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Opinión 1 de julio de 2016

Los economistas suponen que traerá algunas buenas noticias, pero a medida que se avance

En este inicio del segundo semestre, en el que el Gobierno centró de inicio las expectativas para una mejora de la economía, los analistas no parecen ponerse de acuerdo acerca de cuándo realmente se concretará la esperada reactivación y la llegada de las inversiones, aunque consienten que no será ya mismo.

El economista Agustín Monteverde le dijo a DyN que él vislumbra “un segundo semestre muy pobre” en materia de actividad económica y, aunque ve una inflación “a la baja”, pronosticó que cerrará este año en 35 por ciento, 10 puntos por encima de la pauta oficial.

En tanto, para su colega Ramiro Castiñeira, de Econométrica, el problema es que “no resulta fácil la situación heredada y por eso no reacciona rápido la economía”.

Según su visión, el Gobierno “hizo mucho en el primer semestre y se corrigieron errores de los últimos cuatro años”, lo que “nos salvó de una crisis importante” y se logró “volver a ser una economía de mercado” pero, “el costo de esto es una recesión”.

Por su parte, el titular de la consultora abeceb.com, Dante Sica evaluó que recién en el tercer trimestre de este año habrá un “freno en la caída” de la economía, mientras que recién en el cuarto habrá una “tenue mejora”.
Para Monteverde, no habrá “una recuperación de la actividad con algún grado de significación. La industria, salvo algún repunte vinculado a la maquinaria, está en recesión. En el consumo tampoco hay que esperar un boom”, auguró.
En materia de inversiones, planteó que en la segunda mitad del año “se empezarán a ver algunas, pero tampoco nada significativo”.

En este área, prevé que “algunas actividades acarrearán inversiones recién en 2017″.

Según su análisis, el gobierno de Mauricio Macri no realizó reformas estructurales de ningún tipo y eso llevó a que no se observe una recuperación importante” y cuestionó que la actual gestión se enfocó “en como cubrir el déficit fiscal en lugar de reducirlo, o eliminarlo”.

“Hay que estudiar el gasto estructural y reformular el Estado, no es cuestión de solo sentarme en la caja”, señaló Monteverde, quien también abogó por una “drástica reforma tributaria para reducir la presión impositiva”.
A criterio de Castiñeira, finalmente fue un “error del Gobierno” poner tanto énfasis en el “segundo semestre” porque “no hay un día D para que la economía cambie notoriamente” dado que aún hay “una lista significativa de tareas por hacer” en el actual escenario “con un gasto público completamente desbordado”, elevado déficit fiscal y una presión tributaria “record”.

Según Castiñeira, “para que la economía arranque y haya inversión privada, creo que todavía falta”.
Desde los números, Sica estimó que el PBI tendrá una caída de 0,8 por ciento en 2016 y que en 2017 se registrará una recuperación de 3,8 por ciento, con una inflación promedio de 1,7 mensual.

“No creo que este año haya una baja del déficit fiscal”, explicó el consultor, quien consideró que 2016 terminará con un rojo del sector público del orden de 4,8 por ciento.

DyN