La mujer, de 90 años, recibió una llamada telefónica en su casa cercana a la Plaza Mitre. Alguien se hizo pasar por su hija y le dijo que más tarde iban a pasar a buscar los ahorros de su difunto padre. El caso es investigado por el fiscal Javier Pizzo.
Una anciana de 90 años fue víctima del “cuento del tío” en su vivienda de la zona de la Plaza Mitre, cuando estafadores se hicieron pasar por su hija y le robaron 10 mil dólares.
El hecho ocurrió el pasado viernes en una casa ubicada en el macrocentro de la ciudad, cuando la jubilada recibió el llamado de una mujer que le decía que reuniera el dinero de los ahorros de su difunto padre y que los iba a pasar a buscar más tarde.
Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar distintas fuentes, la víctima cayó en la trampa de la delincuente y creyó que esa mujer era su hija. Más tarde, un hombre pasó por su hogar y retiró el dinero en efectivo.
Cuando la anciana se dio cuenta de que había sido estafada, habló con su otro hijo y corroboró lo que temía. Poco después, ambos concurrieron a la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, donde radicaron la denuncia, y este miércoles el caso ingresó a la Fiscalía de Delitos Económicos, a cargo de Javier Pizzo.
En noviembre pasado, el propio Pizzo y su par, David Bruna, había advertido a través de un comunicado de prensa que desde que terminaron las medidas de aislamiento por la pandemia del coronavirus reaparecieron los “clásicos” casos de “cuento del tío”. Es decir, las estafas que tienen como principales víctimas a personas de la tercera edad que viven solas y que suelen tener ahorros en su casas.
Los investigadores explicaron que este tipo de hechos aumentaron desde que terminaron las medidas de aislamiento, ya que los delincuentes pueden volver a presentarse en las casas de las víctimas para concretar el engaño.
Si bien en pandemia los “cuento del tío” habían sido en clave informática, de estafas en cajeros automáticos, en octubre se habían registrado dos casos en los que las víctimas entregaron 45.000 y 50.000 dólares, ahorros de toda su vida. Por citar otro más, en Santa Clara del Mar una jubilada fue estafada por una suma de 21.000 dólares, 600 euros y 55.000 pesos.
Alertados por esta situación creciente y conscientes del perjuicio económico y emocional que significa ser víctima de una estafa, desde la Fiscalía de Delitos Económicos dieron una serie de recaudos para no caer en estos delitos: advertir a familiares ancianos explicándoles que nada de esto es verdadero; evitar que tengan sus ahorros en sus casas; instruir a los adultos mayores para que directamente no consientan ningún diálogo de esta clase; y evitar lo más posible el uso del teléfono fijo, o bien gestionar a los adultos mayores un celular para las comunicaciones familiares. Además, ante cualquier llamado semejante, se aconseja cortar la llamada e inmediatamente dar aviso a la policía, que estará debidamente instruida para actuar en caso de reiterarse el intento.