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Arte y Espectáculos 15 de enero de 2020

“Más que público, tenemos cómplices de nuestro humor”

Carlos López Puccio y Jorge Maronna, son los únicos dos fundadores que están en actividad. "Salvo extrañar a nuestros viejos compañeros, nos dimos cuenta que el espectáculo funciona perfectamente bien, porque nuestro material, nuestros textos, nuestra música son muy buenos. No somos imprescindibles", reflexiona el músico.

“Siempre es lindo volver a Mar del Plata”, asegura Carlos López Puccio, uno de los históricos integrantes de Les Luthiers, a pocos días de iniciar la corta temporada del grupo en la cartelera teatral de verano. Con “Les Luthiers Gran Reserva”, se presentarán desde este jueves a las 21 de enero, en el renovado Teatro Tronador, donde realizarán solo 8 funciones.

El elenco de Les Luthiers se encuentra conformado Por López Puccio, Jorge Maronna, Horacio “Tato” Turano, Martín O’Connor, Tomás Mayer Wolf y Roberto Antier.

“Jorge y yo somos los dos viejitos”, bromea el multiinstrumentista, director de orquesta y coros y humorista, de la formación que lleva más de 50 años haciendo reír a plateas de distintos países de América y Europa.

“Más que público, tenemos cómplices de nuestro humor”, define el experimentado y querido artista, sobre la clave del grupo. “Si no nos divertimos nosotros, no hay diversión del público”.

– ¿Qué es lo que más le gusta de Gran Reserva?
– Es muy ágil el espectáculo. En cada número hay un cambio de género musical, de estilo de humor, de todo. De las antologías que hicimos últimamente, es la que más me gusta.

– Han atravesado varios cambios. ¿Extrañan a Marcos, a Daniel?
– Tanto acá como en el extranjero, venimos trabajando con este grupo que es muy sólido. Salvo extrañar a los viejos compañeros nos dimos cuenta que el espectáculo funciona perfectamente bien, porque nuestro material, nuestros textos, nuestra música son muy buenos. No somos imprescindibles”. Al principio, cuando fuimos empezando a tener cierta fama, pensábamos que cada uno éramos figura irreemplazable, sobre todo los centrales que eran mi gran amigo Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock. Justo, los dos tuvieron que ser reemplazados en distintos momentos. Realmente nos dimos cuenta que no era imprescindible que estuviéramos nosotros. Y actualmente somos 6 en elenco de escenario y dos reemplazantes, uno de los cuales es marplatense -Pablo Rabinobich-, un tipo realmente muy capaz, los dos son muy capaces.

– Viajan mucho, tienen muchas presentaciones en el extranjero, ¿Cómo se organizan para crear?
– Sí, realmente viajamos enormemente, de hecho Carlitos Núñez renunció en el 17 porque estaba cansado de tanto escenario y de tanto viajar.
Trabajamos en cosas nuevas todo el año, durante el tiempo que permite no estar en el escenario. De hecho ahora mismo estoy sentado en mi escritorio escribiendo cosas nuevas, y todo el año tuvimos largos ensayos de cosas nuevas. Estamos pensando estrenar un nuevo espectáculo en mayo.

– ¿Empezó más como músico, ahora está más dedicado a escribir?
– Yo empecé en Les Luthiers siendo más músico que escritor, pero me fue gustando mucho la idea de escribir humor y un poco la fui aprendiendo también. Ahora me dedico más a la parte de escribir textos, ya sea para ponerles luego música o no, que a componer y Jorge Maronna está más en el lugar del compositor.

– ¿Puede contar algo de lo nuevo?
– Es una primicia, no estamos hablando todavía del espectáculo nuevo. Estamos en un 80% de seguridad de que va a tener un hilo conductor, una escena recurrente que tendría que dar unidad al espectáculo.

– Siempre hicieron un humor sin coyuntura, sin actualidad. ¿Hoy, qué lo inspira?
– Así es, siempre nos ha preocupado tratar de no hacer un humor inmediato, que tenga que ver con la actualidad política, con la coyuntura social, con el diario de la mañana, nos gusta más hacer un humor que tenemos la pretensión que sea universal, por lo menos dentro del idioma castellano. Que se ría igual un madrileño que un marplatense, esquivamos localismos, actualidad. Ahora más bien pensamos en todo lo que no se puede decir. Hay muchas cosas en el humor que son políticamente incorrectas o mal vistas. Nuestro resguardo viene por ese lado.

– “Himnovaciones” podría haber perdido actualidad pero sigue vigente ¿Qué le parece?
– Lamentablemente los políticos no han cambiado. La obra es de los ’90 y la hemos seguido haciendo hasta hace poco tiempo en distintos países, con distintas realidades y en todos lados la gente se ríe, hasta con tristeza, pero en todos lados está.

– ¿Con qué partes cree que se enganchan más los nuevos públicos de Les Luthiers?
– La franja de humor en la que nos movemos es una en la que hay muy poca oferta. Nuestro humor es cuidado, tiene que ver con el ingenio, con la inteligencia, con el bien hacer, no tiene groserías, ni golpes bajos, y hay mucho público que eso lo valora y se siente mejor con ese humor.

– Además tiene distintos niveles o capas, nadie queda afuera…
– Hacemos un humor bastante diverso, dentro de ciertas normas. Hay cosas que van para distintas generaciones, para chicos, para familias y cada público se divierte con un aspecto diferente. Hay momentos que se ríen todos juntos, momentos que se ríen los más grandes y otros en los que se ríen los más chicos. Y sí, está lo de las capas, incluso que tienen que ver con lo musical. Por ejemplo cuando hacemos parodias con música clásica, con alusiones, llamaditas para alguien que es muy melómano y lo mismo con la música popular, trabajamos con pequeños guiños, que haya detalles que llamen la atención de una parte del público.