El ex San Lorenzo sedujo a los dirigentes "milrayitas", quienes prefirieron su propuesta por encima de las de Guillermo Narvarte y Leonardo Gutiérrez. Firmará contrato por una temporada.
Leonardo Costa, entrenador de San Lorenzo hasta hace algunos días, será el reemplazante de Hernán Laginestra y conducirá a Peñarol en la próxima temporada de la Liga Nacional de Básquet.
Después de haber mantenido reuniones con otros candidatos, tales como Guillermo Narvarte y Leonardo Gutiérrez, los dirigentes se decidieron por este bonaerense de 46 años, cuyas últimas campañas en el equipo de Boedo resultaron realmente interesantes.
Costa le causó una muy buena impresión tanto al presidente Esteban Giri como al manager “Tato” Rodríguez y su perfil les pareció ideal para proyectar a los varios jóvenes con los que cuenta el plantel y para encabezar un nuevo proyecto.
Más allá de que la palabra “proyecto” sonó repetidamente duramente las últimas semanas, el vínculo de Costa abarca solamente una temporada.
A partir de la llegada del nuevo entrenador, comenzará el proceso de armado de un plantel que ya cuenta con una ficha mayor confirmada, la del pivote Roberto Acuña, y la de los jóvenes Facundo Tolosa, Ignacio Bednarek (regresará de su préstamo en Argentino de Junín), Nicolás Chiaraviglio, Gian Rossi y Tomás Chapero.
En cuanto al currículum de Costa, integró durante seis años el staff técnico de la Selección Argentina de básquet femenino y condujo en la Liga Argentina a aquel equipo de Lanús que jugó un play-off contra Quilmes en la “burbuja” de Viedma en la temporada posterior a la pandemia de Covid-19.
En las últimas tres condujo a San Lorenzo de Almagro en la máxima categoría. Más allá de resultados y posiciones finales, sus equipos siempre mostraron una buena línea de juego y una adecuada utilización de los recursos disponibles.
En su primera temporada logró mantener la categoría a duras penas en el recordado play-out que concluyó con el descenso de Atenas de Córdoba; en la segunda llevó a su equipo a cuartos de final y logró clasificarlo a un torneo internacional; por último, en la que concluyó hace pocos días para los de Boedo, finalizó decimoquinto con un triunfo menos que Peñarol, pero logró el subcampeonato de la Sudamericana tras caer en la final en tiempo suplementario ante Nacional de Uruguay.