A partir de diciembre próximo, en Mar del Plata se inaugurará el “Museo Internacional de Surf y Cultura de Playa“, emplazado en una casona histórica ubicada sobre la costa, a metros de Playa Grande. También contará con “surf shop” y espacio para gastronomía.

El hacedor del proyecto es el cofundador de “Ala Moana Surfshop” y presidente de la Asociación Internacional de Surf (ISA, sus siglas en inglés), el marplatense Fernando Aguerre.

Así, el patrimonio arquitectónico ubicado en Roca y la costa albergará al “Museo Internacional”. “La idea era tener la casona patrimonial, preservada, con un nuevo uso y que se pueda conocer tal como era cuando la construyeron, en 1942”, detalló el emprendedor en “Mesa Chica”, el streaming de LA CAPITAL y Canal 8.

La casona estuvo en venta durante 9 años y Aguerre la adquirió con la intención de restaurarla, razón por la cual ya han comenzado las obras dirigidas por la arquitecta Vicky Salas y su equipo.

“La casona fue concebida como casa de playa, de vacaciones -contó el surfista- y tuvimos la suerte que los nietos de la dueña que la mandó a construir nos la vendieran con todo adentro, tal como estaba”. De esa manera, están restaurando la madera y mampostería externa e interna, mientras que toda la instalación eléctrica y la pintura externa e interna es nueva.

“Estamos haciéndole un tratamiento para que sea una casa moderna en la infraestructura pero conservando la fachada y el interior original”, describió el responsable de lograr que el surf sea deporte olímpico a partir de Tokio 2021.

Fernando Aguerre en “Mesa Chica”, el streaming de LA CAPITAL y Canal 8.

Aguerre resaltó que el objetivo es “cuidarla, así como está”, en la estructura edilicia de 750 metros cuadrados más 150 metros cuadrados de altillo, diseñada “por el arquitecto Albino Marshall, creador del ex teatro Ópera en la ciudad, y ex dibujante de Alula Baldassarini, representante del Pintoresquismo”, detalló con entusiasmo.

Propósitos

Bajo la premisa de “restauración total”, en la esquina de Roca y la costa se instalará “Ala Moana Surf Chalet”, que albergará al “Museo del Surf y de la Cultura de Playa, el surf shop y un espacio dedicado a la gastronomía saludable y orgánica”, definió Aguerre.

El museo mostrará las distintas piezas que coleccionó el marplatense a lo largo de “surfear durante más de 50 años con 45 años armando la colección”, que está integrada tanto por “tablas de principio de siglo 20, de madera de Hawaii; tablas de campeones mundiales, entre otras cosas”, enumeró.

“Generalmente esos objetos no se ven todos juntos -añadió- pero éste será el hogar para poder compartirlas, todo en un mismo lugar. Algo de eso ya hice en los locales de Ala Moana, dónde hay algo de ropa y distintos objetos. Para mí es una alegría poder compartirlos de manera mayor bajo un solo techo”, detalló.

Aguerre volvió a destacar la locación que albergará a todo el proyecto, porque consideró que se trata “de la última casona histórica sobre la costa de Playa Grande. Y que ha estado siempre habitada. Muchas de las que quedan están abandonadas o no habitadas. Ésta estuvo vivida tanto en invierno como en verano, es una hermosa
sobreviviente. Todavía conserva la calefacción central a radiadores, los pisos y sanitarios originales y hasta el ascensor Otis de 1942”, explicó..

La esquina, frente al Parque San Martin, también tiene un sentido especial para el emprendedor debido a que “está a menos de 100 metros de dónde organicé mi primer campeonato de surf, en Biología, en 1978” e insistió con la premisa de “cuidarla, con amor, para que siga existiendo y pueda ser visitada y conocida tanto
por dentro como por fuera. Abierta para siempre”.

En ese sentido, el espacio también contará con “una zona de SUM, para que participen ONGs marplatenses, que sea un punto de encuentro y de actividades sociales, una casa abierta para usos comunitarios”, definió.

Como apasionado del surf, destacó que la actividad “se fue metiendo en el ADN de Mar del Plata” y reveló que con más de 50 años de práctica “nunca surfee la misma
ola. La ola es energía que empuja el agua”.

“No importaba cómo estaba antes de entrar al mar -reseñó- pero salía transformado, física y espiritualmente. Hoy se sabe científicamente y los médicos recetan ir al mar
para muchas dolencias. El mar nos enseña. Cada ola que viene puede ser la última, entonces tenés que remarla con todo para agarrarla”.

Asimismo, durante la charla con Mesa Chica pidió más conciencia con el cuidado del espacio público: “Mucha de la polución del mar viene de la tierra. Todo lo que se tira en la ciudad, cuando llueve termina en el mar. Hace falta más conciencia sobre eso” dijo y consideró que “los  argentinos pensamos que lo público no es nuestro. En realidad es de todos, por eso todos tenemos que cuidarlo. Somos parte de la solución”, concluyó.