La quinta entrega de la película La era del hielo “Choque de Mundos”, estrenada hace pocas semanas, se ancla en hechos que tienen relación directa con la prehistoria de Mar del Plata.
En primer lugar, hace referencia a un meteorito que está por colisionar con el Planeta Tierra poniendo en riesgo la supervivencia de todos los personajes de la serie, principalmente megamamíferos.
En tiempos del Plioceno superior (3.6 a 2.6 millones de años atrás) las costas entre Mar del Plata y Miramar fueron impactadas por un meteorito de un kilómetro de diámetro. En segundo lugar, una de las consecuencias del impacto de ese meteorito fue el inicio a un período de tiempo muy frío que duró aproximadamente 50.000 años y habrían marcado las tendencias climáticas para los próximos 3 millones de años, “las eras de hielo”.
Por último, la megafauna, constituida por mamíferos prehistóricos gigantes que pesan por encima de la tonelada de peso, son los actores principales de la película y muchos de ellos son típicos componentes de la fauna extinta de América del Sur para los últimos cinco millones de años y sus restos son muy comunes en los acantilados costeros de Mar del Plata y la zona. Entre los integrantes de la megafauna extinguida se encuentran los gliptodontes, perezosos terrestres gigantes, toxodontes, macrauquenias, tigres diente de sable, mastodontes, osos gigantes y aves del terror entre otros.
A raíz de esta triple coincidencia, LA CAPITAL consultó al área de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, donde no solo tienen gran cantidad de información sobre el evento y la fauna de la época, sino que, en su colección, hay varias “escorias”, es decir, fragmentos de tierra derretida por el impacto del meteorito. Las escorias se presentan como un manto de rocas de impacto en las capas sedimentarias que conforman los acantilados costeros al sur de Mar del Plata. Ellas encierran una gran cantidad de valiosa información científica.
“Son todas hipótesis” indicó el licenciado en Biología con Orientación Paleontología Matías Taglioretti, sobre el evento que ocurrió hace 3.3 millones de años en nuestra ciudad y sus posibles efectos a nivel global. “Estas tres cosas ocurrieron sincrónicamente aquí en Mar del Plata y aparecen en la película, de modo que la ciudad está representada” explicó el responsable del área paleontológica del Museo Scaglia.
Así, el referente brindó precisiones sobre estas teorías publicadas por estudios del estadounidense Peter Schultz, doctor de la Universidad de Brown y el geólogo argentino Marcelo Zárate.

El valor de las “escorias”

“Hace 3.3 millones de años cae un meteorito entre la costa de Mar del Plata y Miramar. Producto de la explosión que generó -los especialistas calculan que el meteorito tenía un kilómetro de diámetro- se da un fuerte impacto que funde parte de la roca de la porción superior de la corteza terrestre. Estos fragmentos de tierra fundida empiezan a llover en las zonas aledañas al impacto. Al enfriarse se cristalizan y forman lo que se llaman escorias y pudieron ser datadas por métodos radiométricos, definiéndose que tienen una edad de 3.3 millones de años. Ese dato permite establecer líneas de tiempo muy precisas en la sucesión sedimentaria y, a su vez, evaluar distintos cambios evolutivos en la fauna”.
Estas escorias pueden ser muy pequeñas o pueden tener hasta 2 metros de diámetro. “Son como bombas de tierra fundida” definió Taglioretti quien indicó que las más lejanas -relacionadas con este impacto- de las que hay registro, se encontraron en la zona de laguna La Brava, mientras que las más grandes se encuentran en la margen izquierda del arroyo las Brusquitas.
¿Por qué son tan importantes? “Nos permiten datar las rocas y tener líneas de tiempo precisas” agrega “Con el enfriamiento de la tierra fundida hay recristalización, durante la formación de los nuevos cristales algunos elementos químicos van quedando atrapados en la trama cristalina y a medida que va pasando el tiempo, se van transformando de un elemento a otro. Según una velocidad establecida y midiendo cuándo queda del elemento padre y del elemento hijo se puede hacer la datación, en este caso, de 3.3 millones de años”.

La era glacial

“Ese impacto meteorítico podría haber originado una era de hielo, registrada en el Estadio Isotópico Marino M2, durante el Plioceno Superior” explicó el paleontólogo. Y continuó: “Nunca se pudieron establecer exactamente las causas de ese enfriamiento, pero la coincidencia del impacto meteorítico, justo en el momento en el que se comienza a registrar ese descenso en la temperatura de todo el planeta, es una pista a seguir”. “Por otra parte, Schultz y Zárate, sugieren en su trabajo que las tendencias climáticas, hacia la baja de las temperaturas medias del planeta, para los siguientes 3 millones de años serían consecuencia de este impacto meteorítico, lo que claramente pone a Mar del Plata como “culpable” de las subsecuentes eras de hielo que afectaron al planeta Tierra”.
También según las teorías, este enfriamiento “tuvo un impacto directo en la evolución de la fauna y flora de la región pampeana para el Plioceno superior”. Esto implica que “algunos grupos de megamamíferos desaparecen momentáneamente de nuestro registro fósil luego de la caída del meteorito”.
De todas formas “no hay un cambio brusco o una extinción masiva, ya que la fauna que vivía en los sectores aledaños a la región pampeana luego habría repoblado la zona”.
Se estima que el meteorito cayó sobre el mar, por elementos químicos como sodio y potasio que contienen las escorias -que en los sedimentos continentales no son muy abundantes- pero son comunes en los sedimentos marinos”, aclaró el paleontólogo.

Análisis científico

Taglioretti señaló que hace 3.3 millones de años -o quizás un poco más según algunas teorías- también ocurrió otro suceso muy importante. Fue el surgimiento del istmo de Panamá, es decir el ascenso del puente terrestre que termino separando el océano Pacífico del Atlántico en su sector meridional. “Eso influye en el patrón de las corrientes marinas, que son las que llevan el calor de uno a otro lado del planeta y, aún está en estudio, si estos dos eventos asociados generaron el M2 o uno tuvo más preponderancia que el otro”.