Lali: “Lejos de amedrentarme, lograron lo contrario, esa es la potencia del arte”
Lanzó "No vayas a atender cuando el demonio llama" y lo presentará en Mar del Plata el próximo 21 de junio. En charla con LA CAPITAL, analizó qué le dejó la pelea con el presidente Javier Milei, contó cómo gestó este material y habló de su nueva faceta rockera. "Pensé que la coyuntura y que mi propio momento artístico invitaban a hacer un disco lo más identitario posible", dijo.

"No me siento menos feminista porque me pongo un body sexy en el escenario. La verdad, al revés", dijo Lali.
Por Paola Galano
Vive, acaso, uno de sus grandes momentos: una confluencia de hechos la tienen en el centro de la escena; por eso, la pasión. Lali habla y todo el cuerpo es el que expresa. Mueve y mueve las manos para acentuar aquello que dice y hasta una conversación por Zoom capta su energía arrolladora.
Primero, el disco. Acaba de publicar su sexto álbum de estudio: “No vayas a atender cuando el demonio llama”. Se trata de un disco rockero, en el que la cantante de 33 años se planta madura, marca sus límites y expone su manera de vivir.
Segundo, los recitales. Lali abrió la gira presentación de este disco que la traerá a Mar del Plata el próximo 21 de junio. Cantará en el estadio Polideportivo “Islas Malvinas”. Y ya anunció una cuarta fecha para el estadio de Vélez, que sucederá el 7 de septiembre.
“Yo me siento bárbara con mi body y me siento bárbara con lo que digo, defiendo y trato de aprender todos los días y ser la mejor feminista que puedo”

