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Los ascensos del fútbol, los retrocesos del básquet

Los hechos destacados del 2019 en el deporte marplatense. Fueron puntos altos las llegadas de Alvarado a la Primera Nacional y de Círculo Deportivo al Federal A. La mayor frustración fue una nueva caída de Quilmes a la segunda categoría de la Liga Nacional.

2019. Año de grandes alegrías. También de tristezas profundas. De ilusiones y preocupaciones. Y de finales abiertos en los deportes de conjunto más representativos para los marplatenses.

Alvarado llegó, por fin, tras perseguirlo a lo largo de tres décadas, al segundo escalón del fútbol argentino. Casi sin proponérselo, Círculo Deportivo saltó del amateurismo al profesionalismo. Por encima de ellos, Aldosivi, que parecía consolidado entre los mejores del fútbol argentino, sufrió en el segundo semestre una caída tan brusca que camina por la cornisa de un nuevo descenso.

El que lo sufrió, por cuarta vez en su historia, fue Quilmes en la Liga Nacional de Básquetbol. Su caída simboliza un muy mal año basquetbolístico. A Peñarol, decimoctavo entre veinte, no le fue mucho mejor. Hasta Unión perdió su lugar en el Torneo Federal, aunque meses más tarde lo recuperó gracias a una invitación. Y los equipos que encararon la Liga Provincial –Sporting, por partida doble, y Teléfonos– no hicieron más que evidenciar la debilidad del torneo local de primera.

Aldosivi, en problemas

Aldosivi fue perdiendo durante todo el 2019 casi todo el crédito que había acumulado en la Superliga durante el segundo semestre de 2018. En la primera mitad de año frenó su envión ganador, aunque mantuvo la confiabilidad de su localía y las líneas de orden impuestas por la conducción del entrenador Gustavo Alvarez. Su único triunfo como visitante (2-0 en el Gigante de Arroyito sobre Rosario Central) le permitió sortear una ronda de la Copa de la Superliga, un sueño que enterró River con una avalancha de goles (6-0) en el Monumental.

Pero, así como sufrió a fines de 2015 los alejamientos de José Sand y del colombiano Roger Martínez, el elenco portuense lamentó ahora las salidas de Cristian Chávez y Matías Pisano. Alvarez no pudo reemplazarlos y la anemia ofensiva le puso punto final al ciclo del entrenador. Su reemplazante, Angel Guillermo Hoyos, no pudo de momento cambiar demasiado, ni evitar que el equipo caiga en zona de descenso.

Aldosivi ahora se jugará su permanencia en primera a lo largo de dieciocho partidos. Lo mejor es que divide sólo por dos temporadas y un poco de viento de cola lo hará subir mucho. Lo complica que sus rivales directos lucen más fuertes.

El mejor año de Alvarado

Del otro lado del clásico, Alvarado fue el protagonista principal de 2019 con su ascenso a la ahora llamada Primera Nacional. El club de la avenida Jara desde aquella final perdida de 1992 frente a Arsenal vivió en función de pagar su gran cuenta pendiente: la de llegar a la segunda división del fútbol argentino.

Levantar ese pagaré de casi treinta años, sin embargo, fue una empresa ardua y, a falta de dos fechas para el final de la segunda fase, parecía encaminada a una nueva frustración. Un triunfo clave en un partido infartante ante Unión de Sunchales y el posterior éxito como visitante ante Sol de Mayo que lo metió de lleno en la lucha por el primer ascenso cambiaron la mentalidad de todos.

En el pentagonal el premio mayor fue para Estudiantes de Río Cuarto, pero Alvarado salió firme de ese reducido y, en la Reválida por el segundo ascenso, Mauricio Giganti encontró el equipo y su andar por el torneo fue imparable. Empate afuera y triunfo adentro fue la fórmula que lo hizo superar a Sol de Mayo, Deportivo Madryn y a San Jorge de Tucumán en la final con el recordado gol de Emiliano López.

La única mancha fue la recordada “sentada” de los tucumanos en aquella definición. Una irresponsabilidad. Pero que nació de las sospechas que hace tiempo generan los arbitrajes en las fases decisivas del Federal A. Y que la propia conducción del fútbol argentino, avalándolos, no hace más que alimentar.

Aunque con dificultades iniciales, con el cambio de Juan Pablo Pumpido por Mauricio Giganti en la conducción del equipo y con un plantel nuevo, Alvarado defendió en el primer semestre de la Primera Nacional todo lo logrado en la primera parte del año. Lo atestigua su levantada en la segunda mitad de la primera rueda, con clasificación incluida a Copa Argentina.

El salto otamendino

Círculo Deportivo, por su parte, tomó el lugar de Alvarado en el Federal A con un ascenso logrado en la lejana Río Gallegos, cayendo 2-1 ante Boxing Club y haciendo prevalecer el 2-0 de la final de ida del Torneo Regional Amateur. El equipo otamendino afianzó una línea de juego en una zona clasificatoria sencilla y luego la impuso en los cruces mano a mano dejando atrás a Huracán de Ingeniero White, El Porvenir de San Clemente del Tuyú, Ferrocarril Sud de Olavarría y el citado equipo santacruceño.

