El médico cardiólogo y especialista en el diagnóstico y tratamiento del síndrome del estrés, Daniel López Rosetti, aseguró que una de las mayores curiosidades del ser humano radica, entre otras cosas, en entender “cómo funcionan” los mecanismos que conducen a decisiones, sentimientos y reacciones.

Con motivo de la presentación de su último libro “Equilibrio” y en el marco de la charla que brindó en el ciclo de escritores impulsado por la Editorial Planeta, López Rosetti dialogó con LA CAPITAL y brindó detalles acerca del “manual de usuario” de las personas que indica, en base a consideraciones científicas, “cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos”.

“Son temas que me apasionan, que me gustan, que aprendo de la gente, de los pacientes, y en un momento se plasma en una idea y sale”, señaló el médico, al tiempo que indicó que “el libro surge de saber siempre que hay una ‘lucha’ entre la emoción y la razón, aunque en realidad no debieran luchar, sino equilibrarse de forma dinámica, no rígidamente. Igual que un sube y baja de la plaza”.

– ¿El equilibrio es alcanzable o lo importante está en el intentar llegar a ese equilibrio?

– La vida es un camino de ida y es casi infinito. La palabra ‘alcanzable’ deberíamos definirla porque a mí no me gusta llegar, me gusta ir. Me parece que es lo que te da esperanza. A mí me gusta más el viaje que la estación, y eso lo tengo claro. Además, muchas veces en mi vida cuando llegué a lugares hubo una satisfacción corta y después el lugar desapareció. Me parece que ir es mejor que llegar.

– ¿Esta “lucha” entre la razón y la emoción qué impacto tiene?

– En lo que uno trabaja, la facultad, que tiene que ver con la psicobiología, la medicina del estrés, la neurociencia, la cognición, que viene de ‘cognocer’, del latín, que es conocer los mecanismos mentales del conocimiento, el razonamiento, el juicio, la capacidad de tomas de decisiones. Es, digamos, lo más racional. Y tenemos otro lado, que tiene que ver con las emociones y los sentimientos que, como digo en el libro anterior, no somos seres racionales, sino seres emocionales que razonan.

Está comprobado que ejerce un rol importantísimo en la salud. No sólo en la salud física, sino también en la salud emocional y en la salud mental. El libro de hecho dice ‘manual del usuario’ porque intento que sea una receta, que es lo mismo que hago en mis redes sociales que, cada tanto, pongo una receta médica, con sello y matrícula profesional, que sé que científicamente funciona así.

– ¿Ejemplo?

– El mejor ansiolítico, el mejor sedante, el mejor tranquilizante, es un abrazo.

– ¿Es el ser humano y sus reacciones y acciones el misterio que atrae?

– Da la sensación de que sí. Lo que está sucediendo es que la ciencia empieza a revelar, con verdades científicas, cosas que creíamos de antemano. Y no solamente ha logrado eso, sino que va más allá y empieza a contar cosas que no imaginabas de vos mismo. Y llegamos nuevamente al manual del usuario: la respuesta es que a la gente le gusta leer cómo funciona. No somos una máquina metálica, pero de algún modo tenemos una dinámica de funcionamiento. Hacer el ejercicio de entender al otro es posible solamente después de haber hecho el ejercicio de entenderme. Las personas quieren saber quiénes son. Cuando se alcanza eso, más o menos, recién ahí te animás a entender al otro.

– ¿Cómo juega el estrés en todo este entendimiento?

– Hoy tenemos más herramientas para entender qué es el estrés y cómo conducirlo o manejarlo. Nadie con estrés es feliz. ¿Viste que en casi todas las cosas existe lo que se llama “ABC”? Y eso que el abecedario llega hasta la z, pero lo importante está en el abc de cada cosa, no mucho más. Si tenés claro el abc, tenés claro el horizonte. Después la subespecialidad, la x, la y, la z… lo importante es entender lo elemental. Y lo elemental empieza por entenderse a uno mismo.

– ¿Los modos de comunicarnos y relacionarnos hoy, sobre todo con las redes sociales, cómo afecta este proceso de entendernos y entender al otro?

– Como todas las herramientas. Yo estoy a favor de las redes sociales porque creo que son útiles. Muy útiles. Creo, también, que están ahí y que no se pueden evitar, pero entre las recetas que hago recuerdo una que decía algo así como: ‘Las redes sociales son muy útiles, pero aumente las dosis de la redes sociales de carne y hueso’. Así como hay una conexión mente-cuerpo, hay una conexión corazón-cara. Lo que sentís, se manifiesta en el rostro, y esto que podría parecer poético, tiene un fundamento en algo científico: la teoría polivagal.

La importancia de la educación emocional

El doctor Daniel López Rosetti destacó que resulta necesario que el Estado incluya en la currícula educativa la “educación emocional”.

“La educación emocional, a mi juicio, debiera figurar en la currícula. Pero por varios motivos. En principio, porque es muy simple. Vos le decís a un nene que mire a otro y que empiece a intentar sentir lo que siente el otro, empiezan a jugar y ya se revelaron cosas más importantes que la tabla de multiplicar”, señaló, en el marco de la entrevista con LA CAPITAL.

Sin embargo, agregó otra razón por la que se podría impartir esa enseñanza particular a los más pequeños: “La magia de la palabra”.

“Cuando ponés algo que te pasa en palabras, lo hacés tuyo. La angustia disminuye cuando encuentro la palabra que expresa el motivo de esa angustia”, indicó.

Y agregó: “Siempre lo hablamos con mi señora: si tuviéramos que educar nuevamente a nuestros hijos, lo haríamos de una manera más emocional”