El intendente planea enviar al Concejo el presupuesto, el pliego del transporte y las designaciones en los juzgados de falta. Algunos serán tratados por la próxima composición legislativa. Otros por la actual. Mientras, avanza la prórroga de la recolección y la licitación del medido.
Por Ramiro Melucci
Aunque pase inadvertido, gran parte del tramo final de la gestión de Guillermo Montenegro y el inicio de la de Agustín Neme se discute en el Concejo Deliberante. Mientras la dirigencia política se abocaba a la campaña, la administración local envió al cuerpo deliberativo una sucesión de expedientes cuya resolución impactará en la próxima gestión.
El principal es la concesión más onerosa de la Municipalidad: la prórroga del contrato con Transportes 9 de Julio, la empresa recolectora de residuos, de más de $5.000 millones mensuales. El proyecto busca extenderlo por al menos dos años, con la posibilidad de sumarle otros dos, en el marco de una declaración de emergencia por el mismo plazo. Tal emergencia, según el municipio, surge a raíz del reclamo del Sindicato de Camioneros de exigir la indemnización de los trabajadores. En el razonamiento oficial, de ese modo se evitará el pago de una cifra que la comuna no tiene y garantizará la continuidad de un servicio esencial como el de higiene urbana.
Más allá de los fundamentos a favor y en contra de la causa que esgrime el Ejecutivo para la declaración del estado de emergencia, el proyecto dibuja un gran signo de interrogación en el horizonte. ¿Cuándo estarían dadas las condiciones para una nueva licitación, si al acercarse la finalización de cada contrato el gremio reclama las indemnizaciones de trabajadores que podrían tener su continuidad laboral garantizada? Nadie lo sabe. Lo evidente es que Montenegro, que combatió con denuedo a los municipales en 2024, evitó este año presentarles batalla a los camioneros.
El proyecto logró un rápido dictamen de comisiones, propiciado por la mayoría que aún mantiene el oficialismo (PRO-UCR-Coalición Cívica) y las abstenciones de algunos de los bloques opositores. El único que votó en contra fue Unión por la Patria.
Montenegro, que combatió con denuedo a los municipales en 2024, evitó este año presentarles batalla a los camioneros.
El interbloque oficialista también dio la semana pasada, en la Comisión de Movilidad Urbana, el primer paso para adjudicar la concesión del sistema de estacionamiento medido a Boldt Tech. Como en la recolección, funciona la mayoría y se opone el kirchnerismo. La gran diferencia es la postura del aliado entrante, La Libertad Avanza: en el expediente de los residuos se abstiene, en el del medido aprueba con elogios a la gestión. “En abril trabajamos muchísimo el pliego y ahora pudimos ver cómo se ha plasmado el espíritu de lo que se había trabajado”, dijo Cecilia Martínez, la presidenta del bloque de LLA y futura senadora provincial.
El único de los expedientes de este primer paquete que no prosperó aún es la prórroga de los incentivos a la industria de la construcción, reclamada por el foro del sector y estancada en la Comisión de Legislación a la espera de que el Ejecutivo responda un pedido de información.
El viernes, en dos instancias administrativas en el Museo Scaglia, el Ente de Turismo dio nuevos pasos para las licitaciones de Playa Redonda y Santa Isabel, pero no avanzó con Playa Acevedo, cuya apertura de sobres había sido suspendida. Entre los proyectos se sumó en los últimos días el pedido de autorización para las concesiones de las playas Cardiel y Faro Norte, en el contexto de una discusión más amplia por el frente costero, que incluye la disputa judicial con la Provincia por la municipalización de Punta Mogotes. Una pelea en la que el gobierno local va propinando golpes y que mostró, desde el primer minuto, un objetivo común entre Montenegro y Maximiliano Abad.
Después de las duras derrotas legislativas que sufrió a lo largo de su gestión por el pliego del transporte, el intendente tiene intenciones de presentar un nuevo proyecto. Llegará acompañado por otra prórroga con las actuales concesionarias (el contrato vigente, ya extendido, vence en diciembre).
Entre desafectaciones patrimoniales para levantar edificios, permisos para el uso de espacios públicos durante la temporada y prórrogas para algunos balnearios, es probable que Montenegro defina que esta vez sí es el momento para enviar el Concejo la cobertura de cargos para los juzgados de falta vacantes.
En la mesa chica del intendente trabajan con sigilo para lograr los acuerdos legislativos que permitan aprobar los tres nombres que están en carpeta. La intención es proponerlos antes de la renovación del Concejo, a sabiendas de que hay una mayoría garantizada hasta el último día.
La pelea con la Provincia por Punta Mogotes mostró, desde el primer minuto, un objetivo común entre Montenegro y Abad.
A poco de una sucesión sin precedentes en la historia del municipio (nunca un intendente decidió irse para ocupar otro cargo), una de las posibilidades que hasta hace poco admitían por lo bajo en el entorno del sucesor era la de administrar con el presupuesto 2025 prorrogado.
Pero se impuso otra opción. El secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, trabaja junto a su equipo en el presupuesto 2026, el primero de la gestión Neme. La prórroga que se pedirá será para extender el plazo de presentación prevista en la Ley Orgánica de las Municipalidades (el 31 de octubre) y darle las puntadas finales en un escenario más actualizado de las pautas provinciales y nacionales. Es que Axel Kicillof todavía no presentó el presupuesto bonaerense y Javier Milei desconoce qué porción de lo que propuso en el nacional pasará el filtro del esquivo Congreso.
Pero la intención oficial es enviar al Concejo un nuevo calculo de gastos y recursos antes de la renovación legislativa del 10 de diciembre. ¿Podrá tratarlo esa composición, en la que impera la mayoría? Todo hace suponer que no. Que los tiempos no darán y entonces la del presupuesto se convertirá en la primera prueba legislativa para Neme con la distribución de bancas que dispusieron las elecciones del 7 de septiembre. Una muestra inaugural del grado de articulación de los concejales del PRO con los de la Libertad Avanza, de la predisposición al diálogo de radicales y opositores, de la gobernabilidad a la que aspira el futuro intendente.