CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 16 de abril de 2018

“Los espacios sindicales son muy difíciles de abrirse a las mujeres”

Adriana Donzelli fue elegida la nueva secretaria adjunta de la CGT local. Aseguró que su elección respondió a una necesidad "de la realidad" y de romper con las tradicionales "estructuras machistas".

Adriana Donzelli secretaria adjunta de la CGT.

Nombrada nueva secretaria adjunta de la Confederación General de los Trabajadores de Mar del Plata (CGT), Adriana Donzelli habló con LA CAPITAL sobre la necesidad de que cada vez más mujeres puedan acceder a puestos de liderazgo y conducción. También destacó el “difícil contexto” que atraviesan los trabajadores y sobre los que se comprometió a trabajar junto a la nueva composición de la Central Obrera, encabezada por el dirigente Miguel Angel Guglielmotti.

La docente y dirigente del gremio docente Sadop aseguró a este medio que asume su cargo “con una responsabilidad muy grande pero con mucho entusiasmo porque esto viene como resultado de una necesidad de unidad y una necesidad de repensar la manera en la que nos organizamos los trabajadores”.

Espacios difíciles

Según señala Donzelli, la propuesta llegó de la mano de Guglielmotti, quien depositó en ella la confianza para llevar adelante una nueva etapa en la conducción de la central obrera. Su trayectoria dentro de un gremio que viene protagonizando uno de los conflictos más fuertes con los gobiernos provincial y nacional aseguró que favoreció a su elección.

“La verdad que la propuesta me sorprendió gratamente porque uno sabe que son estructuras que suelen ser muy machistas. Los espacios sindicales son muy difíciles para abrirse a la participación de las mujeres, pero evidentemente en Mar del Plata se dio un gesto en ese sentido y pensando en un futuro que tiene que ver en los trabajadores”, señaló la flamante secretaria adjunta.

Para ella, que las mujeres estén en lugares de decisión y de representación sindical solo representa “lo natural, lo lógico y lo imprescindible teniendo en cuenta que en el universo del trabajo, la mitad de las personas que lo conformamos somos mujeres”. Y agregó: “Esta decisión responde a las necesidades de la realidad y así lo entendieron todos los sindicatos”.

La dirigente evidenció así la importancia de “salirse del estereotipo que señala al sindicalismo como una cosa de hombres y demostrar que las mujeres también podemos ser combativas y sensibles en la lucha”.

De todas maneras, reconoció que resulta difícil para las mujeres compatibilizar la actividad sindical con los roles asignados al género como lo son el cuidado de la familia y la casa. “Generalmente se termina resignando o el proyecto familiar o el laboral y sindical. Entonces el desafío es construir una forma de participación que contemple las necesidades de las mujeres y a la vez reformule la distribución de roles tanto familiar como socialmente”, instó.

La dirigente también reconoce que asume en el marco de un “proceso de unificación” dentro de la Central y ante un contexto que describe como “complejo”, sobre todo por lo expuesto en los últimos datos del Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) que posicionan a Mar del Plata en la ciudad con mayor índice de desocupación.

“Teníamos que dejar las diferencias y discusiones en un segundo plano porque los trabajadores precisaban de nuevas respuestas”, señaló.

La inclusión de jóvenes

Donzelli también destacó que, en este intento de “romper con lógicas instaladas”, se comenzó a percibir un incremento de los jóvenes en lo que respecta a la participación sindical.

“En la lista de la CGT que se constituyó el pasado 12 hay muchísimas personas que tienen un promedio de 30-35 años. Los dirigentes históricos de los sindicatos que tienen una participación más activa consideraron dejar el espacio a los más jóvenes, sabiendo que tienen mucho para dar y representan un nuevo empuje”, señaló.

Esto es visto por Donzelli como algo “muy importante”, en especial por entender que se trata de un “contexto muy difícil en lo que respecta a las condiciones de trabajo y de vida en Mar del Plata donde era necesario repensar la organización”.