Interés general

Malvinas, las hermanas añoradas

Una calle de Mar del Plata lleva el nombre de nuestras islas desde 1929. Poco más de medio siglo después, la ciudad le ofrecería trece héroes que lucharon por recuperarlas.

por Carlos V. González Rivero

Cuando decidí hacer esta nota pensé en lo mucho que se ha dicho y escrito sobre nuestras islas australes, sobre todo desde la guerra de 1982, y decidí no redundar en los detalles de aquella frustrada gesta, sino precisar algunas características menos conocidas de las Malvinas. No obstante, citaré al final algunas relaciones de Mar del Plata con aquella contienda armada.

La calle que las recuerda nace en Río Negro al 5900 en el barrio “Villa Primera” y fue designada por una Ordenanza del 20/6/1929 en reemplazo del numérico “150”. A partir de la Av. Libertad entra en el barrio “Domingo F.Sarmiento” hasta la Av. Luro. Desde allí hasta Alberti atraviesa el barrio “Los Andes” y finalmente, hasta la Av. Juan B. Justo donde termina, la contiene el barrio “Bernardino Rivadavia”.

Características físicas

Las coordenadas aproximadas de las islas Malvinas son 51°45’ de latitud sur y 59°00’ de longitud oeste, enfrentadas a Río Gallegos, la capital de Santa Cruz de la que distan unos 530 km, mientras que la distancia a Ushuaia es de poco menos de 600 km.

La superficie del archipiélago con sus dos grandes islas y otras 200 más pequeñas es, según el Instituto Geográfico Militar, de 11.410 Km2, la mitad que la provincia de Tucumán.

Las dos islas mayores del archipiélago están separadas por el estrecho de San Carlos, dejando al oeste a Gran Malvina y al este a Soledad.

La ciudad de Puerto Argentino, en la costa oriental de la isla Soledad, cuya población es de aproximadamente 3.000 habitantes, dista de nuestra ciudad 1.530 kilómetros.

El terreno

Viene al caso citar un recuerdo personal: En 1977, en ocasión de un examen parcial de la materia Forrajes, en la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce (UNMdP) la primera pregunta decía más o menos así: “En el hipotético caso de que las islas Malvinas fueran recuperadas por nuestro país y usted fuese designado como profesional para determinar las factibilidades productivas de las islas, qué acciones llevaría a cabo para elaborar un diagnóstico?”.

No recuerdo cual fue mi respuesta, ni siquiera si fue aceptada por la cátedra, pero seguramente habré mencionado la necesidad de hacer un relevamiento de los suelos y proveerse de las mejores estadísticas del clima, factores fundamentales a la hora de decidir la implementación de alguna producción agropecuaria.

Y bien, cuarenta años después, recabé información de los suelos malvinenses. Predominan los suelos del orden Histosoles, son profundos, evolucionados a partir de un manto de musgos del género Sphagnum (Musgo de Turbera). Son suelos mal drenados, con pH de alrededor de 4 a 5.

El paisaje de las islas

Las planicies y sierras bajas, aplanadas por la erosión, caracterizan el relieve de las islas Malvinas. El paisaje más común de las islas es el de planicies accidentadas, rocosas y muy extensas, especialmente al sur de la isla Soledad.

Algunas serranías se elevan a poca altura. Se trata de cadenas montañosas muy antiguas y erosionadas, por lo cual tienen un aspecto redondeado.

En la isla Soledad, las serranías se extienden de este a oeste, desde la Bahía de la Anunciación hasta el estrecho de San Carlos, el pico más alto es el Alberdi, de 705 metros sobre el nivel del mar.

En la isla Gran Malvina las serranías tienen la misma dirección y el pico más alto es el monte Independencia, de 700 metros sobre el nivel del mar.

Un clima hostil

En lo que respecta al clima de las islas es definido como oceánico subpolar, frío, lluvioso y ventoso sin estación seca o húmeda marcada.

La temperatura media es de 9°C en el mes más cálido (enero) y de 2°C en junio y julio. La máxima absoluta se registró en enero con 24,4°C y la mínima absoluta se registró en junio y en agosto con -11°C.

