El País

Las lluvias traen alivio a la agricultura, en particular a los cultivos de la zona núcleo

Llegaron a tiempo para gran parte del trigo de la región pampeana que retomará su crecimiento. se mantiene el impacto de la sequía en la Región Chaqueña.

Las lluvias de los últimos días traen alivio a la agricultura argentina, tras un invierno más seco de lo habitual, a partir de una mejora en la oferta hídrica que beneficia en particular a los cultivos de invierno en la Región Pampeana, mientras se mantiene el impacto de la sequía en la Región Chaqueña.

En un reciente informe, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) sostuvo que “luego de un invierno con precipitaciones acumuladas inferiores a lo normal en casi toda el área agrícola nacional, las lluvias de final de agosto y principio de septiembre comenzaron a restituir la humedad a los suelos, especialmente en la Región Pampeana”.

“Mientras tanto, las condiciones de sequía continúan en la Región Chaqueña”, consignó el trabajo de la casa de altos estudios, que aclara que, en relación al fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur, se espera que “las condiciones de neutralidad continúen durante toda la primavera”.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) afirmó que “las tormentas que comenzaron el primero de septiembre y se han prolongado hasta hoy, terminaron con tres meses de falta de agua en la región pampeana”.

Estas precipitaciones “marcaron un hito porque dejan atrás un escenario muy diferente”, destacó la entidad en su informe mensual sobre estimaciones agrícolas, y consideró que “las lluvias llegaron a tiempo para gran parte del trigo de la región pampeana que retomará su crecimiento, casi sin sacrificar potencial de rinde en las principales provincias productoras”.

La región núcleo recibió 32 mm (milímetros) en promedio en los primeros ocho días de septiembre, consignó la BCR, que precisó que para el noroeste bonaerense y el sudeste cordobés son las primeras lluvias que luego de tres meses superan los 10 mm.

Se destacan las lluvias en el centro sur de Santa Fe; en el noroeste y el noreste bonaerense; lluvias que permitirán restablecer el estado del cultivo y arrancar los estadios definitorios con mejores condiciones, agregó la entidad.

“Con estos ocho días de lluvias -completó-, la proyección cambia de dirección y se estima un horizonte productivo de 20,5 millones de toneladas de trigo”, cuando hace sólo un mes se proyectaba una producción de 20,1 millones de toneladas, con un “panorama que se agravaba con 650.000 hectáreas regulares a malas”.

En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) consideró que “el aporte hídrico generado por el paso de Santa Rosa durante la semana pasada ocurrió oportunamente (y) se prevé que la condición de cultivo continúe mejorando en los próximos días luego los eventos de lluvias registrados esta semana”.

Asimismo, estas lluvias resultaron “claves” también para el maíz, resaltó la BCBA, quien mantuvo su proyección de siembra de 1,7 millones de hectáreas de maíz en la región núcleo y aclaró que “si fallaban las precipitaciones no se descartaba el pasaje a siembras más tardías”.

“Las precipitaciones de los primeros días de septiembre aseguran una buena cama de siembra y mantienen el hectareaje intencionado; apenas el suelo lo permita comenzaran los trabajos de siembra en la región”, concluyó la entidad.

Desde la Fauba, Adela Veliz, docente de la cátedra, recordó que “hacia fines de agosto la sequía se había intensificado en el norte y el centro de la Mesopotamia y en el este de la Región Chaqueña, y se mantenía en áreas del noroeste. La sequía también se intensificó en las zonas agrícolas de la región de secano en el norte y el extremo sur de la Región Pampeana”.

Sin embargo, aclaró, el último día de agosto y los primeros días de septiembre se registraron precipitaciones significativas, particularmente en la Región Pampeana.

“Estas lluvias mejoraron mucho los niveles de humedad en el suelo, lo cual representó un alivio para las condiciones de los lotes de trigo, que mostraban un deterioro progresivo. Además, aumentó la humedad en los primeros centímetros del suelo, o capa arable”, explicó, según Sobre La Tierra (SLT-Fauba).

Veliz, coautora del informe con Liliana Spescha y María Elena Fernández Long -docentes de la misma cátedra-, señaló que en estos momentos en la Región Pampeana los perfiles tienen agua, hay buena humedad superficial y las temperaturas están en ascenso, lo que mejora las perspectivas en aquellas zonas del noreste de la región, donde el inicio de las labores de siembra del maíz temprano suele ocurrir a partir de mediados de septiembre.

Según Spescha, “es probable que en la provincia de Buenos Aires, el noreste de La Pampa, el sur de Entre Ríos y el centro de Santa Fe los cultivos de invierno lleguen al período crítico con buena oferta de agua”, mientras que “la situación de la provincia de Córdoba es más complicada pues presenta bajos contenidos de agua en el suelo”.

Por su parte, Fernández Long explicó que “para el trimestre agosto-septiembre-octubre se prevé una precipitación inferior a la normal en el Litoral, en el este de la provincia de Buenos Aires y en el oeste de la Patagonia”.

“En Cuyo, en el norte de la Región Pampeana y en el este de la Patagonia las precipitaciones serían normales o inferiores a la normal. Mientras tanto, en el resto del territorio nacional las lluvias serían normales”, amplió.

Según la BCR, el próximo martes 14 de septiembre se prevé el avance de un sistema frontal que provocaría inestabilidad pero con bajas chances de lluvias.

“El desarrollo pluvial de la campaña gruesa estará limitado al desempeño de las circulaciones de escala regional y a los aportes de humedad que pueda proveer el Atlántico”, sostuvo el climatólogo José Luis Aiello.

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