Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata
Algo unifica hoy el accionar y la toma de decisiones del intendente, el gobernador y el presidente. Guillermo Montenegro, Axel Kicillof y Alberto Fernández están convencidos que en el marco de esta pandemia, la obligación central es cuidar la salud de la población. Los tres son conscientes de que las consecuencias económicas de la pandemia estarán sobrevolando durante mucho tiempo sobre cada rincón del país, pero nadie quiere cargar sobre sus hombros con el peso de muertes que se podrían haber evitado. En consecuencia, los tres han apostado a extender todo lo que se pueda la curva para que los hospitales no se vean desbordados de contagiados por coronavirus. Aunque eso implique que la economía se vaya desmoronando como un castillo de arena en la pleamar.
Mar del Plata hoy parece una isla en el contexto no ya nacional sino continental. Con una población cercana al millón de habitantes, ofrece el número más bajo de contagios, y ni hablar de casos activos. Al momento de redactarse estas líneas apenas había una persona contagiada. Una mujer de 65 años que está a punto de ser dada de alta. La ciudad está blindada, se trabajó desde el minuto cero en evitar contagios innecesarios especialmente de quienes llegaban desde el exterior del país, pero las autoridades sanitarias saben, y especialmente el intendente, que no se puede ofrecer ninguna ventaja. “Ante el menor error todo se va a derrumbar”, sostienen. Hoy las estadísticas de Mar del Plata son motivo de satisfacción. “Tenemos 17 casos, uno solo activo. La Plata tiene más de 50 con 35 activos y Bahía Blanca 32 confirmados y 26 activos con un tercio de la población de Mar del Plata. Pero esto es apenas una foto. Si los dos pescadores hubiesen estado infectados por el virus tranquilamente podrían haber contagiado a 50 o 60 personas. La línea es muy finita”, argumentan en la secretaría de Salud.
De hecho, en la dependencia conducida por Viviana Bernabei –de una tarea sin descanso en estas horas- nadie quiere subirse al carro de “los buenos números”. En tal sentido recuerdan que cuando todo arrancó en Mar del Plata, el panorama era más que oscuro. “El jueves 12 de marzo tuvimos el primer caso oficial. Apenas 15 días después anunciábamos el segundo fallecimiento. Parecía que se avecinaba una película de terror. Pero esa situación nos sacudió a todos y se extremaron las medidas. Se esta haciendo lo imposible para seguir siendo una ciudad donde el virus no esté circulando. Hoy es así, en este instante. Dentro de un rato todo puede cambiar”, aducen.
Por eso, en la noche del sábado, cuando finalizó el discurso del presidente Alberto Fernández anunciando la extensión de la cuarentena, se multiplicaban los rostros de preocupación en el equipo político y sanitario del municipio. El habilitar salidas recreativas de una hora, hasta 500 metros del domicilio, hacía presagiar que todo se desmadraría. En realidad, el presidente “le pasó la pelota a los gobernadores” para que estos, en cada provincia argentina, contactaran con los intendentes para definir los pasos a seguir. El domingo a la mañana, mientras muchas familias aprovechaban para salir a la calle, pese a que la medida comenzaría a regir a partir del lunes, desde La Plata comenzaron los llamados telefónicos para ir escuchando opiniones. Ya circulaban las fotos de lo que estaba sucediendo en España, donde millones de chicos pudieron salir a las calles con sus padres tras 43 días de confinamiento. “Si esto se replica en Mar del Plata mejor que empecemos a abrir más espacios para atender a los contagiados”, escuchó el intendente de uno de sus principales asesores.
“Es imposible controlar esto. Tengo en estos momentos seis retenes en las rutas, geriátricos, control de precios máximos y los casos delictivos y policiales de una ciudad de casi un millón de habitantes. Si tengo que controlar las salidas hasta 500 metros del domicilio necesito el ejército norcoreano. No somos alemanes. Somos más parecidos a los españoles y a los italianos. Simplemente con leer los diarios de esos países en este mismo instante para ver todo lo que no se debe hacer”, comentaba, a modo de monólogo, uno de los funcionarios consultados por Montenegro. “No podemos, no podemos…Sería tirar todo por la borda”, repetía el jefe comunal antes del mediodía. “No hay alegría que dure algunas horas. Anoche celebrábamos que los pescadores del Scirocco y el Atlantic Surf III habían dado negativos en los testeos lo cual fue un verdadero alivio. Ahora nos cae del cielo esta sugerencia de dejar pasear a la gente…”, se lamentaba otra de las principales espadas del jefe comunal.
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Si bien mayoritariamente marplatenses y batanenses apoyan estas medidas a la luz de los resultados sanitarios que se están obteniendo, el mal humor y el malestar crecen. Se palpa. Por un lado están quienes se hartaron de la cuarentena y confiados en que “no hay circulación viral” en la ciudad, reclaman que se levanten las barreras restrictivas. Y por otra parte, se manifiesta la presión de sectores laborales, gremiales y empresariales se intensifica. “No se puede aguantar mucho tiempo más sin permitir trabajar. Los muchachos no la están pasando bien. Entendemos todo pero también tienen que saber que en Mar del Plata hay algunos empresarios inescrupulosos que aprovechan esta situación y hoy aducen no tener plata para pagar los sueldos.Esta es una olla a presión”, sostienen desde la Uocra.
