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Interés general 2 de febrero de 2018

“Los populismos no tienen un pensamiento económico compatible con la salud fiscal”

El ex canciller habló de la temática de la villa y las drogas que eligió para su novela. Además, opinó del gobierno, de la oposición y dijo que no extraña la política: "Desempeñarla con compromiso es una cosa ingrata", aseguró.

Rafael Bielsa cuenta que conoce las desde villas de muy chico. Su formación católica lo llevó a misionar a los lugares más carenciados y a toparse con una problemática que creció hasta convertirse en uno de los flagelos más importantes de la Argentina: la droga. Entonces, no resulta extraño que el ex canciller haya elegido esos ejes para desarrollar Rojo Sangre, la novela que presentó ayer en Mar del Plata.

Entre ficción y realidad, Bielsa se sumerge en un mundo de marginalidad, violencia, corrupción politica y guerra entre bandas por la disputa del territorio. “El libro está escrito de adentro de la villa para afuera”, le dice a LA CAPITAL quien fuera canciller durante el gobierno de Néstor Kirchner. Además, el rosarino aseguró que no extraña la política, habló del gobierno actual y aseguró que el campo nacional popular se debe una autocrítica. “Los populismos no tienen un pensamiento económico compatible con la salud fiscal”, afirmó.

¿Qué lo motivo a escribir un libro con esta temática?

A mi siempre me interesó el tema de la villa, de chico

Era una villa completamente distinta a la de ahora. Había cultura del trabajo: todo el mundo tenía trabajo. Rosario era una ciudad industrial y había laburo para todos. De ahí la frase: estudias o trabajás. Eso quería decir que había trabajo y escuela. Ahora no hay trabajo y tampoco hay escuelas.

Es un tema que siempre me atrajo. Se forma una cultura distinta que hay que entenderla. El lenguaje empieza a trabajar con formas que no nos son conocidas. palabras propias. Además, cada vez me gusta más la narrativa. Yo vengo de la poesía, del cuento. Y la novela te permite un cuadro más completo de eso que queres decir.
Y el libro está escrito de adentro de la villa para afuera. Yo voy mucho y escucho y pregunto mucho. Tengo un grupo de personas que viven en la villa. O sea que no es una problemática que a mí me la haya contado nadie.
La realidad del libro no está situada en una ciudad en particular. Pero el problema es que se reproducen mucho y cada vez son más. Siempre en centros urbanos densamente poblados.

El gobierno hizo mucho hincapié en la lucha contra el narcotráfico. ¿Qué le parece?

Es el abordaje represivo. No me parece mal, es sumamente elogiable lo que hace la gobernadora en su lucha contra la corrupción policial. Ahora, la corrupción policial no se agota en la participación en el narcotráfico, es mucho más amplio.
En segundo lugar, el fenónemo del narcomenudeo es mucho más un fenónemo social que penal.
Hablar del fenómeno del consumo y narcomenudeo, sólamente desde la optica represiva, es comprar un autoengaño. El problema es más amplio, más caro, más complejo y más largo. No se arregla sólo con una medida de endurecimiento.

¿Extraña la política?

En primer lugar, yo no la dejé. La política, me dejó. Perdí dos elecciones. Una como diputado en Buenos Aires contra Macri y otra contra Binner en Santa Fe. Tampoco se puede estar cansando al electorado. La política a mi me dio la espalda.
Lo segundo. Uno no deja de pensar en política en el sentido de cambiarle la realidad a los que más necesitan, y eso lo voy a hacer hasta el día que me muera. Y lo tercero que no. No la extraño para nada. Desempeñar la política con compromiso es una cosa extraordinariamente ingrata. Es áspera, es injusta, da pocas compensaciones afectivas. Extrañarlo sería un rasgo patológico, no lógico.

¿Cuál es su visión del gobierno actual?

Por supuesto no lo voté y no lo voy a votar. Dicho esto, y manteniendome en el miso lugar en el que estuve siempre que es el peronismo, y a partir del 2002 el kirchnerismo, no está haciendo nada que yo no hubiera previsto que fuera a hacer. El tema es si esa receta puede dar un resultado positivo en la Argentina, tomando en consideración lo que hizo en otros países parecidos esa receta. No conozco a ninguno donde haya andado. Ojalá que ande porque amo la Argentina y quiero que le salgan las cosas bien.
Ahora, no voy a entrar en esa cosa incendiaria, de hablar mal todo el tiempo, de enojarme, de descalificarlo. primero porque sé que no conduce a nada Y lo segundo, porque esto se dirime en elecciones. Entonces, en la medida que usted no tenga una propouesta que enamore, se las van a seguir ganando. Y en tercer lugar, el sector nacional y popular, al cual pertenezco, se debe una autocrítica.

Los populismos no tienen un pensamiento económico que sea compatible con la salud fiscal y de la balanza comercial. Entonces, en la medida que no lo tenga, no son sostenibles en el mediano plazo. Y lo tiene que tener y desarrollar.
El diagnóstico de un país está en las aulas, en los tribunales y en las prisiones. Si esas tres cosas están mal, el país está mal. Y para que esas cosas estén bien, hay que ser moderno. Eso es un esfuerzo y yo no veo que el sector al que pertenezco lo haya hehco y lo esté pensando hacer. Y descarto que el actual gobierno no tiene esa receta.

¿Esperaba más del kirchnerismo como oposición?

Hay procesos. Una cosa es ser una oposición que se construya de la nada al todo y otra cosa es que se construya del todo, a la interperie. Son muy distintos.
Los procesos opopsitores que cambian una ecuación, se construyen de menos a más. Y el kircherismo, hoy es menos. No veo que estemos yendo de menos a más. Y ese modelo dejó de enamorar. El secreto es que hay que enamorar diciendo la verdad. Néstor decía: quiero tener deudores y no acreedores y trabajó para eso.
Luego, era un tipo que todos los dias seguía la recaudación. El quería siempre gastar menos de lo que el estado recuadaba. Son medidas que constuyero un presitigo social que duro doce años. Entonces yo no voy a habar mal del lugar al que pertenecí, pero sí puedo decir que cuando uno pierde un lugar, algo hizo para perderlo. Y si lo quiere recuperar lo que tiene para pensar es que tiene para decirle a la gente. No alcanza para decirle: lo que está enfrente es débil.

¿Cristina seguirá liderando la oposición?

Eso va a depender en primer lugar de ella. Compitió con una forma que fue por fuera del peronismo. Entonces, dependerá mucho si aspira a volver al peronismo donde siempee tiene la herramienta de las primarias para legitimarse.
Sino quiere entrar para no dar la interna, es una decisión. Y a mí me parece irrespetuoso irrumpir en las decisiones que va a tomar.
Y también hay que oensar otra cosa: como se vencen las conservas, se vencen las ideas. Eso no quiere decir que se venzan los principios que apoyan esas ideas. Yo sigo creyendo que la soberania politica, la independencia
econocia y la justicia social, son deseables para el país en el que quiero que vivan mis hijos. Ahora, esos son los principios, las ideas de como poner eso en practica cambian porque el mundo cambia.



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