Las precipitaciones son de 680 milímetros anuales con un máximo en los meses de enero y diciembre con 71 milímetros y un mínimo en septiembre con 38 milímetros.

Las horas de sol son 1.661 anuales, con un máximo de 200 en noviembre y un mínimo de 57 en junio.

La humedad relativa es en promedio 82,8% anual con un máximo en julio con 89% y un mínimo de 75% en noviembre.

Los vientos predominantes son del oeste, siendo su velocidad media en Puerto Argentino de 16 nudos (30 Km/hora).

Las características naturales de las islas, particularmente en cuanto se refiere a clima, obligan a desechar toda posibilidad de hacer agricultura.

Recursos naturales

Por el momento, sus principales recursos lo constituyen la plataforma submarina y sus recortadas costas, por un lado, y sus praderas de tipo más bien estepario, por el otro.

No posee riqueza forestal, como tampoco posibilidades de crearla mediante plantaciones, por impedirlo el clima.

Por lo tanto, las actividades económicas de las islas giraron siempre alrededor de una primaria explotación pesquera y desde fines del siglo anterior, de la ganadería, principalmente ovina. Como actividades secundarias están la caza de lobos y leopardos marinos, puesto que las islas han perdido importancia como asiento temporario de cazadores de ballenas.

La industria es poco significativa, ya que el grueso de la producción malvinense se exporta en estado primario y está constituido fundamentalmente por lana sucia, cueros, cebos, tanto de ovinos como de especies de mar. La actividad manufacturera se limita a un frigorífico ubicado en Darwin, una fábrica de bebidas gaseosas y una industria textil que ha comenzado a desarrollarse.

El comercio, tanto interior como exterior, esta monopolizado por la Compañía de la Isla, que es una poderosa sociedad anónima cuya sede central y accionistas residen en Londres. También maneja las finanzas del archipiélago.

Las islas importan prácticamente todo, con excepción de productos y subproductos animales.

Mar del Plata y Malvinas

El Grupo de Artillería Antiaérea 601 (GAA 601), de Mar del Plata, históricamente conocida como GADA 601, tuvo protagonismo en el conflicto de Malvinas.

El origen de la artillería antiaérea del Ejército Argentino se remonta a 1939, cuando el grupo de artillería antiaérea se estableció en Campo de Mayo, la sede principal del ejército, junto con el Centro de Instrucción Antiaéreo, una unidad de entrenamiento.

Mientras tanto, las autoridades de la ciudad de Mar del Plata buscaban el asentamiento de una base militar allí. En 1940, una comisión local independiente, bajo los auspicios de Juan Fava y Rufino Inda, los dos ex intendentes socialistas de la ciudad, hizo una petición formal al Ministerio de la Guerra. A finales de 1944 los dos grupos antiaéreos se fusionaron y se transfirieron eficazmente a Mar del Plata, bajo el nombre de escuela antiaérea (“Escuela de Artillería Antiaérea”).

Los marplatenses caídos

Diseñado por el arquitecto Eduardo Lodi e inaugurado en 1986, el monumento marplatense “A los Caídos en Malvinas” expresa el respeto y recuerdo de la ciudad a sus héroes.

Está ubicado en calle Córdoba, entre 25 de Mayo y diagonal Alberdi, cerca del mar, con el alma mirando a las irrenunciables islas.

Consta de 13 placas de granito rojo grabadas con el nombre de cada uno de los marplatenses caídos. Ellos son: el capitán de fragata post mortem Pedro Giachino, primer caído en la guerra; el teniente de fragata post mortem Marcelo Márquez, piloto naval que participó del ataque que hundió a la HMS “Ardent”; el suboficial primero post mortem Félix Artuso, fallecido en el submarino ARA “Santa Fe”; el suboficial primero post mortem Luis Gallo, muerto tras el ataque al crucero ARA “General Belgrano”, el piloto de ultramar Jorge Politis, el sargento 1° René Blanco y los soldados Mario Guerri, Oscar Diarte, Jorge Llamas, Diego Bellinzona, José Luis Del Hierro, Gustavo Planes y Rolando Patcholezuk.

Cada 2 de abril, el cenotafio reúne a familiares y ex combatientes para guardar en la memoria colectiva de la gente a quienes dieron su vida por la Patria.

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