Los empresarios del sector y desarrolladores inmobiliarios también golpean las puertas del despacho del jefe comunal ofreciendo protocolos de seguridad para que sean elevados a la Provincia a fin de permitir que se reinicien las obras privadas. Sugieren hacer turnos de ocho horas para poder comenzar a trabajar y una serie de recomendaciones tendientes a evitar contagios. En tanto, la preocupación de las autoridades pasa por la circulación y el traslado de los trabajadores. “Estamos trabajando en protocolos para ir cediendo la cuarentena en el sector productivo”, insiste el intendente. Pero hoy el esfuerzo pasa por seguir “cerrando afuera para poder abrir adentro”. En otras palabras, blindar la ciudad para permitir lentamente la reanudación de algunas actividades.
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Claro que los tiempos de los sanitaristas y funcionarios no parecen coincidir con los de centenares de comerciantes. “En mayo estoy imposibilitado de pagar impuestos, no llego a abonar los sueldos de todos mis empleados y tendré que negociar con el dueño del local para que me de plazos. Si esto se prolonga no voy a tener más remedio, y con todo el dolor del mundo, que cerrar definitivamente”, refiere Alberto, responsable de un comercio de la avenida Tejedor donde venden indumentaria y elementos deportivos. Solo un caso de los miles que se reiteran en la ciudad. “Tuvimos un verano bárbaro. Tome más personal. Pero me perdí un fin de semana largo, y Semana Santa por la pandemia. Se me venció toda la mercadería con la que me había stockeado. Parece una pesadilla. Si me decías hace dos meses que viviría esto te hubiese tildado de payaso. De mis decisiones dependen 23 familias. Explicame como haces para dormir a la noche con este panorama”, detallaba por su parte el propietario de un restaurante en el centro comercial del Puerto. Un panorama por demás delicado.
Desde hace dos semanas el intendente Guillermo Montenegro junto al secretario de la Producción, Fernando Muro vienen manteniendo contacto asiduo con cada sector.
Ayer se enviaron los protocolos a Provincia para permiitir la reanudación de actividades de agrimensores, profesionales de las Ciencias Económicas, martilleros, arquitectos y
pinturerías al tiempo que se reenvió el de tejido de punto con una modificación en el protocolo. “Todos los días estamos enviando nuevos protocolos a medida que cada sector lo presenta y es validado por Salud”, se indicó, añadiendose que “estamos analizando Obra Privada (obras a terminar), industria en general, Peluquería y estética; Talleristas en general; Tatuadores; Viveros; Gimnasios y afines; Vinotecas Consesionarias de auto; entre otros”.
Y así como en el sector privado –la pandemia ya afectó a más de 300 mil empleos- se le prende una vela al Estado para que llegue la ayuda de créditos y pago de una parte de los salarios- en la municipalidad también se pasa a depender de la Provincia y de la Nación para poder hacer frente no solo al pago de los sueldos de los trabajadores municipales sino también para cumplir con los servicios básicos. “Se recaudó la mitad de lo que se preveía. Y es hasta lógico y entendible. Dependemos de la llegada de fondos”, reconocen en la secretaría de Hacienda. Por ello, el intendente insistió tanto en sus charlas con el presidente como con el gobernador, que se necesitarán refuerzos económicos no más allá de la próxima semana. De todos modos, los mensajes hacia afuera del despacho comunal intentan llevar calma. “El gobernador nos dijo que nos quedáramos tranquilos, que la ayuda iba a llegar. Va a ser clave cualquier aporte no solo para pagar salarios sino para la compra de insumos de salud. Estamos trabajando codo a codo con Provincia y Nación porque si hay una lección que deja todo esto es que acá nadie se salva solo”, apunta Montenegro.
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Los cuarenta días de aislamiento también generan preocupación entre quienes tienen a su cargo brindar contención a los sectores sociales y económicos mas desprotegidos de la ciudad. Miles y miles de bolsas de alimentos se distribuyeron a lo largo de estos días en los barrios periféricos, en un gran esfuerzo de la comuna, la provincial y la Nación, pero además con el aporte de numerosas entidades, asociaciones, ongs y empresarios. La solidaridad se cristalizó en donaciones pero en estas horas desde distintos comedores barriales se reclama más ayuda porque ha crecido notablemente la demanda. Además, lamentablemente, la política se ve tentada a “meter la cola”, y así ya se registran algunas situaciones de extrema tensión entre quienes quieren capitalizAr esa colaboración quien sabe con que fines.
