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La Ciudad 28 de agosto de 2017

“Los consumidores eligen un producto o servicio sustentable sobre el que no lo es”

La Fundación Ecologista Verde dará una charla hoy en Mar del Plata, especialmente orientada al sector turístico. Una aproximación a la tendencia, según su director, Juan Manuel Velasco.

La Fundación Ecologista Verde nació en 2008 para trabajar en la promoción del desarrollo sustentable. En 2014 comenzó a realizar actividades en conjunto con la entidad Rainforest Alliance organización internacional de la sociedad civil que promueve el consumo responsable en todo el mundo focalizándose en los sectores turístico, agrícola y forestal, de la que desde 2016 son representantes oficiales.

La fundación, que cuenta con referentes en Mar del Plata, realizará hoy un seminario denominado “Turismo sustentable, el desafío de la empresa turística en el Siglo XXI” y, su presidente, Juan Manuel Velasco, adelantó, en charla con LA CAPITAL, algunos aspectos de la convocatoria.

El encuentro será a partir de las 16, en instalaciones de la Facultad de derecho y estará encabezado por Velasco, junto con la directora ejecutiva Claudia Moy Peña.

– ¿Cuáles son los desafíos del turismo en cuanto a la sustentabilidad y el cuidado del entorno ambiental?

– Como toda actividad económica desarrollada por el hombre, la actividad turística mal implementada puede tener impactos negativos en el medio ambiente y en la sociedad. A modo de ejemplo puede producir contaminación del aire por las emisiones de gases de efecto invernadero que producen los traslados de las personas, el consumo de energía eléctrica y la generación de residuos dispuestos sin ningún tipo de separación previa o tratamiento; la contaminación del agua por la disposición en el océano, en cuerpos de agua o en pozo ciego de efluentes cloacales; la contaminación de la tierra por la mala disposición de los residuos; el vertido inadecuado de residuos tóxicos o peligrosos usados en las operaciones; la erosión o deterioro de los paisajes naturales y el mal uso o despilfarro de los recursos.

– ¿Y en cuanto a lo social?

– Puede promover voluntaria o involuntariamente, por acción o por omisión, prácticas muy dañinas para la sociedad como la explotación sexual comercial infantil, la trata de personas (en especial el proxenetismo y la prostitución), la discriminación, la misoginia y la violencia de género y el tráfico y consumo de drogas ilegales; o incumplir con las normativas laborales de nuestro país y con el convenio colectivo de trabajo del sector, sometiendo a sus trabajadores a un mal ambiente laboral; o desentenderse y no involucrarse en la promoción del desarrollo de la comunidad local.

Lo primero que una empresa turística debe entender para ser sustentable es que, además de una excelente calidad de servicio que le permita obtener al cliente una mayor satisfacción que la esperada por el servicio ofrecido, también debe desarrollar programas de cuidado del ambiente y manejarse con responsabilidad en materia social, respetando y promoviendo el respeto de los derechos de las personas y participando e involucrándose en el crecimiento y el desarrollo sustentable de la comunidad de la que forma parte.

– ¿Qué aspectos tiene que tener en cuenta la agenda ambiental de las empresas turísticas?

– Deben preocuparse por la reducción y compensación de los gases de efecto invernadero (promotores del cambio climático) que emiten, tanto la propia operación como la que generan los turistas que utilizan sus servicios; el uso racional del agua, el consumo eficiente de la energía, la gestión responsable de los residuos sólidos y líquidos que genera, la reducción del uso de productos tóxicos, el aumento del uso de productos biodegradables y orgánicos; y la adopción de medidas preventivas que reduzcan al mínimo posible la posibilidad de contaminar el medio ambiente.

– ¿Qué rol debe jugar el Estado en la constitución de la agenda ambiental turística?

– En realidad, nosotros creemos fundamentalmente en el rol autorregulador del sector privado y en el poder del consumidor para exigir que las empresas sean cada vez más sustentables. El gobierno debe acompañar, promover, ayudar a las personas a conocer que están consumiendo cuando compran un producto o servicio, promover el compre local y la sustentabilidad; y, fundamentalmente, dar el ejemplo. Para los consumidores, la sustentabilidad es una elección consciente, para las empresas es una necesidad imperiosa de adaptación a las nuevas demandas de los consumidores, y para el Estado es una obligación ética y moral.

– ¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de Mar del Plata en cuanto al turismo sustentable?

– Mar del Plata cuenta con una gran fortaleza que es la experiencia de su sector turístico. Tanto los empresarios como los trabajadores conocen muy bien el significado de la calidad de servicio y la importancia de adaptarse a las exigencias y requerimientos de los clientes. Asimismo, es una hermosa ciudad con un patrimonio histórico y cultural muy interesante y con un atractivo natural indudable que se ha mantenido en lo más alto de las preferencias de los argentinos desde hace décadas.

La principal debilidad radica en la falta de una planificación sistémica del destino que agregue valor a la tradicional oferta turística de la ciudad incorporando prácticas sostenibles. Este es un desafío hermoso e interesante para Mar del Plata que traerá mayores beneficios económicos y sociales para toda la comunidad. Hoy cuentan además a nivel local con la ayuda de Rubén y Victor Llanos, que han sido formados por nosotros para poder implementar las prácticas sostenibles que exigen todos los estándares de sustentabilidad turística a nivel global.

– ¿Todo emprendimiento turístico debería ser ambientalmente sustentable?

– Esa es la tendencia mundial: que las empresas turísticas sean ambiental y socialmente responsables. Hoy los consumidores ya tienen la práctica de elegir aquel producto o servicio sustentable sobre el que no lo es, siempre que no exista una diferencia de precio o la diferencia de precio sea razonable. Llegará el día en que todo el sector turístico se maneje de manera sustentable, pero hoy es importante destacar a aquellos equipos de empresarios y trabajadores que se animan a enfrentar este desafío. Es por eso que existen las certificaciones: para ayudar a los consumidores a diferenciar que empresa o que producto es sustentable y cual no lo es. Y para ello no alcanza con autocalificarse como sustentable, es necesario que algún actor externo confiable para el público así lo certifique.