La Ciudad

“Los indicadores de anti política están en 7 de cada 10 argentinos”

El consultor político Daniel Ivoskus y la analista de opinión pública Shila Vilker señalaron que "el voto grieta, está arriba de un 70%" y pronosticaron escenarios "de mayor tensión".

Por Hernán Kloosterman

En una clima de tensión política en aumento y con escenarios que cambian rápido, resulta muy difícil anticipar un panorama para las próximas elecciones. No obstante, los sondeos y análisis de opinión pública pueden arrojar algunos indicios del termómetro de la sociedad en ese plano.

En ese sentido, el consultor político Daniel Ivoskus y la analista de opinión pública, Shila Vilker, deslizaron algunos datos interesantes en su paso por Mar del Plata días atrás.

“Los indicadores de anti política están en 7 de cada 10 argentinos”, destacaron en una entrevista con LA CAPITAL, en la que también pronosticaron que “vamos a escenarios de tensión y las tensiones son para adentro de las coaliciones”.

En la misma línea, explicaron que en los dos espacios mayoritarios están disputando “quién se queda con la candidatura, antes de pensar cómo ganar”.

Ivoskus y Vilker estuvieron en la ciudad para presentar la Cumbre Mundial de Comunicación Política, que se realizará en el país en octubre, y lo hicieron charla abierta en Fasta. La irrupción de las redes sociales, el diseño de las campañas políticas y la polarización fueron algunos de los ejes que abordaron.

– ¿Este fenómeno de crispación y grieta que hay en la Argentina, se replica en otros países?

– DI: Sí. Lo que es patrimonio de los argentinos es la palabra grieta, no así los escenarios de híper polarización. Se puede ver en países cercanos como Brasil. En Perú, Pedro Castillo sacó 16% en la primera vuelta y se convirtió en presidente después. En Colombia y Ecuador pasó algo similar.

– SV: Es un proceso de híper fragmentación y dinámica polarizante. Son candidatos que llegan con un caudal pequeño y se ven empujados por la dinámica polarizante. En Argentina algo de eso también pasa y se ve en el caos de la oposición con mucha claridad en la disputa por los liderazgos. Se ve esta dispersión de las adhesiones y la aparición de los outsiders. Todo eso va configurando un programa donde la dinámica polarizadora sigue ordenando el tablero pero con escenarios cada vez más fragmentados.

– ¿Se percibe un rechazo notorio de la sociedad a la política o no?

– DI: El cansancio existe pero también existe la grieta que pareciera contradecirla. Son los mismos, que van cambiando. Hoy el voto grieta, está arriba un 70% por lo cual lo de que la gente se cansó, es relativo.

– SV: Voto grieta suma más de 70. En 2019 sumó más de 90 por lo que también empieza a mostrar limitaciones. El otro fenómeno a considerar es que los núcleos duros suman 40%. Después hay un tema adicional que es que los indicadores de antipolítica están en 7 de cada de 10 argentinos. Y eso muestra un poco la crisis del lazo entre ciudadanía y dirigencia. Entonces, por más que el voto grieta esté en 70%, ese pensamiento también subyace y formatea el comportamiento electoral.

– A la hora de comunicar política, ¿qué rol tienen hoy los medios tradicionales? ¿Fueron superados por las redes sociales?

– DI: Hay un error de tratar de creer que las redes vinieron a reemplazar a los medios. Lo concreto es que todo proceso de discusión pública o campaña electoral se basa en tres grandes columnas vertebrales: la calle, los medios y el mundo digital. En ese mundo hay muchas redes sociales y cada una tiene una estrategia distinta. La claves están asociadas a la combinación de esos tres grandes ejes. No sirve hacer sólo redes, o sólo estar en los medios o sólo la política tradicional. Con las redes sólo no alcanza. Y el mal manejo de las redes a veces genera crisis. La mayoría de los escándalos políticos en el mundo nacen en las redes.

– Se consolida la tendencia de audiencias que buscan “la noticia deseada”, es decir escuchar sólo los medios afines a su pensamiento.

– DI: Eso es el sesgo de confirmación: yo miro para confirmar lo que pienso o lo que me gustaría que pase.

– SV: Y está potenciada por la dinámica del algoritmo. En algunos estudios nos sorprendíamos, como en el caso de los libertarios. Hay pibes que consumen bajo la dinámica “maratón Milei”. Ven un video y automáticamente el algoritmo les trae otro. La pregunta es hasta qué punto se puede intervenir desde el diseño de una campaña en esas burbujas donde se pueden planear muchas cosas pero no el algoritmo. Cada vez hay audiencias más encerradas con el sesgo de confirmación, con un fenómeno de espejo con personas que opinan igual. Los desafíos de las campañas contemporáneas es plantear cómo romper eso.

– A un año de las elecciones, ¿se puede trazar hoy algún panorama?

– DI: La sociedad vive en la era de la inmediatez. Hoy no es la misma Argentina de hace 45 días. El suceso del ataque a la vicepresidenta cambia y puso el híper liderazgo de Cristina en la escena pública. Entonces, es imposible saber qué va a pasar el año que viene.

– Si bien falta, ¿llegaría muy complicado el gobierno para ir por la reelección?

– DI: Si las elecciones fueran este domingo, el gobierno llega complicado. Consiguió un respiro económico para dejar de caer y poder pensar hacia adelante. Ahora, si la elección fuera este domingo, es una elección de cambio. Hay que ver el contexto y la coyuntura. Si la elección hubiera sido a los dos meses de la pandemia, Alberto Fernández hubiera hecho una elección histórica.

– Más allá del fenómeno libertario, ¿se nota una caída en el acercamiento de los jóvenes a la política?

– SV: Hay una valoración más baja de la democracia. Todos los indicadores que muestran salud democrática están más sólidos en los mayores que en los jóvenes, lo cuál debería llamar la atención y preocuparnos. En Argentina y Latinoamérica.

El atentado a Cristina “acrecienta la grieta”

En base a los primeros sondeos realizados, Daniel Ivoskus y Shila Vilker señalaron que el atentado a la vicepresidenta “acrecienta la grieta y dentro de ese aumento, la figura de Cristina vuelve a una centralidad indiscutible”.

Si bien aclaró que las mediciones fueron “en caliente”, Shila Vilker señaló que la conclusión es que hubo “un rebote favoreciendo a los extremos en general, a las figuras más duras dentro de cada espacio”. Además, remarcó como dato “muy alarmante” la dificultad para la convivencia.

“La dinámica que veníamos viendo se mantiene o se intensifica. Hay una tendencia a una polarización más acentuada y a mayor dificultad para la convivencia”, definió y para graficar reveló que “de un lado, la palabra que más se expresa es odio y del otro, circo y farsa”.

“Es una sociedad donde la sospecha reina”, concluyó.

Por otra parte, Daniel Ivoskus lanzó su libro “Matrix Política. La construcción del candidato”.

Respecto a este concepto señaló que construir en poco tiempo un candidato “depende de si hay lugar en la sociedad para que aparezca” ya que “a veces están ocupados esos lugares”.

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