En el radar de las autoridades aparecen estos reclamos que preocupan. La situación social también comienza a mostrar los primeros conflictos. El lunes hubo protestas sociales y gremiales en la ciudad (rompiéndose la cuarentena). Hubo protestas de organizaciones locales frente a la sede de la secretaría de Desarrollo Social, de docentes frente al Consejo Escolar, trabajadores despedidos de una pesquera reclamando mejoras en las indemnizaciones en el Parque Industrial, y trabajadores de Textilana en el ministerio de Trabajo de la Nación. “Este panorama lamentablemente va a ser habitual. Es todo muy delicado lo que se está viviendo y habrá que apelar a la responsabilidad de los dirigentes para poder contener a la gente. Son horas muy difíciles”, sostuvo un alto dirigente de la CTA Autónoma.
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En tanto, a través de un exhaustivo trabajo de los especialistas de Movilidad Urbana del municipio se determinaron las conductas de marplatenses y batanenses en sus respectivos traslados en lo referente a la utilización del transporte público de pasajeros. Del trabajo se puede determinar la cantidad de gente que se moviliza diariamente en la ciudad en el marco de la cuarentena, los “horarios pico” y las necesidades de readecuar algunos recorridos ante demandas específicas de estas horas. Funcionarios del área presentaron días atrás un informe a los presidente de los distintos bloques del Concejo Deliberante, donde entre otras cosas refirieron que la pandemia del Covid 19, de una manera u otra cambiará el punto de equilibrio del reparto modal adecuado para cada ciudad, por lo cual, advirtieron, amerita trabajar en la búsqueda de ese entorno de movilidad.
Se explicó que en los últimos tres años se registró un promedio diario de 105 mil pasajeros trasladados por día en 405 micros que operan en forma simultánea (de una flota de 424 unidades), siendo marzo, con cuotas cercana al 9,5% de la demanda anual, uno de los meses punta. Abril, en tanto, se lleva el 9% de la demanda anual. La hora punta (hora de máxima cantidad de pasajeros) en un día hábil ronda entre los 25 y los 30 mil pasajeros. En este sentido, se explicó que durante los primeros 10 días de aislamiento durante el mes de marzo, la demanda osciló entre un 5 y un 7% de la demanda habitual. Sin embargo, a partir del 6 de abril, la demanda diaria ha aumentado hasta valores del 15% y se mantuvo entre 30 y 50 mil viajes. Se informó también que la zona que mayor reducción relativa ha experimentado es el microcentro, mientras que las zonas del Hospital Interzonal y el Puerto son las más crecieron.
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Tomaron nota en Movilidad Urbana sobre reclamos puntuales de usuarios por inconvenientes en determinadas zonas, especialmente en lo referente a las frecuencias de los servicios, lo cual obligue a “cambiar sustancialmente el enfoque establecido de aumentar la frecuencia de forma general y pasar a optimizar sistemáticamente el servicio, pero con intervenciones puntuales localizadas y ajuste de horarios en función del comportamiento de la demanda”. Advirtieron a su vez los especialistas y técnicos que hoy el sistema está funcionando con un índice pasajero kilometro que es deficitario, lo cual “compromete la sustentabilidad del transporte público en un futuro inmediato” que obliga a “repensar el Sistema –planificación, gestión, explotación y control- en un contexto de incertidumbre relacionado a la evolución de la variable sanitaria.
La posibilidad de que centenares de presos obtengan autorización judicial para enfrentar la pandemia del coronavirus en sus hogares ha generado una encendida polémica que, claro está, también se trasladó a la política. Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación se mostró en contra de esos permisos, y advirtió que los jueces que liberen a los presos pueden ser sometidos a juicio político. En este marco, el marplatense Maxi Abad, presidente del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio en la Provincia, también observó “con mucha preocupación”, alguna tentación de “utilizar la pandemia que atravesamos como fundamento para otorgar arrestos domiciliarios para quienes están detenidos”. Además, subrayó que la emergencia sanitaria decretada por el Poder Ejecutivo Nacional “no puede implicar un beneficio para quienes se encuentran detenidos por infringir la ley. Habrá que estudiar los casos particulares de quienes forman parte de los sectores de riesgo y no cometieron delitos graves”, remarcó. Finalmente Abad observó que se trata de un “pésimo mensaje hacia una sociedad que en su mayoría acepta el aislamiento para combatir el Covid 19, el de usar la pandemia para liberar a quienes saquearon el Estado o atentaron contra la vida o el patrimonio de las personas”.
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“Dos ladrones disfrazados de empleados municipales” dijeron las fuentes en un primer momento sobre los autores de un violento asalto contra una pareja de jubilados. Pero la investigación, impulsada por un descuido de los propios asaltantes que olvidaron un arma en la casa, reveló que en verdad eran trabajadores municipales. En verdad uno de ellos, el otro era hijo de un conocido hombre del hampa de esta ciudad. Y un tercer integrante de la banda, también era un Municipal. Por eso es que en la comuna se inició un sumario administrativo (expediente con el número 3160/0) que se orienta a la expulsión de ambos trabajadores del registro laboral de la Municipalidad.