Opinión

Mayday! de Theresa May y las posibilidades de un sucesor

Por Raquel Pozzi (*)

Mientras la primera ministra Theresa May en señal de socorro acude nuevamente al Parlamento para resolver el divorcio con la UE, cada uno apuesta su juego en la búsqueda del sucesor dentro del Partido Conservador. Los favoritos varían de acuerdo a los intereses internos y geopolíticos, lobbies de empresas y de aliados estratégicos del Reino Unido. Entre los favoritos se encuentran: Michael Gove con alta aprobación de sus pares aunque condicionado por su postura xenófoba en la publicación del libro “Celsius 7/7” sobre Terrorismo islámico; Alexander Boris de Pfeffel Johnson, periodista y político quien ha demostrado una postura pendular con respecto a las políticas de Theresa May y el Brexit, algunos lo consideran como el favorito de D. Trump; Amber Rudd conservadora pero con ciertas posturas de izquierda y adepta a un segundo referéndum con respecto al Brexit; Dominic Raab que cuenta con un grupo de ciudadanos que alzan las voces “Ready for Raab” –Preparados para Raab- es el candidato de las redes sociales y considera como mejor decisión el “Brexit sin acuerdo”; entre los posibles sucesores de la primera ministro hay una extensa lista. Lo cierto es que el Parlamento británico vota por cuarta vez una alternativa al Brexit.

La moción favorita es el “divorcio suave” de UE, la más rechazada es la Unión Aduanera con la UE y la que puede generar alivio es el modelo Noruega + o Mercado común 2.0. Lo concreto es que el Reino Unido depende de la UE en cuanto a sus exportaciones en aproximadamente un 48% mientras que la UE exporta al Reino Unido un 15 % de bienes de algunos de los países integrantes, lo que implica que para la UE la relación comercial con el Reino Unido es relevante en cambio para el Reino Unido la UE es vital.

El pos-Brexit se convertirá en un gran desafío sobre todo para el control de la soberanía económica en un contexto geo-político dónde los gigantes EEUU y China han abierto un lugar importante para la Unión Europea, la pregunta que subyace es si el Reino Unido podrá sostenerse fuera de la voraz geo-economía sin tener que acudir a los brazos lacerantes de su Gran Hermano los EEUU de D. Trump. El pedido de socorro de Theresa May trasciende a su figura política, el Reino Unido solapadamente reclama ¡Mayday! ¡Mayday! intentado generar ese silencio radiofónico para que el centro del salvamento coordine el rescate a un Brexit sin salida.

 

(*) Analista en Política Internacional/Prof. En Historia.

Twitter: @raquelpozzitang

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