Por Gerardo Gómez Muñoz

Entre 11 aspirantes a gobernar la ciudad solo dos son mujeres y no por casualidad, sin dudas, están en el podio de los tres con mayores posibilidades. No se trata de un simple y deportivo pálpito. Hay años de militancia, experiencia, estudio y trabajo en el campo laboral, social y del interés comunitario y público.

Fernanda Raverta presentó hace dos días, en el teatro Radio City limitado a su capacidad total para evitar inconvenientes, su equipo de trabajo. Candidatos a concejales, consejeros escolares, diputados provinciales, fórmula provincial Magario-Kicillof y la presidencial Fernández-Fernández. Es decir boleta entera del Frente de Todos, sobre la base de Unidad Ciudadana y Partido Justicialista más una cantidad de otros partidos asociados.

Ni un bombo, ni banderas, ni cánticos para mostrar un signo de los nuevos tiempos y para asegurar, tal vez, que las expansiones de los sectores mayoritarios limitaran la expansión de la impresionante variedad política, social y acaso ideológica de la concurrencia que coincide en lo esencial: “Terminar con la política actual que excluye y aplasta”. No es que interesara, meramente lo cuantitativo sino poner de relieve la diversidad de las representaciones y con ella, la profundidad del acuerdo frentista.

Se veía, dirigentes de la CGT, sindicalistas, profesionales, peronistas de diversos tiempos, en el escenario por ejemplo se vio a Juan Domingo Novero de las filas de Felipe Solá, también a la conducción de PJ, aunque ninguno fue mencionado. También llamó la atención la ausencia de Ariel Ciano. Luego se supo que Fernanda había peleado hasta después del cierre del plazo por el reconocimiento de la candidatura a primer diputado del actual concejal massista. Lo contradictorio, el dato de no haber podido ingresar debido a que en el reparto fue relegado por su propio jefe, Massa, porque debía otorgar su plaza a Malena Galmarini, por no conseguir la candidatura a intendenta del Tigre frente al actual Zamora.

La única oradora fue la candidata, desde el escenario, donde se ubicaban los legisladores vigentes, los candidatos de toda la boleta local y seccional, dirigentes partidarios y personalidades del espacio frentista. Se exhibieron videos con sentidos mensajes de Magario, Kicillof, Alberto y Cristina y comenzó la oradora indentificándose con sus 42 años -bien llevados-, estudios, profesión, militancia con su esposo Pablo Obeid y sus hijas de 21 y 17 años… todo muy simpático y oportuno.

“Duele este momento-“, dijo refiriéndose a todos los niveles del gobierno macrista, pero se declaró convencida de “poder construir una Mar del Plata para todos y todas con militantes, comerciantes, artistas, deportistas y empresarios”. Otro dato significativo fue su referencia a las internas que jugará con Horacio Tettamanti, considerando que las PASO “son la herramienta para dirimir candidatos”. Explayó que todos tuvieron oportunidad en “nuestro espacio, pero algunos dirigentes han decidido jugar con una boleta y están en su derecho absoluto”.

Mañana es la hora de Vilma

En el Torreón del Monje será mañana la presentación de la Unión Cívica Radical dentro de “Cambiemos”. Se cumplirá el escasamente reservado anhelo supremo de la incansable dirigente radical de constituirse en aspirante oficial y dentro de la construcción electoral oficialista, al cargo de jefa del gobierno marplatense.

Desde La Plata se habían encerrado “motus proprio” con doble cerrojo a través del sostén del insostenible y en evidente deterioro de Carlos Arroyo, Guillermito, Mourelle y toda la “trouppe” y del laborioso, pero muy costoso e inexperto Guillermo Montenegro como eventual sustituto. Más vale, entonces, intentar otro doble juego, por ahí, quién puede asegurar que no salga nuestro número y Montenegro no se saca el premio mayor y de paso le cortamos la salida a Vilma y si gana, gana para nosotros. Además, a estas alturas quién puede negar que de medir, mide.

