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Opinión 15 de diciembre de 2022

Marcha multipartidaria, 40 años

Multitudinaria marcha por la democracia. Este año se c

 

 

Por Eduardo Javier Niella

El pasado 10 de diciembre iniciamos el año rumbo a la celebración de los 40 años de la recuperación democrática en la República Argentina.

Como lo señalamos en un artículo similar a este, escrito en agosto de este año, para arribar a ese día de 1983 hubo un proceso previo, del cual se están cumpliendo cuatro décadas, en el que los partidos prepararon su reorganización. Fue un proceso intenso y controvertido, signado por la celeridad con que se llevó a cabo. Difícil tarea, donde los militantes fuimos activos protagonistas.

Un hito importante de esa etapa previa se vivió un año antes, la Plaza rebalsó de una muchedumbre que clamaba por el final de la dictadura.

Convocada por la Multipartidaria, esa movilización dejó en claro dos cosas: la decisión de enfrentar al Proceso y el peligro que ello representaba.

Se transformó en un día histórico, donde se asestó el golpe final a la dictadura cívico-militar que venía asolando al pueblo, su economía y desarrollo productivo desde 1976, con el fatal saldo de 30 mil detenidos-desaparecidos.

El 16 de diciembre de 1982, más de 100.000 manifestantes colmaron la Plaza de Mayo. Ya no había lugar para nadie más, pero antes de que la columna de la UCR ingresara por completo, y cuando la del Partido Comunista esperaba su turno, los gases lacrimógenos obligaron la desbandada.

Sobre todo, hubo un disparo del que se habló mucho, aunque nunca lo necesario, el que terminó con la vida de Dalmiro Flores, un obrero metalúrgico de 28 años, que había llegado a la plaza con la Juventud Sindical Peronista.
Aquel 16 de diciembre de 1982, el Ejército y la Policía Federal habían acordonado los alrededores de la Plaza de Mayo, para que la masiva manifestación no pudiera acercarse al centro del poder político del país: la Casa Rosada.

En ese contexto, las pobladas columnas de la CGT y la Juventud Peronista (JP), que encabezaban la marcha desde las Diagonales Norte y Sur y Avenida de Mayo, habían sido brutalmente reprimidas por las fuerzas represivas, pero inmediatamente lograban reorganizarse y resistir el embate de las armas y los carros hidrantes.

La Multipartidaria, la CGT-Brasil, los movimientos de derechos humanos y los centros de estudiantes convocaron la “Marcha por la Democracia” a Plaza de Mayo para exigir el fin de la dictadura y el compromiso efectivo de un cronograma electoral.

La marcha reunió a 100.000 personas que no pudieron ser retenidas a pesar de que antes de iniciarse hubo represión en algunos puntos de encuentro en la ciudad de Buenos Aires (Estación Once, Constitución, Belgrano y Nueve de Julio).

Fue una jornada de desahogo, expresión masiva de bronca contra la dictadura y decisión popular que obligaría a los militares a comprometerse con un proceso electoral concreto.

También fue el final de los artilugios que esgrimía la dictadura para mantenerse en el poder. Después de esta demostración de voluntad popular, tuvieron que negociar el inicio de su retirada.

Los antecedentes habían sido varios. El 14 de julio de 1981 se conformaba la Multipartidaria Nacional con la participación de la Unión Cívica Radical (UCR), el Partido Justicialista (PJ), el Partido Intransigente (PI), el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).

Ese mismo día, el encuentro generó una convocatoria nacional: “Si bien tiene origen en los partidos políticos, es una gestión que se despliega en toda la comunidad argentina por encima de las diferencias partidarias, religiosas, económicas, sociales y culturales. (…) no obstante su universalidad, (…) no es incondicional, no es neutral, no es indefinida. Es un pronunciamiento de la democracia, para la democracia. La solidaridad que se reclama se quiere para asegurar un futuro consecuente con los ideales de la Nación (…). Los ideales que exaltan la personalidad nacional, que afirman la libertad, la justicia y todos los derechos humanos; que aseguren una estabilidad política (…). En un ámbito de desesperación, de angustias, necesidades, miedos e inseguridades, agravado por la crisis económico-social más profunda de la historia del país, (…) ofrece como primer elemento de solución, la solidaridad de los argentinos”.

La Multipartidaria constituyó una Junta Política Convocante, realizó una convocatoria nacional a todos los sectores sociales y dio por iniciada la etapa de transición hacia la democracia.

Luego se reunió con el resto de los partidos políticos y la iglesia, y elaboró una “Propuesta al País” que se conoció el 16 de diciembre de 1981, un nuevo documento conjunto, cuyo título revolucionó la agenda política: “Antes que sea tarde”. “Propuesta y llamamiento al país”, era su subtítulo.

El canto más escuchado en la Marcha de esa tarde del 16 de diciembre de 1982 fue “vení, vení, canta conmigo, que un amigo vas a encontrar, que, de la mano de todo el Pueblo, la dictadura ve va a acabar” y “el que no salta es un militar, el que no salta es un militar” y “el pueblo unido, jamás será vencido.”

Al conmemorar el 40 aniversario de aquella histórica jornada protagonizada por los partidos políticos, los sindicatos, los estudiantes y los organismos de derechos humanos, entendemos que es una buena oportunidad para revisar aquellos documentos producidos entonces, recuperar el espíritu que los inspiraba, donde había búsqueda de diálogo y logro de concesos en pos de un objetivo común: recuperar el estado de derecho y la democracia, para desde allí iluminar nuestro presente, en el cual resulta imprescindible reafirmar el Pacto Democrático, revitalizar las instituciones y combatir a las mafias que operan como estado paralelo, impidiendo el logro de la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.



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