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Arte y Espectáculos 23 de julio de 2017

“Los humoristas tenemos muy poco trabajo, los políticos te hacen el sketch”

Con su marca humorística, Enrique Pinti llegará a Mar del Plata el sábado próximo para poner en escena un monólogo en el que repasa los eternos dilemas de los argentinos y de sus representantes.

por Paola Galano
@paolagalano

“Otra vez sopa!”, dice Enrique Pinti sobre la actualidad política argentina, en un espectáculo con su ya clásico humor político que llegará a Mar del Plata el sábado que viene al escenario del Teatro Bristol (Santa Fe 1751).

Dueño de un estilo verborrágico y siempre crítico que mostró en su memorable “Salsa criolla” y en otros espectáculos como “Candombe nacional”, Pinti llegará ahora con un monólogo de humor en el que repasará los karmas argentinos: desde los furcios más ríspidos del actual gobierno a las deficiencias que tuvieron otras administraciones, sin dejar de lado los hitos de nuestra historia reciente (Domingo Cavallo y el corralito, De la Rúa y su helicóptero, Chacho Alvarez dando el portazo y otros tantos).

“El título del espectáculo lo dice todo: ‘Otra vez sopa’. Es la repetición constante que tiene la historia argentina y todos los temas que he tratado a lo largo de más de treinta y cinco años en todos mis espectáculos, tienen actualidad porque son los temas eternos. No son los mismos monólogos, son los mismos temas”, explica el humorista y actor, que estrenó el show en enero último en Buenos Aires.

– ¿Qué temas son los que siempre vuelven?

– Los eternos. Por qué ocurren cosas que no deberían ocurrir, por qué no hay luz, por qué no hay gas, por qué no hay energía, por qué los precios son siempre los más caros del mundo, esté quien esté en el gobierno y se lleven cómo se lleven con el dólar, si uno a uno o veinte a veinticinco… En los últimos cuarenta años es el país que va del dólar uno a uno al dólar disparatado, porque la economía no tiene una línea coherente, lo gobierne quién lo gobierne. Siempre parecen diferentes todos los gobiernos: el kirchnerismo con su populismo, éstos con la ultraliberalidad, que también la tuvimos con Menem y también la tuvimos en el proceso militar con Martínez de Hoz. Siempre terminamos como el culo, siempre terminamos con los precios altos, con el combustible que sube, con los impuestos que son impuestos de Europa y los derechos que son de Africa. Pagás un huevo para que no te den nada, directamente.

No quiere decir que yo esté en contra de la política, porque sin política no hay democracia. Pero que nuestro ambiente político no está a la altura de nosotros como ciudadanos, mirá que no somos una joya, pero no están ni siquiera a la altura nuestra.

– ¿Cómo ve al pueblo, a los ciudadanos, menos aguantadores, más rebeldes?

– La gente está bastante harta, veo que hay hartazgo. En otra época fuimos muy sumisos y nos tragamos todo, pero era también porque de una u otra manera la gente se las podía arreglar haciendo changas, haciendo malabares, ahora ni la changa funciona y entonces lógicamente se le acaba la paciencia a la gente, está un poco más impaciente y de una manera positiva está más participativa y de otra manera más violenta. Los que no tenemos un problema económico fuerte, los que no estamos acosados por las deudas podemos tener la calma, entre comillas, de analizar la situación. La gente que no tiene trabajo, que no llega a fin de mes y no puede cubrir la educación de sus hijos, no puede pagar la luz y el gas lógicamente putea de lo lindo. Y lo que sí pasa es que una gran parte del pueblo dice ‘yo estoy muy mal pero no quiero volver atrás’. Y otra gente dice ‘estoy tan mal que no tendría inconvenientes en volver atrás’. Esa es la opción que tienen en estas elecciones que hay ahora, elegir entre darles una oportunidad más a esta gente o preferir que vuelvan los otros.

“Una especie de ‘segual'”

– ¿Le está costando hacer humor en estos tiempos?

– No, para nada. Yo siempre hice humor crítico. El humor es fundamental, no hay que perderlo nunca, pero el humor también sirve para poder tener una perspectiva. A través del vidrio deformante del humor uno puede aclarar más las cosas. La gente está huyendo un poco de los espectáculos en los que les hablan demasiado, porque hoy en día la política ocupa muchos minutos de televisión, antes había programas políticos de vez en cuando, en cambio ahora todo es política, hasta los shows de espectáculos y los magazines están en un sesenta por ciento dedicados a la realidad política o a la realidad social. La gente está tan saturada. Y de repente los espectáculos como el mío que hablan directamente de la realidad por ahí tienen un poco más de resistencia. Dicen ‘esto ya lo escuché como ochenta veces’. El gusto del público va por el gran espectáculo, aunque las localidades sean caras, son espectáculos más livianos que ayudan a olvidar un poco lo que ocurre. Los que hacemos un humor más crítico la tenemos más difícil.

-¿Cómo lo ve al presidente Macri?

-Para mí es una persona que no tiene altura política, de ninguna manera, no tiene nada, es un empresario que ha tenido suerte, nada más.

– ¿Qué equivocaciones observa de este gobierno?

– Equivocaciones veinte mil. Ellos tienen como detalle positivo, que lo explotan siempre, decir “Cometemos errores y los reconocemos”. Pero los errores son muy gruesos. No puedo creer que una vicepresidenta que está en una silla de ruedas haya tardado seis meses en decir “me parece que hicimos mal en sacar las pensiones a los discapacitados”. Es algo que parece una cargada. Hay errores que son tremendos, algunos son para el ridículo, no hacen a la función de gobierno pero sí hacen a la frivolidad. El día 25 de mayo se hace el desfile militar, con todo el ejército en el palco, con todo el gobierno y ponen “25 de Mayo de 1816”. Eso implica una falta total y absoluta de rigor. Cualquiera pone cualquier cosa. Hay una especie de “segual”, como decía Minguito. Cada gobierno tiene su impronta de bestialidad: los kirchneristas son para escribir veinte tomos porque estuvieron doce años. Lo mismo que la Alianza. La verdad, qué querés que te diga, los humoristas tenemos muy poco trabajo porque ellos (los políticos) te hacen el sketch…

– ¿Alguna vez sufrió censura?

– Censura nunca, desde el retorno de la democracia en el ’83 en que empecé a hablar con mas libertad, nunca.

– Eso habla bien de la institucionalidad…

– No, es descuido. No sirven ni para eso.

– A partir de señalar los temas eternos del país, ¿considera que tenemos solución?

– Nosotros no estamos para encontrar soluciones. Los ciudadanos estamos para hacer dentro de nuestro campo lo mejor que se pueda, nuestro trabajo. Cada uno tiene que hacer lo que cree que sabe hacer, eso de decir que en vez de quejarme me dedico a la política, es como decir que porque hicieron mala praxis a mi mamá voy y opero yo. No es así, hay que estudiar… La medicina es algo serio, la política es algo serio, actuar es algo serio, el arte es algo serio. Cada uno tiene que hacer lo que cree que puede hacer mejor para su sociedad.