El que ya juega sin riesgo de perder es “un topo” escurridizo e inteligente ya empezó tranquilo: no muchos gastos, menos plomos en el camino y rumbo asegurado: Maxi Abad no sólo logró con el vicegobernador correligionario Daniel Salvador integrar la Comisión de Acción Política de “Cambiemos” sino también ser bolilla uno en la lista de candidatos a diputados oficialistas de la 5a. Sección Electoral. De paso el único radical que logra ese número que no sale por sorteo en las 8 secciones provinciales.

La campaña radical, así de claro, buscará “recuperar la mejor tradición de la UCR en la ciudad, como compromiso de honor a la memoria de Angel Roig y de Elio Aprile. De caminar la calle como ellos lo hacían con el saludo del vecino al pasar con respeto y cordialidad porque se sentía la gestión y la honestidad”. La jefatura de campaña estará a cargo de Nico Maiorano y otros integrantes que se conocerán mañana.

Cómo sucedió y qué ardió para que rápidamente como para reducir a cenizas en un santiamén la idea de que el primer concejal de Vilma sea Lobbosco y la metida en la jugada de diputado del PRO, Juan Aicega, nada con seriedad de fuente, surgió hasta el momento.

Para destacar resta la seriedad del compromiso nacido a fines del año pasado entre Vilma y Maxi y ante testigos: no pelearnos entre nosotros, estamos para ganar. Cuando uno de nosotros mida al frente, el otro se baja para apoyar. Porque ganamos si gana el radicalismo. Y lo afirma un testigo fehaciente.

Con la más difícil

Nadie muestra, en el escenario local, números vinculables a la verdad incontrastables. Ni siquiera Vilma que hace mucho tiempo sabe que le va bien se juega o alardea, como algunos que vieron, casi en una ráfaga una encuesta. También Gustavo Pulti sabe y habla acerca de las buenas mediciones y cabeza con la dirigente radical.

Además, en general si escasean números, abundan los que por contactos, por diversas otras circunstancias que la cosa anda por ahí.

Pero quien no tiene quien lo envidie es el hombre del PRO, Guillermo Montenegro. Bueno, de que no haya quien lo envidie, tampoco es cierto. Suman muchos publicistas y pobres que circulan por toda la ciudad y miran y suman los eventuales costos y el origen de esa ingente cantidad de dinero empleado en esa campaña. Simplemente, medio Mar del Plata le está envidiando que sede el gusto y no le cueste nada.

Al advertir la fotografía tomada en la plaza con su equipo de trabajo, se puede concluir que al poner como candidato en primer término a quien puso, “está buscando futuro”. La gente de “Creer”, el partido del senador Lucas Fiorini, debe estar haciendo las cuentas y números que requerirá la reelección del empeñoso concejal que trabajó arduamente para ser leal a “Cambiemos” y evitar en lo posible los desatinos de los fieles arroyistas. Ahora va colocado en tercer lugar y en apenas dos meses y medio las PASO con la UCR a todo tren, dirán qué costo -el electoral- pagarán los que aguantaron tanto tiempo…

Pulti y su fe

La decisión del intendente de jugarse una vez más con su querida boleta corta será puesto en alto riesgo. Su fe no declina y los archivos periodísticos tampoco cuando se evalúa el antes y el después de aquellas célebres epopeyas que lo llevaron al sitio que devaluó el imponderable que se termina en diciembre como lo dicen casi todos los marplatenses, inclusive los que fueron responsables necesarios del desastre a que se sometió a la ciudadanía.

La falta de acuerdo con Raverta y el Frente derivó en la decisión de “la boleta corta” y va a tener un costo casi lógico en estas circunstancias. Pulti tiene una innegable penetración en zonas vinculadas con el peronismo y los tambores de la venganza vienen en esos sitios vecinales y anoche mismo, en el Radio City quedó claro para quienes pueden hablar del peronismo de 50 años a esta parte, que hay más pobres ahora en el pobrerío que pelea en las calles con otras banderas.

Estas presunciones y comprobaciones se deben cortar a estas horas, 17.30, debido al llamado pleno de alborozo, de un corresponsal de ocasión que hoy mismo a las 11 en la sede del PJ tendrá lugar el lanzamiento de la lista “Frente Todos Unidos”, que encabeza como candidato a intendente el ingeniero Horacio Luis Tettamanti.