.

Anunció además que Mar del Plata se “desarrollará un centro cultural, con la construcción de un café multiespacio en el que las culturas china y argentina serán el centro de todas las actividades”.

“Es fundamental la cooperación editorial y académica –remarcó Lazzeretti- porque no podemos dejar que la relación bilateral quede sólo en el comercio, tenemos que aprovechar y potenciar el conocimiento, la comprensión de la cultura, de la religión, de las tradiciones de cada una de las naciones” para “aportar humildemente a fraternidad de los pueblos, a la paz mundial y a la construcción de una sociedad global armoniosa, justa y más igualitaria”.

En diálogo personal con el embajador Yang, el diplomático reveló que “acepté la invitación del rector Lazzeretti, en una fecha que fijaremos oportunamente, para que visite Mar del Plata, esa hermosa ciudad que conocí en 1994 y recuerdo con emoción por su inmensa belleza”.

(*) Periodista. Vicepresidente de la Unión Sudamericana de Corresponsales (UNAC). Miembro del Instituto de Periodismo Preventivo y Análisis Internacional de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)