Fue inaugurado en una histórica casa patrimonial frente a la costa. Además de tablas y objetos históricos de la disciplina, el espacio cuenta con un local de ropa y gastronomía.
Este lunes se inauguró en Mar del Plata el primer Museo Internacional de Surf y Cultura de Playa en una casona histórica ubicada en Roca y la costa, espacio donde también hay un local de ropa y gastronomía saludable y orgánica.
El hacedor del proyecto es el cofundador de “Ala Moana Surfshop” y presidente de la Asociación Internacional de Surf (ISA, sus siglas en inglés), el marplatense Fernando Aguerre.
El inmueble representa un atractivo en sí mismo, ya que mantiene todo su mobiliario original. Las obras de restauración estuvieron a cargo de Vicky Salas y su equipo, encabezado por Daniela Garrammone.
“El trabajo de Vicky Salas es increíble. Es una excelente arquitecta que ama lo patrimonial al igual que yo. Nos quedamos enamorados de esta casa”, afirmó Aguerre.
La estructura edilicia de 750 metros cuadrados más 150 metros cuadrados de altillo fue diseñada por el arquitecto Albino Marshall, creador del ex teatro Ópera en la ciudad, y ex dibujante de Alula Baldassarini, representante del Pintoresquismo. Fue construida en 1942, bajo el concepto de “playa de casa”, frente al Parque San Martín.
Este nuevo emprendimiento conserva intactos todos sus espacios, desde las habitaciones, pasando por los baños -reconvertidos en probadores- , así como sus terrazas y patios.
También se mantienen la calefacción central por radiadores, los pisos, el ascensor Otis de 1942 y hasta una radio Zenith con tocadiscos incluido.
“La casa es como un museo arquitectónico vivo. El objetivo siempre fue mantener su identidad”, señaló Aguerre a LA CAPITAL.
Al ingresar al local, lo patrimonial se entrelaza con el surf. No solo con prendas de ropa, sino con decenas de tablas históricas. Las más antiguas datan de inicios del siglo XX, hechas con madera de Hawaii. En el museo se puede encontrar, por caso, un retrato de Duke Kahanamoku, considerado el impulsor del surf moderno.
La línea de tiempo continúa con las primeras tablas que llegaron a Argentina, allá por inicios de 1960. En la colección se pueden vislumbrar tablas de los surfistas más famosos de los últimos 50 años, incluso la que usó Kauli Vaast, el último campeón olímpico en París 2024, entre otras.
“Acá convive la historia. La intención es contar con entre siete y ocho tablas de campeones del mundo firmadas de mi colección”, señaló Aguerre.
En la recorrida hay otros objetos alusivos a la práctica del surf, como los trajes de baño y su evolución, así como afiches de películas históricas sobre la disciplina.
“Es una apertura soft opening. Se abre en modo ‘relax’. Invitamos a los marplatenses a que vengan a disfrutar de esta casa. Yo la compré la propiedad porque tuve la suerte de hacerlo, pero no la quiero para encerrarme, sino para abrirla al público”, ponderó el responsable de lograr que el surf sea deporte olímpico a partir de Tokio 2021.
Y concluyó: “De alguna manera, es un regalo que le hacemos a la ciudad, a la cultura del surf y a una Mar del Plata que a veces no la cuidamos porque la pensamos en términos materiales, no en términos culturales. Y la arquitectura es cultura”.