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La Ciudad 23 de octubre de 2016

“Los barcos deberían tener una vida útil no mayor a los 30 años”

El Foro para la Renovación de la Flota Pesquera, que se reunió ayer por primera vez en el SAON Mar del Plata bajo el lema "Ningún hundimiento más", planteó la necesidad de limitar a 30 años la vida útil de los barcos. La actual legislación no fija ningún tope de antigüedad. Preocupa el aumento de accidentes y hundimientos, que en gran parte se atribuye a la vetustez de las embarcaciones.

De manera increíble la legislación argentina no fija una vida útil para las embarcaciones pesqueras. En consecuencia, el promedio de “edad” de los barcos con amarre en el puerto de Mar del Plata supera los 40 años.
Como es obvio, el riesgo aumenta en esos barcos casi vetustos y explica en buena parte el aumento de los accidentes en el mar, algunos trágicos, como el hundimiento del San Antonino, que dejó cinco tripulantes desaparecidos, y el incendio y posterior hundimiento del “Esteiro”, cuyos 17 ocupantes pudieron salvarse de milagro. Ambos incidentes se registraron en los primeros días de setiembre pasado.
“El límite de tiempo de navegación de un navío debería ser de unos 30 años”, expresó a LA CAPITAL el secretario general de la seccional Mar del Plata del Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON), Jorge de Filippi, al término de la primera reunión del llamado Foro por la Renovación de la Flota Pesquera, que se desarrolló en la mañana de ayer en la sede del mencionado sindicato, sita en avenida Juan José Paso 2346, con la consigna “Ningún hundimiento más”.
“Si en la Argentina un taxi o un remís tienen un tiempo límite para circular en las calles cómo no lo tienen los barcos”, enfatizó Filippi.
Del Foro, que volverá a reunirse dentro de dos meses a fin de evaluar gestiones ante los gobiernos nacional y provincial resueltas en la víspera, participaron, además de la dirigencia del SAON, el secretario de la Producción de la Municipalidad, Ricardo De Rosa, el empresario de astillero Domingo Contessi, el titular de la Sociedad de Patrones Pescadores, Luis Ignoto, y varias agrupaciones políticas y sociales, entre ellas el GEN, Libres del Fur y Frente Popular.
De Rosa, que ofreció tener abiertas las puertas de su oficina para canalizar las inquietudes del sector, se comprometió a elevar el documento aprobado al término de la asamblea a las autoridades naciones y provinciales.

“Más de 40 años”

“El estado en el que está la flota es absolutamente preocupante –destacó de Filippi a LA CAPITAL–. Sólo en el puerto marplatense tienen su embarcadero unas 98 embarcaciones de 25 metros de eslora con más de 40 años de antigüedad. También son numerosos los que fueron botados aún antes, en las décadas del 60, 50 y 40”.
La flota pesquera de la Argentina se compone de 1.100 unidades con una preocupante antigüedad en promedio, similar a la que se puede determinar en el puerto de Mar del Plata”.
El titular de SAON en Mar del Plata siguió describiendo la situación: “Al no estar bien los barcos aumenta la frecuencia de los accidentes a bordo y los hundimientos, y así tenemos que lamentar víctimas fatales en el mar argentino. Planteamos que es necesario limitar los años de navegación con una regulación del Estado. Y también coincidimos es que es necesario un financiamiento para renovar la flota. Hoy para las empresas resulta más fácil traer barcos de afuera, ya utilizados y casi desechados en otros países, en otros puertos, porque obviamente supone un costo mucho menor al de fabricar una nueva nave”.

Con la renovación, habría más empleo

El reclamo es por seguridad en el mar pero a la vez apunta a combatir el desempleo. “Porque no debe pasar de largo –dijo el representante de los navales– que esto lo decimos en Mar del Plata que, bien lo sabemos, en el presente es la capital del desempleo en la Argentina: si hubiera renovación de la flota habría trabajo suficiente para crear más de 5.000 puestos de empleo. Con sólo tener que suplir esos 98 barcos viejos a los que me refería, la industria naval tendría en Mar del Plata un buen nivel de trabajo hasta el año 2020”.
Luis Ignoto, una de las voces del sector empresario en el Foro, coincidió con la necesidad de que exista una renovación de la flota –paulatina pero en un tiempo no muy prolongado–, pero advirtió sobre dos condiciones indispensables que deberían darse para que las empresas encaren la transformación, invirtiendo: financiamiento y una política que posibilite a breve plazo recuperar y potenciar la industria pesquera.
En el mundo, prácticamente no existe un caso como el de Argentina que no establece límite a la vida útil de un barco. España, país en muchos aspectos modelo para la actividad portuaria-pesquera, impone por ley requisitos y un tiempo menor al de 30 años que ahora se propone desde Mar del Plata.
“Hasta somos generosos con nuestro planteo –estimó de Filippi– al hablar de un límite de treinta años, porque somos conscientes que no se puede arreglar de la noche a la mañana el desastre que sucesivamente fueron provocando las políticas pesqueras, o la falta de ellas, de los gobiernos que se sucedieron en las décadas del 80, 90 y también a lo largo de los últimos 15 años”.