“Es una situación política histórica”, afirmó Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, al trazar un panorama del Congreso y las perspectivas del Gobierno en una entrevista exclusiva con “Mesa Chica”, el programa del streaming de Canal 8 y LA CAPITAL.

Desde Mar del Plata, la conversación con los periodistas Marcelo Pasetti y Mariano Suárez ahondó en la compleja dinámica parlamentaria, la consolidación de La Libertad Avanza y las similitudes y diferencias con el pasado menemista.

Menem describió el clima en el cuerpo legislativo como una situación signada por la fragmentación de los bloques y un “reseteo” originado por el fenómeno de Javier Milei. Remarcó la singularidad de un presidente que asumió sin una estructura partidaria tradicional, lo que ha mantenido al sistema en “movimiento” constante.

Pese a que La Libertad Avanza cuenta con apenas 39 diputados frente a más de 200 de otras fuerzas, Menem anticipó que la tensión en el recinto se mantendrá hasta las próximas elecciones. El mayor desafío, según su testimonio, fue la tramitación de la Ley Bases, un proyecto de más de 700 artículos que, pese a su inicial inexperiencia, logró ser aprobado en un segundo intento, sentando un “marco institucional” cuyos beneficios, afirmó, ya son visibles.

Respecto al volumen político de La Libertad Avanza, el presidente de la Cámara Baja destacó el “fenómeno en ebullición total” que representa la rápida construcción del partido a nivel nacional, logrando personería en casi todas las provincias.

Mencionó el creciente interés en la afiliación tanto de figuras provenientes de otras fuerzas como de ciudadanos ajenos a la política, lo que evidencia el “arrastre” del movimiento. Como pruebas de este impulso, citó victorias electorales en Rosario, Resistencia, Salta Capital y Jujuy, aunque reconoció que los primeros “test” a nivel nacional serán en octubre. En ese sentido, subrayó el rol fundamental que jugará la boleta única en los próximos comicios.

En cuanto a la estrategia en la provincia de Buenos Aires, las expectativas de La Libertad Avanza se centran en la “derrota del kirchnerismo”. Menem confirmó la existencia de un “acuerdo” con el PRO y la disposición a sumar a “todos aquellos que quieran acompañar las ideas de la libertad”. Si bien se mencionó la posibilidad de incorporar a sectores del radicalismo, enfatizó que la conformación final de las alianzas se definirá más cerca de las elecciones de septiembre, buscando un “armado electoral lo más robusto posible”.

Sobre su propia gestión, Menem se definió como un “árbitro” en la Cámara, aunque admitió que las “rigideces” suelen surgir del manejo administrativo. Destacó la “restricción” y “racionalización” de los recursos del cuerpo legislativo, ejemplificando con la eliminación de 3 millones de dólares anuales en pauta para periodistas, un gasto que consideró una “locura”.

Subrayó la importancia de ser “cuidadosos” con el dinero público, que proviene del esfuerzo de los contribuyentes. A pesar de las tensiones inherentes al rol, aseguró mantener un “excelente vínculo con todos” los legisladores, aunque reconoció que las sesiones complejas pueden generar cierta distancia temporal. Identificó a Germán Martínez como la persona con quien más se “calienta” en los debates, aunque recalcó que la discusión siempre se mantiene en el plano discursivo y no personal.

Comparaciones 

Al ser consultado sobre las similitudes entre el gobierno de Javier Milei y el de Carlos Menem, el presidente de la Cámara de Diputados señaló que son “dos situaciones totalmente distintas por los orígenes”. Calificó la llegada de Milei a la presidencia como un “milagro” dada su falta de estructura partidaria. Sin embargo, reconoció que el “rumbo económico” tiene “mucho parecido con los 90”, aunque con la variable del “equilibrio fiscal” como una diferencia clave, ya que los 90 se habrían sostenido con mayor desequilibrio en ese aspecto.