El gran mérito del entrenador Alexis Matteo y su cuerpo técnico fue haberlo conseguido con una base que venía del Federal B 2017 y con mínimos refuerzos, todos del torneo de la Liga Marplatense, ante rivales con mayor poderío económico.

El salto que dio el club “papero”, a todas luces, fue espectacular. La distancia entre Regional Amateur y Federal A es, sin el menor asomo a duda, la más grande entre categorías consecutivas en el fútbol argentino. Significa pasar, sin escalas previas, del amateurismo al profesionalismo.

A Círculo, armado otra vez con austeridad y, salvo excepciones, con mayoría de refuerzos de Mar del Plata y la zona, le costó trece partidos conseguir su primera victoria en el nuevo certamen. La adaptación fue larga y dolorosa, aunque hoy la pelea por mantener el lugar conseguido se percibe con ojos más optimistas.

La vuelta de Kimberley

El año futbolístico se completó con una consagración simbólica en el plano local de Kimberley, que pasó a ser el equipo con más títulos en el torneo de primera de la Liga Marplatense. Después de un año sabático, además, el club de la avenida Independencia volverá a competir fronteras hacia afuera en el Regional Amateur.

La caída de Quilmes

El del fútbol fue un 2019 con logros. En el básquetbol, en cambio, con amplia mayoría de fracasos. El mayor fue el de Quilmes, que no pudo escapar del destino que le enmarcaron sus destruidas finanzas. Si en la temporada anterior se había salvado por los pelos con varios buenos jugadores (por caso, Eric Flor, Enzo Ruiz, Emiliano Basabe o el puertorriqueño Ricky Sánchez), era lógico que, sin ellos, se peleara bien abajo. Lo paradójico fue que, pese a la sangría, le faltó muy poco para mantener la categoría: acaso retener a uno de los bases que se alejaron, Nico Ferreyra o Bruno Sansimoni, moverse un poco antes para sumar a un extranjero que aportara soluciones o ganar un par de muchos de los cierres apretados que dejó escapar.

La empresa de regresar rápido desde la Liga Argentina, con un plantel sin el poderío de las otras veces que retornó a la máxima categoría, parece difícil. Sobre todo en un torneo con un ascenso para 28 equipos y con una localía en el Polideportivo en la que no termina de sentirse a gusto.

Peñarol, nunca tan abajo

El fracaso de Peñarol no hizo más ruido sólo por el descenso de Quilmes. Con material para más (por caso, Juan Pablo Vaulet, Damián Tintorelli, Nico Gianella y Kyle Austin), con una dotación de juveniles que permitía darle descanso a los mayores, jugó de mal a muy mal a lo largo de toda la Liga 2018/19 y se salvó recién en la última fecha ganándole un partido increíble a su clásico rival. Terminó decimoctavo, su peor ubicación histórica. Con el viejo formato de 16 equipos, el equipo “milrayitas” hubiera descendido en cualquiera de sus tres últimas temporadas. Para pensar.

Luego, pese a las ventas a Europa de Juan Pablo Vaulet y del prometedor “Juani” Marcos, evitó el mercado de nacionales y por primera vez en su historia apostó para la Liga en curso a un equipo lleno de extranjeros. Claro que, cuando lo decidió, el dólar estaba a cuarenta y tres pesos. Hoy ya se deshizo de casi todos y apuesta por rearmarse en el receso en otra temporada complicada. Lo único bueno, en definitiva, fue el título conseguido en la LDD.

Unión y otras yerbas

Tampoco Unión dio la talla en el Torneo Federal y su tercera campaña, muy problemática, concluyó con un descenso. Sin embargo, la buena imagen que el club supo construirse en la CABB derivó en una invitación que le permitió recuperar el lugar perdido. Para evitar sufrimientos, sus dirigentes apostaron por tres buenos fichajes para su presente campaña: los de Cristian Cadillac, Jerónimo Barón y Nicolás Lauría. Pero el equipo sufrió más derrotas de las esperadas y transita la parte baja de la tabla de su División.

También las caídas superaron claramente a las victorias en las campañas de Teléfonos (2018/19) y Sporting (2018/19 y actual) en el Provincial de Clubes.

Al cabo, las mejores noticias el básquetbol marplatense fueron una nueva consagración de Sporting en el Argentino de Clubes U15, la llegada del pibe Lucas Sigismonti, de Kimberley, al Baskonia de Pato Garino y Luca Vildoza, la fabulosa aparición de Francisco Zustovich en los U13 de Peñarol y las incursiones del propio Sigismonti, de Lucas Fresno y de Tiziano Prome en las selecciones nacionales de sus categorías.

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