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Los vínculos laborales pospandemia: “El Estado no puede estar ajeno al debate sobre el empleo”

Las relaciones laborales no serán las mismas después de la pandemia y en esa transformación, “el Estado no puede estar ajeno al debate sobre el empleo”, explica a Télam Daniel Cieza, doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata y especialista en relaciones del trabajo, que viene de publicar un libro que recorre ese vínculo a lo largo del siglo XX, desde la servidumbre hasta los contratos basura.

“Grupos económicos, mundo del trabajo y derechos humanos en Latinoamérica” propone un recorrido histórico del vínculo laboral y, a la vez, un análisis crítico del capitalismo latinoamericano, con conceptos y categorías que enfatizan la dependencia y el conflicto social, formulados desde la Universidad pública, según declara en el prólogo.

Por otro lado, Daniel Cieza, autor del libro no escapó al tema del momento: el teletrabajo sobre el que dijo en declaraciones a Télam: “Creo que es conveniente que su introducción en las empresas sea voluntario y, en todo caso, debe surgir de una negociación colectiva” tras subrayar que es un avance tecnológico que “podría mejorar las condiciones de trabajo de millones de personas”.

Sin embargo advirtió que el teletrabajo puede ser “aprovechado por grandes empresas que de ese modo incrementan ganancias, controlan a su personal y eso deriva en mayor precarización y situaciones de división y discriminación del personal con contratos basura”.

El libro “Grupos económicos, mundo del trabajo y derechos humanos en Latinoamérica” al que presentó de forma virtual, tiene una edición chica como Cuadernos de Cátedra y será editado por Ciccus.

Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata y especialista en relaciones del trabajo Cieza destacó para Télam aspectos del libro.

– ¿Cómo es el recorrido de las relaciones laborales en el continente?

– A lo largo del siglo XX se dio primero una tendencia a lograr un trabajo estable y protegido que se alcanza a mediados del siglo y se prolonga hasta los 70. Después, se inicia una tendencia hacia la precarización del empleo. A mediados del siglo XX, y hasta fines de los 70 lo normal era el trabajo estable, por tiempo indeterminado y con seguridad social. En las décadas siguientes lo normal es un contrato “basura” o a plazo fijo o una contratación fraudulenta a través de mono tributo o locación de servicios.

– ¿Cuándo cambia o se profundiza para peor la situación de los trabajadores?

– En los últimos 20 años reaparecen vía de la tercerización o situaciones propias de los inicios del siglo XX, ya que en los últimos eslabones de la sub-contratación aparecen trabajos muy precarios y hasta situaciones de trabajo forzoso. Hay grandes empresas industriales que sub-contratan trabajo forzoso, como es el caso de grandes firmas de la indumentaria o de la agricultura de exportación. Otras empresas evaden riesgos a través de sub-contrataciones sucesivas.

– ¿Entonces el planteo último del libro cuál es?

– El Estado no puede estar ajeno al debate sobre el empleo. La Constitución Nacional establece que el Estado debe impulsar el pleno empleo, garantizar condiciones dignas y equitativas de trabajo y la seguridad social. Entonces debe haber un esfuerzo por recuperar lo que se llamó la sociedad del trabajo y fue un aporte central del Peronismo. En concreto debe haber más control estatal sobre la gran empresa. Debe controlarse el fraude laboral y también el fraude impositivo que van de la mano. El trabajo en negro vía sub-contratación, el fraude en las declaraciones fiscales y la fuga de capitales son parte de la economía subterránea.

– ¿Eso corre también para las Pymes?

– No se trata de estigmatizar la economía informal ni de hostigar con inspecciones o controles excesivos a las pymes. Se trata de focalizar en las grandes empresas y castigar sus infracciones, que en la mayoría de los casos está tipificados como delitos. No es cierto que los sectores más vulnerables son los que violan en mayor medida la ley. Algunos Ceos violan todos los días las normas jurídicas, y los delitos de los poderosos quedan impunes.

Para una mirada integral de las relaciones laborales Cieza se valió de textos de los Premio Nobel: Miguel Ángel Asturias, Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa y trabajó con películas clásicas y documentales que reflejan conflictos sociales emblemáticos como por ejemplo las de los años 50′ en Argentina: “Las aguas bajan turbias”, de Hugo del Carril (1952) o “Zafra”, de Lucas Demare (1959).

En 17 capítulos el libro arranca con “Grandes corporaciones económicas, Estados y violación de derechos de los trabajadores en Latinoamérica”, sigue con “Un nuevo enfoque sobre el capitalismo latinoamericano, El poder de los grandes terratenientes: trabajo precario y corrupción”.

Otros apartados son: “Trabajo y bebidas. Historias ocultas de los fabricantes de cerveza”; “Carne débil. Los grandes frigoríficos y el fraude sistemático: de Swift a Batista”; “Las distintas formas de trabajo indecente: informalidad, tercerización, deslaborización, riesgos a la salud y discriminación”.

También hay un capítulo para analizar el “Avance de la economía subterránea y sus efectos: crisis de la seguridad social, precarización generalizada, evasión fiscal sistemática, cambios de dominación”, que no es otra que la economía popular que los movimientos sociales plantean desde hace años en las calles.

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