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La Ciudad 6 de octubre de 2021

Llega el final del Kitty Hawk, a 30 años de visitar Mar del Plata

Una empresa lo compró a la Armada de Estados Unidos por 1 centavo de dólar. Se encargará del desguace en Texas. Había dejado de operar en 2009 y en 1991 había visitado a Mar del Plata.

El US Navy Kitty Hawk, aquel histórico portaviones que ancló durante cuatro días frente al Cabo Corrientes en 1991 y cuya presencia alteró a una sorprendida Mar del Plata, fue vendido por 1 centavo de dólar para que una firma lo convierta en chatarra.

El destino de la mítica nave de la Armada estadounidense será una chatarrería de Brownsville, Texas, donde la empresa International Shipbreaking Limited tiene sus instalaciones principales pese a los esfuerzos que los tripulantes veteranos realizaron para evitar el desguace y proponerlo como museo.

El Kitty Hawk fue un portaviones que entró en servicio en los primeros años de la década del ’60 y fue operativo durante la Guerra de Vietnam, donde sirvió de plataforma para las misiones aéreas durante un largo tiempo. Sin embargo, con el avance de la oposición del pueblo estadounidense al conflicto bélico sus tripulantes empezaron a cambiar de parecer. Se transformó el Kitty Hawk en un símbolo de resistencia interna e incluso en su interior (era una verdadera ciudad flotante con más de 4 mil “habitantes”) se editaba un diario anti-guerra. Así fue como en 1972 se produjo una rebelión que dejó un saldo de 50 marinos heridos y una marca a fuego para siempre. Los mandos militares de Estados Unidos resolvieron trasladarlo a un puerto para su reparación y, en verdad, lo que hicieron fue quitarlo de la guerra.

Años más tarde participaría activamente en la “Guerra del Golfo” entre agosto de 1990 hasta febrero de 1991, y al emprender el viaje de retorno a su base estadounidense del Pacífico vio imposibilitado su paso por el Canal de Panamá. Así fue como terminó navegando aguas de América del Sur y utilizó la ciudad de Mar del Plata como punto de reabastecimiento y control naval.

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Una de las últimas imágenes en navegación del Kitty Hawk.

Centenares de marines desembarcaron en una ciudad que se vio conmocionada por esta visita inusual y aunque hubo mucho rechazo el pueblo marplatense se mostró curioso y acogedor. Los marines poblaron el centro y hasta desplegaron algunas actividades solidarias, como pintar o hacer refacciones en escuelas, que operaron a favor de la simpatía. También un equipo de basquetbolistas se enfrentó al Quilmes dirigido por Oscar “Huevo” Sánchez.

Tras dejar Mar del Plata, el imponente Kitty Hawk siguió con su operatividad hasta que en el año 2009 fue sacado de servicio.

Amarrado en la Base Naval Kitsap-Bremerton junto a otras naves, el portaviones permaneció en el programa de buques inactivos con su futuro de desguace inmodificable. En 2017 la Asociación de Veteranos del USS Kitty Hawk se reunió en Nashville a fines de octubre para enterarse de la peor noticia: pese a los esfuerzos y colecta de dinero durante años, la Armada no lo iba a aceptar como museo. El desguace era cuestión de tiempo.

Recién el 9 de marzo de este año fue llevado a un dique seco para el raspado de su casco, es decir la labor para quitarle todo resto orgánico (algas o crustáceos) adheridos por tantos años amarrado.

En las últimas horas llegó la oferta aceptada de la Armada y que realizó la empresa a cargo del desguace: 1 centavo de dólar. Y allí acabó el Kitty Hawk, uno de los portaviones más condecorados de la historia militar estadounidense, el último de los propulsados a petróleo y aquel que, en la primavera de 1991, entró para siempre en el recuerdo colectivo marplatense.