La Ciudad

Mar del Plata, una ciudad con perfume de mujer…

por Sebastián Cangiano

 

No se había cerrado aún la votación en la jornada de hoy, cuando ya comenzaba a especularse con las candidaturas para el 2019. Vilma Baragiola, la gran ganadora de los comicios, se convirtió en una de las firmes candidatas a suceder al actual intendente Carlos Arroyo, pero no tendrá el camino allanado. Pese a los miles de votos que cosechó este domingo, el mismo intendente no descartó volver a presentarse dentro de cuatro años tras haber leído los números de la víspera como un apoyo a su gestión. Anoche, tras no haber tomado parte de la campaña ni participado en actos por un pedido concreto de la gobernadora María Eugenia Vidal, apareció el intendente para decir que el triunfo de Baragiola es “el triunfo de mi gestión”. Y fue más allá a la hora de subirse a la victoria de Cambiemos. “Cuando camino la gente me toca, se me acerca, se quiere sacar una foto conmigo y esa es la verdadera encuesta”, expresó.

No obstante, si hay alguien que se puede jactar de la aplastante victoria de Cambiemos en Mar del Plata es la gobernadora María Eugenia Vidal. Esta fue la ciudad que más veces visitó durante la campaña, siempre cerca de sus candidatos y lejos del intendente, con quien mantiene una relación más que tirante. De hecho, en las últimas horas todo parecía que se agravaba a partir de la decisión adoptada el viernes por el intendente para nombrar como nuevo director de Tránsito al comisario Marcelo Di Pasqua. Se trata de un hombre que con nombre y apellido fue nombrado y cuestionado meses atrás por la gobernadora. Los llamados habrían convencido al intendente de “recalcular” y olvidarse de esa designación, aunque aún no está dicha la última palabra. El aviso desde La Plata llegó contundente cuando comenzó a trascender ese nombre.

Cambiemos, no obstante, obtuvo una victoria contundente en General Pueyrredon, incluso sumando más votos que los logrados en las PASO. Tanto a nivel local como provincial -Bullrich tuvo más adhesiones que Vilma- por lo que la gobernadora podrá respirar aliviada. Vino a Mar del Plata a buscar “los veinte mil votos que necesitamos” y se llevó una buena cosecha de nuevas adhesiones.

También arranca una nueva relación entre Provincia y Municipio. Vilma Baragiola jugará un rol clave en el Concejo Deliberante pero al mismo tiempo se convertirá en interlocutora de la gobernadora en cuestiones locales. La ex secretaria de Desarrollo Social ya comenzó su carrera hacia el 2019. Hoy se sienta sobre miles de votos propios, al margen de los que le sumó claramente la gobernadora, y en el escenario local no hay otra figura política con ese poderío. Anoche mismo, ante la prensa, Baragiola se encargó de insistir en lo que significó la presencia de Vidal en la campaña.

De todos modos, el PRO intentará “construir” un candidato propio, aunque no será fácil, reconocen, posicionar a alguien en estos dos años para discutirle la candidatura a Vilma. La coalición gobernante lejos estará en los próximos meses de aceptar mansamente el 1 de Baragiola. Como en otras fuerzas políticas, allí también las “roscas” y la necesidad de ganar espacios propios, como en las otras fuerzas tradicionales, ya es un ejercicio natural. Y asimismo, a diferencia de lo que sucederá en el plano provincial y nacional, donde ya está decidido que las cabezas seguirán siendo las mismas puesto que María Eugenia Vidal y Mauricio Macri irán por la reelección, en Mar del Plata se abre la carrera por la sucesión. La intención o el deseo de Arroyo de intentar quizás ir por un nuevo mandato no figura en el radar ni de Vidal ni de Macri.

No serán fáciles los dos próximos años de Vilma. Tendrá que lograr la cohesión del bloque oficialista del Concejo -donde Cambiemos tendrá mayoría- y a la vez ir saltando las vallas que aparezcan en la carrera hacia el 2019. Ya en los próximos días tendrá su primera prueba de fuego cuando pretenda instalar a Cristina Coria como presidenta del Concejo. “Juega al hockey y sabe usar el palo”, dice irónicamente su estrecho colaborador cuando le apuntan que quien sueña en convertirse en la primera intendenta elegida en el distrito, tendrá que jugar fuerte, enhebrando y consolidando una relación franca con la gobernadora Vidal. Anoche, pasados los festejos, Baragiola le agradecía el trabajo que desarrolló su jefe de campaña, Maxi Abad, donde la cercanía con la gente fue una de las principales características, algo que Vilma sabe hacer bien desde hace años. Nunca le tuvo temor al barro y llega el tiempo de la cosecha. En Cambiemos también celebraba anoche el concejal Juan Aicega. Amigo personal del presidente Mauricio Macri, se convirtió en diputado nacional electo. También celebró Franco Bagnato, cómodo triunfador en la quinta sección electoral.

La segunda fuerza y Raverta

Unidad Ciudadana, en tanto, se consolidó en el distrito como la segunda fuerza. Una gran elección de Marcos Gutiérrez, quien a diferencia de Arroyo, admitió que los votos no son suyos sino de la líder de la fuerza, Cristina Fernández, quien también se hizo presente en Mar del Plata durante la campaña. Vivió una campaña que tuvo como “arquitecta” a la diputada nacional Fernanda Raverta y un gran trabajo de base de una entusiasta militancia. Es Raverta, sin dudas, quien más chances tiene de ser candidata a intendenta en dos años, por lo menos desde el kirchnerismo. El peronismo también aquí deberá reordenarse tras los comicios, pero en esa mesa, en la cabecera va a estar sentada Raverta.

Ciano vuelve al Concejo

La tercera fuerza política también en Mar del Plata fue 1País. Ariel Ciano vuelve al Concejo Deliberante -donde llegó a ser presidente, aunque representando a Acción Marplatense, fuerza que abandonó recientemente- junto a la dirigente gremial Mercedes Morro. Para Sergio Massa, Mar del Plata será otro bastión de importancia en la construcción de su futuro. También esta fue una de las ciudades que más visitó durante la campaña. La alegría no era total en el búnker anoche ya que finalmente Juan Curuchet -quien llegó desde el sciolismo- no pudo renovar su banca como senador provincial. No le alcanzaron los votos para “bajar” a Lucas Fiorini -ex massista, ahora en Cambiemos- quien debutará como legislador provincial.

Ni el randazzista Fernando Maraude ni el histórico representante de la izquierda, Alejandro Martínez, lograron ayer perforar el piso del 8,33 por ciento de los votos para ingresar al Concejo.

Debacle de Acción Marplatense

Párrafo aparte para Acción Marplatense. Vivió ayer la peor elección de sus veinte años de historia. Marcelo Artime no llegó al Concejo, donde también supo ser presidente. El partido de Gustavo Pulti vive en estas horas una crisis que ya arrancó cuando tuvo que afrontar internas en las PASO, con la candidatura de Juan Rey, llevado de la mano de Santiago Bonifatti, otrora un incondicional del ex intendente. La “boleta corta”, la poca inserción de Artime en el electorado, la ausencia de Pulti en una elección -muchos insistían en que él debería haber sido candidato- llevaron a que AM ayer sufriera el golpe más duro por parte del electorado desde su irrupción en el panorama político local.

“Ha sido una elección totalmente nacionalizada entre Cambiemos y Unidad Ciudadana”, ensayó como primera explicación Artime, cuando en el búnker partidario todas eran caras de tristeza. Llegará la hora del replanteo en esa fuerza. Renovarse y replantearse objetivos, o sencillamente diluirse.

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