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Matías Leiva ganó el título sudamericano de los superplumas

Se impuso en fallo mayoritario a Nicolás Paz en una pelea siempre pareja y cambiante. Inscribió su nombre junto a los de Uby, Luis Lazarte, Omar González, Miguel Ángel Páez, Tito Yanni, César Reynoso y Lucas Bastida, los otros campeones continentales que dio Mar del Plata. Romina Sosa, en tanto, cayó por nocaut técnico ante Sol Baumstarh.

El boxeo te quita, el boxeo te da. El marplatense Matías Leiva, perjudicado dos veces en su carrera por fallos inexplicables (Federico Pedraza en Sportivo Barracas) o localistas (Damián Rojas, también en Cutral Có), esta vez fue beneficiado por la apreciación que el jurado tuvo de un combate muy parejo y derrotó por puntos a Nicolás Paz en fallo mayoritario para quedarse con el cinturón sudamericano de los superplumas.

En la misma velada, desarrollada en el Gimnasio Municipal “Enrique Mosconi” de Cutral Cò y organizada por el promotor Mario Margossian con Argentina Boxing Promotions, el sueño de Romina Sosa, la santiagueña radicada desde muy pequeña en Mar del Plata, chocó contra la potencia de Sol Baumstarh, que se impuso por nocaut técnico en el séptimo round cuando parecía que todavía estaba todo por decirse en el duelo por el título sudamericano de las minimoscas.

La batalla Leiva vs. Paz, cerradísima, interesante de principio a fin, mereció el aplauso cerrado de todos los asistentes. Los dos, en impecable condición física, se prodigaron de principio a fin y ofrecieron un gran espectáculo.

El marplatense lanzó mayor cantidad de golpes, aunque menos sólidos; Paz, pegó menos, pero con más firmeza. De ahí salieron varios rounds muy parejos, con buenos momentos para ambos, claramente de apreciación. En ese combo pueden entrar los tres primeros, el sexto y acaso el octavo, que pintaba para Paz y, tras la detención del combate por la caída del bucal de Leiva, terminó con dominio del marplatense.

En cambio, los dos últimos fueron para “El Distinto”, que cerró imponiendo su ritmo; mientras que el cuarto, el quinto y el séptimo fueron para el púgil nacido en Garín. Paz, en ese cuarto round, conectó la mano más firme de toda la noche, una derecha potente que hizo trastabillar a Leiva y le provocó un momento de zozobra.

Con ese panorama, Jorge Gorini falló un lógico 95-95; mientras que Héctor Álvarez (97-93) y Simón Juri (97-93,5) vieron una diferencia en favor de Leiva demasiado abultada. La apreciación marcó el rumbo de varios rounds, pero pocos vieron una luz de cuatro puntos para el marplatense. No fue tan nítido el desarrollo de la pelea, más allá de que sostener que perdió claro también entra en el terreno de la aventura.

Leiva, que sigue con la curva ascendente en su carrera, engrosó su récord a ocho victorias, tres derrotas y un empate e inscribe su nombre en la lista de campeones sudamericanos que dio el boxeo marplatense junto a los de “Uby” Sacco, Luis Lazarte, Omar González. “Tito” Yanni, Miguel Ángel Páez, César Reynoso, Lucas Bastida y los “adoptivos” Héctor Patri, Rubén “Siru” Acosta y Roberto Bolonti.

 

 

Un sueño frustrado por una mano

 

Romina Sosa, otra exponente del boxeo de esta ciudad, estaba realizando una buena pelea en el lance por el título sudamericano de las minimoscas ante Sol Baumstarh. Había ganado el segundo y el tercer round y había impresionado por su juego de piernas y buena línea defensiva.

 

Festeja Baumstarh, aplaude Romina Sosa. La marplatense estaba realizando una buena pelea.

 

Baumstarh, nacida en Brandsen y pupila de Juan Martín “Latigo” Coggi, una máquina de avanzar y tirar, recién empezó a encontrar la pelea a partir del cuarto asalto y paulatinamente la fue emparejando a fuerza de conectar los golpes más recios.

Cuando todavía había mucho por decirse, en el séptimo asalto, Baumstarh provocó una cuenta de protección para Sosa con una combinación de golpes y, luego de que el árbitro concediera el pase, la derribó con un cross fulminante al mentón. La chica nacida en Termas de Río Hondo y radicada en Mar del Plata cayó sin reacción alguna y el árbitro paró el combate sin siquiera recurrir al conteo. Una definición explosiva, no muy frecuente en el boxeo femenino, que terminó con el sueño sudamericano de Romina Sosa.

 

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