La Ciudad

Lorenzino: “Tenemos un Estado ausente que no defiende a los más desprotegidos”

El defensor del pueblo bonaerense criticó las políticas del gobierno en materia de servicios públicos. Las tarifas y las prestaciones de salud son los temas que más reclamos generan.

Entre los reclamos por la suba de tarifas y los problemas con las prestaciones de salud, la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires tuvo un arduo trabajo en los últimos años. Son los principales motivadores de reclamos y absorben casi un 50% de la tarea de la Defensoría. Lo reconoce Guido Lorenzino al señalar que el incremento del trabajo, se debe a que “hay un Estado ausente que no cumple el rol de defender a los más desprotegidos”.

El defensor del pueblo admitió que, pese a todas las gestiones realizadas, “hubo pocos resultados positivos”.

“La justicia no ha tomado la decisión de investigar estos temas. Y esto es un tema político”, le dijo el ex legislador a LA CAPITAL.

Acompañado por la diputada nacional Fernanda Raverta, Lorenzino estuvo en Mar del Plata y consideró “erráticas e irracionales” las políticas del gobierno en materia de servicios públicos.

-¿Cómo se revierte la problemática de las tarifas?

– El gobierno lo que hizo fue darle legalidad a la transferencia de los recursos de la gente a las empresas. Hoy no hay riesgo empresario. Los empresarios se financian con la plata de todos nosotros y encima, las obras que se iban a hacer, no se hacen y nadie controla. Hoy la luz y el gas son igual de malos que hace cinco años, la diferencia es que no se pude pagar. Es un escenario patético. Las acciones legislativas que intentaron Fernanda (Raverta) y los distintos bloques opositores, una fue vetada, y a la otra el oficialismo no dio la posibilidad de tratarla. Los pocos jueces que intervinieron fueron destituidos. Claramente hay una decisión de ir cercenando la posibilidad de defensa de derechos. Es un tema de política pública. Y esto se cambia con otra política pública. Esta política fracasó, empobreció a la ciudadanía y está haciendo que algo tan básico como la luz, el gas y el agua, no se pueda pagar. Hay que construir ciudadanía, masa crítica, cabeza, para ver de qué manera el gobierno que asuma el 10 de diciembre le pone ojo de manera responsable, para tratar de revertir esto.

– ¿Cree que el gobierno no esperaba una problemática de este calibre, o piensa que hay un convencimiento?

– No han admitido errores. Están convencidos. Ellos creen que este modelo hay que profundizarlo. De hecho, están pensando aumentos para este año. No sé en qué cabeza cabe que haya aumentos de servicios, cuando la gente no pudo pagar los del año pasado. Y sobre todo, cuando el estado no exige.

– ¿Los reclamos en salud son otro de los temas más recurrentes?

– En PAMI y IOMA hay mucha dificultad. Hay mucha dificultad y coberturas que no se dan y dificultades en las operaciones y trámites. Hay mucho déficit y un gran deterioro en términos de salud pública. El 50% de nuestra agenda son la salud y las tarifas.

– En salud, ¿cuál es es el principal problema?

– Decisiones financieras de cubrir o no ciertas cosas. Hay una política de ir cortando y ganando tiempo. O el tema de los cuidadores domiciliarios. Cuando la provincia cambió el sistema contable, hubo casi 2 mil cuidadores que estuvieron ocho meses sin cobrar. Para nosotros, el acompañante terapéutico es de las cosas más importantes en cualquier terapia. Eso, que había sido una conquista y funcionaba bien, el gobierno se encargo de romperlo porque no les paga. Claramente hay un deterioro que se ve muy claro en los programas nacionales como el Incluir Salud.

– ¿Qué rescata de estos primeros años al frente de la Defensoría?

– Que te pone en un lugar que sos parte del sistema político y te pone crítico de vos mismo. Uno fue parte del gobierno anterior, entonces decís: cuántas cosas no hicimos. No es que esto empezó en diciembre de 2015. Hubo cosas que no se hicieron antes y yo, como legislador, fui parte del proceso. Eso te enoja con vos mismo, y te obliga y te sube la vara para, si un día tiene una responsabilidad pública, ser mucho mejor. En la Defensoría ves mucha miseria, muchos errores y cosas mal hechas por parte del Estado. Te interpela mucho y te enoja. Hay cosas que en la función ejecutiva son más difíciles de verlas que cuando uno está afuera.

– Su mandato termina en tres años. ¿Cuál es el desafío?

– Profundizar estos temas. Queremos que cuando la gente venga, se lleve respuestas. Hemos hecho mucha inversión tecnológica y hay mucho acceso al reclamo. Hoy se puede denunciar por cualquier medio, en cualquier momento del día. Y eso tiene que ver con acercar el Estado al reclamo de la gente. Y después, la expansión territorial para nosotros es clave. No creemos que a la provincia hay que mirarla desde La Plata.

– ¿Cómo ve el escenario para las elecciones?

– Claramente, si se mira cualquier encuesta hay condiciones objetivas para que la gente diga: yo no quiero seguir con este gobierno. Es casi una obviedad. Cualquier encuesta refleja que la gente tiene un enojo fundado. Después depende más de la oposición de cómo construye una alternativa para interpelar a la gente.

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