También consideró “milagroso” lo hecho por Carlos Menem, al llevar a un partido como el Justicialismo hacia un esquema de “libre mercado, capitalista, aperturista y un Estado más chico”. Ambos, afirmó, comparten un “norte bastante parecido”.

Menem expresó su “orgullo” por llevar el apellido de su tío y defendió la “reivindicación” actual de Carlos Menem, señalando que quienes lo criticaron en el pasado fueron los mismos que “se valieron” de él. Atribuyó algunas negaciones a la “mala fe” y el “afecto por el poder”, calificando de “injusticia” las críticas de algunos dirigentes.

El principal aprendizaje de Carlos Menem, según su sobrino, es “mirar para adelante” y la “facilidad para perdonar y olvidar algún entredicho”, citando la frase “no tengo espejo retrovisor”. Ejemplificó con el gesto de Menem al firmar los indultos, a pesar de haber estado preso durante la dictadura militar, como una muestra de su “gesto patriótico de pacificación”.

Sobre la tensa relación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, Menem la enmarcó en un patrón histórico de la democracia argentina, señalando que “salvo el vínculo que había construido [Carlos Menem con Eduardo Duhalde], siempre ha sido complejo” entre presidentes y vices. Aclaró que, a nivel funcional, mantiene una “muy buena” comunicación con Villarruel para avanzar en la legislación. Respecto al estilo de Milei, Menem sostuvo que “el estilo es el hombre”, y que la gente valora que el Presidente sea “el mismo 24 horas”.

Aunque reconoce que algunos pueden no comprenderlo, lo considera “muy conciliador” porque “siempre mira para adelante”, citando el reciente mensaje de unidad tras la victoria en CABA. Asimismo, desestimó las críticas, considerándolas parte de la “vieja política” que busca “desestabilizar” al Gobierno.

La agenda legislativa se define en una “mesa de trabajo” con funcionarios del Ejecutivo, señaló en otro pasaje de la entrevista. El presidente de la Cámara explicó que se evalúa la “chance” de cada proyecto de ser aprobado, dada la escasa cantidad de diputados propios.

De cara al próximo tramo parlamentario post-electoral, Menem adelantó que se analizarán las “tres grandes reformas” necesarias para un “país ordenado”: previsional, laboral y tributaria. El objetivo, reiteró, es “ser el país más libre del mundo, menos regulaciones, con menos Estado, con más sector privado y con menos ciudadanos dependientes de los poderes políticos”. La reforma penal tributaria es una de las primeras en la lista para “revolucionar la economía sin imprimir pesos”, explicó.

“Intereses oscuros”

Sobre el proyecto de ley de financiamiento universitario, Menem manifestó que los “intereses oscuros se esconden detrás del lindo enunciado”, sugiriendo que el verdadero objetivo es la “desestabilización preelectoral”. Acusó a ciertos sectores de utilizar las universidades como “caja política” y de buscar desestabilizar al Gobierno con “argumentos estúpidos” que ya usaron en el pasado.

Menem insistió en el “compromiso” de sostener el equilibrio fiscal y “auditar” los presupuestos universitarios. Finalmente, al abordar el sostenido apoyo al Gobierno a pesar del “ajuste muy fuerte”, el presidente de la Cámara de Diputados lo atribuyó a que “los últimos años de la Argentina fueron muy malos” y que la gente “la estaba pasando mucho peor que ahora”.

Afirmó que “hoy la Argentina está saliendo”, con una “expectativa” basada en “pilares sólidos”: el equilibrio fiscal y la no estafa a la gente con la emisión monetaria sin respaldo. Concluyó que el gobierno de Milei cuenta con más del “50 y pico por ciento de imagen positiva” y que la “esperanza” está cada vez más presente en la agenda de los argentinos. Menem cerró la entrevista expresando su “cariño” por Mar del Plata, una ciudad donde La Libertad Avanza está trabajando con referentes locales, y prometió visitarla en un próximo fin de semana.