Junto al cantante Dillom, quien participa en su nuevo disco.
Tercero, el amor. Con su novio, el conductor Pedro Rosemblat no deja de protagonizar una de las historias de amor más potentes, divertidas y mediáticas.
Cuarto, el enfrentamiento con el presidente de la Nación, Javier Milei. Su embanderamiento con la militancia feminista y con los derechos de las minorías sexuales la convirtieron en el blanco de la furia oficial y libertaria.
“Hay cosas que sí busqué y otras que no”, expresó Lali, en una entrevista con LA CAPITAL. “Al amor no lo busqué, fue algo que apareció, apareció en Pedro, porque amor tenía y amor tenía diverso, pero esa sensación de estar tan enamorada de alguien y armar un vínculo así, una pareja, no lo experimentaba hacía un tiempo. Fue muy potente cuando eso se dio”, reconoció.
Lo que sí deseó fue el sonido rockero con el que dotó a su nuevo material. “Es el disco que quise hacer, al que le dediqué todo el año y medio, los dos años últimos, a su desarrollo, y tenía muchas ganas de hacer. Pensé que la coyuntura y que mi propio momento artístico invitaban a hacer un disco lo más identitario posible, donde esté todo eso que siento que me forjó de la música argentina, del lugar donde crecí”.
En cuando a las letras, no quiso quitar “un montón de cosas que tienen que ver con esa vida de mujer argentina, criada, nacida y con las experiencias vividas en este país”, agregó.
“Hay canciones como ‘Fanático’ que claramente están y que me cambiaron artísticamente”, comentó.
-¿Te fortaleció la pelea que tuviste con el presidente Milei? ¿Qué análisis hacés ahora que pasaron unos meses?
-No sé si me fortaleció. Creo que hice algo con eso, que al final es lo que está piola. Creo que sí potenció mi arte, porque cuando iba al estudio a escribir este álbum tenía todo eso adentro. Y quería reírme de eso, ironizarlo, putear. Y bueno, si no me hubiera pasado eso, hubiera hecho diferente lo que hice. Y me gusta cómo quedó. Creo que al final pude hacer algo con eso, así como te digo que no es agradable pasar por un momento de tanto ataque, con falacias de por medio. Pero bueno, también aprendí. Sentí que no era realmente hacia mí, porque primero estas personas no me conocen, no saben qué vida llevo y de qué vivo. Entendí que estaban yendo en contra de mi figura, que representa a un montón de gente que se siente identificada conmigo, en lo popular, en lo que digo, en lo que defiendo, en alguna marcha o en redes sociales. Estaban yendo en contra de eso que yo les represento. Cuando entendí eso, relajé la parte más personal, porque a mí como persona no me cambió esa experiencia. A mí como artista sí me cambió, lejos de amedrentarme, que creo que era el objetivo principal o lo que buscaban atacándome de esa manera, sí lograron lo contrario. Y creo que eso es la potencia del arte, que es una herramienta que ellos no tienen, que la tenemos los artistas.
Podés ver el video con un fragmento de la charla acá:
-Cómo artista, ¿qué te cambió?
-Capaz yo pensaba que iba a ser un disco igual con esta dimensión que tiene “No vayas a atender cuando el demonio llama”, pero hay canciones como “Fanático” que claramente están y que me cambiaron artísticamente, que me dieron una potencia artística que antes de que esas canciones salieran quizá la potencia ya estaba, pero de otra manera. Sí, artísticamente me cambió. A mí como persona tal vez siento que no, al revés.
“Este es un disco que se lo mostré en la intimidad antes de que salga a colegas, a gente en la que confío y que obviamente tomé un montón de cosas que me han dicho”, dijo.
-¿Cómo son tus momentos de sombra? ¿Atravesás inseguridades antes de lanzar un nuevo disco?
-No siento tanta inseguridad artística, porque en la instancia en la que algo sale al público pasó mil filtros personales. Un disco tiene esa cantidad de tracks por decisión, en las que un montón de otras canciones quedaron afuera porque uno ya hizo el filtro. Toda esa cosa que uno arma cuando termina de delinear una pieza son momentos de mucha inseguridad, pero una vez que eso sale al público, toca defenderlo con convicción. Y siento que cuando saco algo, lo saco porque realmente creo en eso. A los ojos del público, no se me ve insegura, pero porque realmente creo en eso que estoy diciendo, cantando y haciendo. Puertas adentro y en los procesos creativos, por supuesto que hay miles de momentos de inseguridad profunda en las que en lo personal me abrazo a mis amigos, a esas opiniones que uno considera valiosas, no obsecuentes y sinceras del proceso creativo que está llevándolo a cabo. Este disco tuvo mucho de eso, como mucho análisis en mi grupo de amigos, mucho análisis en mi núcleo familiar, fue un disco bastante compartido en el núcleo duro, que me sirve mucho para despojarme de esas inseguridades y confiar en lo que estoy haciendo.
-¿Qué tan receptiva sos a las opiniones de los demás?
-Un montón. Si estoy muy segura de algo, es raro que me saques de ese lugar. Si es algo muy intuitivo que siento, bueno, voy a ir por eso que me está pasando. Tengo gente a mi alrededor de quienes confío en su criterio, amigos artistas con un gusto exquisito, amigos músicos que opinan y que escucho en profundidad lo que me están diciendo. Este es un disco que se lo mostré en la intimidad antes de que salga a colegas, a gente en la que confío y que obviamente tomé un montón de cosas que me han dicho y otras que no, que si yo las siento de una manera, así serán. Es muy vulnerable sacar algo que te llevó tanto tiempo, que es tan tuyo, te sentís muy en pelotas. Entonces, está bueno el proceso previo a lanzárselo al mundo.
-Hablaste de lo identitario que es tu disco. Se nota la madurez en las letras, ¿buscaste diferenciarte de otras cantantes?
-En ningún momento pienso en hacer algo para diferenciarme de otros artistas o de otras. Justo si es diferente a otros colegas, mejor, porque creo que cada artista tiene para dar lo que tiene para dar y es valioso lo que cada uno quiere hacer con su arte. Así que no pienso tanto en una comparativa, sino en una comparativa conmigo misma, ¿cuál fue mi disco anterior? ¿Qué dije en ese disco? ¿De qué cosas hablé? Pero sobre todo soy muy presentista, lo que me está pasando hoy es lo que me inspira. Me gusta esto que mencionabas de la madurez, al final de cuentas lo que se ve es la sinceridad con la que abordaste ese material. Porque fue así, fue un material sincero. Antes de escribir cada letra charlaba con mis amigos, se armaban grandes debates en el estudio con el equipo.
-Para algunos, supone una contradicción el ser feminista y mostrarse, a su vez, sexualizada en un disco, en un escenario, ¿qué pensás de eso?
-Yo no me siento menos feminista porque me pongo un body sexy en el escenario. La verdad, al revés. Yo me siento bárbara con mi body y me siento bárbara con lo que digo, defiendo y trato de aprender todos los días y ser la mejor feminista que puedo con los aprendizajes que voy teniendo en la vida y aprendiendo de otras. Creo que la diferencia está en tu objetivo con eso. Si el objetivo es simplemente gustar a un otro o a un universo relacionado con los hombres, bueno, ahí podés estar más en una contradicción. Pero si te ponés un body porque a vos te encanta ponerte ese body para bailar eso que te gusta bailar de esa manera que te gusta bailarlo, no sos menos feminista por eso. Y merecés que se defiendan tus derechos también. Ser una buena feminista no tiene nada que ver con tener un pantalón o taparse el escote.

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