CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Arte y Espectáculos 11 de septiembre de 2020

Marian Farías Gómez: “Me tatué los nombres de mis hermanos en los brazos, siguen estando conmigo”

Este sábado, Marian ofrecerá un streaming. Hija y hermana de artistas, recuerda sus comienzos, su deseo de estudiar medicina y se muestra abierta a otras músicas: el rock de Divididos, Charly y Karina "La princesita".

Artista vinculada al folklore argentino, por repertorio e historia familiar, Marian Farías Gómez se dará el gusto, este sábado, de recorrer otros caminos de la canción. Para romper eso de que una tanguera, una folklorista y una rockera no pueden convivir en una misma persona.

En su segundo streaming pago desde que arrancó el aislamiento social (las entradas se obtienen en loschisperos.com), la cantante se animará con canciones de Spinetta, más boleros y tangos y, por supuesto, canciones folklóricas. Todo ese combo de géneros musicales “es lo que me gustó cantar de toda la vida”, asegura a LA CAPITAL, conciente de que, para muchos, el rock, el tango y los boleros son músicas ajenas a la mujer que fue parte del grupo Los Huanca Hua, junto a sus hermanos.

“En las reuniones de amigos nos divertimos tocando esas temáticas que supuestamente, que quede bien clarito, supuestamente son ajenas a nosotros, pero si uno se pone a analizar las canciones de Fito (Paéz), de Charly (García) o del Flaco Spinetta tienen una profunda raíz folklórica o de tango, para mi el tango es también folklore, así que la idea es jugar un poco con todo lo que a uno le gusta“, explica y elogia las dotes musicales de Karina “La princesita”, dice disfrutar con la música tropical bien tocada y se declara fantática de Divididos.

“Divididos fue de los primeros grupos en unir folklore y rock, Fito también lo hizo, aunque se fue más para el lado del tango. Y Spinetta hizo Barro tal vez, esa zamba bellísima. Para mi de todos ellos, el genio es Charly, el maestro de todos, aunque se enojen algunos. Charly tiene toda la música, la que quieras escuchar la tenés en su composición. Siempre uno va adelante, en mi familia fue mi hermano Chango, por ejemplo”, analiza.

“Nunca falta alguien que me dice vos ‘sos la hermana del Chango’ y no me molesta porque es verdad, él fue adelante y abrió todos los caminos para poder cambiar algo que era demasiado rígido pero sin perder el sabor nacional”, resume el trabajo en Los Huanca Hua.

Además, sus otros hermanos -todos fallecidos- también fueron artistas: Mariano se dedicó a las artes plásticas y Bongo y Pedro fueron igualmente músicos. El padre de todos ellos fue folklorista y la madre, una destacada compositora.

-¿Con semejante linaje de artistas te planteaste en algún momento no dedicarte a la música?

-Me gustaba la música, pero no quería hacer música. Yo quería ser médica. Cuando Hernán Figueroa Reyes se va de Los Huanca Hua yo estaba en Santiago del Espero, tenía 18 años, estaba preparándome para venir a Buenos Aires a dar el examen a medicina. Un día suena el teléfono y era Blackie, Paloma Efron. Ella era la madrina artística de los Huanca. Yo la admiraba no solo por ser periodista, era una pianista excepcional, cantaba jazz como los dioses. Ella me plantea que reemplace a Hernán. “No quiero ser cantante, quiero ser médica”, le dije. Y ella me lo planteó como una cuestión de solidaridad con mis hermanos. Nosotros éramos muy amigos, más que hermanos, nos queríamos muchísimo. Me tatué los nombres de mis hermanos en los brazos porque siguen estando conmigo. Entonces me fui a Buenos Aires. Y ahí empezó mi carrera de cantante. Después de subir a un escenario por primera vez lo miré al Chango y le dije “tenías razón”.

-¿Por qué, qué pasó arriba del escenario?

-No se puede decir con palabras, es una vibración muy especial, eso del ida y vuelta con el público. Además fui bien recibida, porque el público de Los Huanca era eminentemente femenino y el que se había ido era el lindo del grupo. Paloma me había dicho que tal vez no me aceptaran porque era mujer. El único grupo en el que había una mujer era Los Cinco Latinos. Pero como a mi me gustan los desafíos dije que sí. Fue muy cariñosa la historia con el público desde el primer día. Tomé conciencia de la importancia de reconocer en uno mismo sus propias raíces.

-Teniendo en cuenta esa relación con el público, ¿cómo tomás esto del streaming?

-El formato es la única posibilidad que nos queda a los músicos. Necesitamos hacerlo más allá del dinero. Lo importante es estar en contacto con el público aunque sea a través del streaming. Cantar es una cosa de ida y vuelta. El streaming no es desagradable pero tampoco es lo ideal. Es necesario en este momento en que el público está viviendo tan angustiado y con tanto temor. Porque ya no ayuda Netflix, ni nada de eso.



Lo más visto hoy