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Arte y Espectáculos 27 de febrero de 2018

“La vida amorosa y la política están reflejadas genialmente en las letras de Manzi”

Es uno de los autores de "Manzi, la vida en orsai", que sube a escena en la sala Payó del Auditorium, con un elenco de actores, actrices y cantantes marplatenses dirigidos por Graciela Spinelli. Carey cuenta cómo nació esta obra, que cuenta los dilemas de un poeta que atravesó la historia del tango.

Escena de Manzi, la vida en orsai.

“Manzi, la vida en orsai es la continuación lógica de una saga musical construida alrededor de poetas nacionales y populares, uno de los cuales es Discepolín”, dijo Bernardo Carey, dramaturgo y uno de los autores de esta obra que mañana miércoles se podrá ver en la sala Payró del Auditorium. A partir de marzo, se la podrá ver los sábados en la misma sala.

Con dirección de la marplatense Graciela Spinelli y un elenco de cantantes marplatenses liderados por Alcira Davín y Darío Landi, la obra también cuenta con la autoría de Betty Gambartes y Diego Vila. El elenco se completa con Carlos Vega y Sebastián Mejías, la escenografía e iluminación es de Sandra Othar, el vestuario está a cargo de Spinelli y Othar y dirección musical de Hugo Hoffmann.

Homero Manzi es considerado un poeta que, a fuerza de describir la esencia del ser argentino, imprime idiosincrasia e identidad nacional en canciones como “Sur”, “Barrio de tango”, “Luna y misterio”, “Ninguna”, “Che Bandoneón” y tantas otras. Es sobre éste mundo poético de Manzi donde la obra busca describir al hombre y su época. Su relación con la cantante Nelly Omar, un amor prohibido, oculto, torturado. Su amigo y hermano Aníbal Troilo, sus comienzos con Cátulo Castillo. Ellos conforman ese pasado del tango que hoy identifica al país en el mundo.
“Gambartes, Vila y yo habíamos trabajado juntos en un proyecto musical previo que estaba en la misma onda y que fue Discepolín y yo, que se estrenó en el Teatro Presidente Alvear de Buenos Aires. El trío había sido armado a instancias del actor y director Julio Ordano, un amigo común”, narró Carey a LA CAPITAL.

Y señaló que “Manzi, la vida en orsai” sigue el camino trazado por Discepolín, ya que ambos compositores obtienen “a través del tango una relación íntima, amorosa, con su pueblo”.

-¿Cuánta investigación tuvo que realizar a esta obra de Manzi?

-Hubo dos aspectos de lo biográfico. La relación, digamos privada, amorosa, de Manzi y sus dos mujeres y la relación pública, política, con la sociedad y la época que le toca vivir. Ambas, la vida amorosa y la política, están reflejadas genialmente en sus letras de tango por lo que se produce en el musical una apoyatura típica del hombre de acción: no hay diferencia entre lo que dice y lo que hace.

-¿Por qué Manzi?

-Tanto Discepolín como Manzi escribieron “letras para los hombres”, incluso se ufanaban con esa actitud, con la que hacían una brutal diferencia con la poesía en boga en los circuitos literarios, por ejemplo con la de Borges, con quien Manzi había compartido aventuras juveniles tanto en la política criolla como en la vanguardia literaria.

-¿Qué particularidad tiene “Manzi, la vida en orsai”?

-La cuidadosa, culta construcción literaria absorbida natural y emocionalmente por nuestro hombre común es casi paradojal. Creo que esta simbiosis es deseada pero poco alcanzada, por todo artista verdadero.

-¿Como miembro de Argentores ¿qué desafíos emprende la entidad hoy?

-El mismo que en 1910, cuando Argentores fue creado, pero en distinto género. Si a principios del siglo pasado había que enfrentar al empresario teatral que hoy es nuestro socio y amigo, a partir del 2010 debemos enfrentar de la misma forma al empresario de TV o de las nuevas tecnologías que se apropian de nuestro derecho.



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