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Arte y Espectáculos 16 de octubre de 2016

Miles de personas despidieron a Darío Fo

Para la despedida, manifestó su deseo de que sonase la canción "Stringimi forte i polsi dentro le mani tue", que escribió para Franca Rame, fallecida en 2013, explicó su hijo.

Bajo la lluvia, miles de personas despidieron ayer en la plaza de la catedral de Milán con una ceremonia laica al dramaturgo italiano y premio Nobel de Literatura (1997) Darío Fo, del que destacaron su arte, pero también el inmenso amor por su esposa e inseparable colaboradora de sus espectáculos, Franca Rame.
“Estoy seguro de que ahora mi padre y mi madre están allí, juntos, y se parten de risa”, comentó Jacopo Fo, hijo de la pareja, que fue junto con el amigo del dramaturgo Carlo Petrini, los únicos que hablaron durante la ceremonia.
Fo falleció el pasado miércoles a los 90 años en un hospital de Milán, donde estaba internado desde hace unos días por problemas respiratorios, y dejó escrito cómo quería su funeral, según reveló su hijo.
Para la despedida, manifestó su deseo de que sonase la canción “Stringimi forte i polsi dentro le mani tue”, que escribió para Franca Rame, fallecida en 2013, explicó su hijo, quien agregó: “Somos comunistas y ateos, pero mi padre no ha dejado nunca de hablar con mi madre, porque no se puede creer que una persona se muera de verdad”.
En el palco frente a la catedral de Milán, prestada por primera vez para una ceremonia fúnebre laica, no había autoridades, aunque asistieron el alcalde de la ciudad, Giuseppe Sala, y el fundador del grupo político Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, al que Fo había apoyado en los últimos años.
Fo será enterrado junto con su mujer, que falleció en mayo de 2013, en el cementerio Famedio de Milán, donde tienen su sepultura las personalidades más ilustres de la ciudad.
Durante los últimos años de vida no dejó nunca de pintar y escribir y se asegura que habrá muchos libros póstumos que dejó ya acabados.
Su gran obra, la más aclamada e influyente, es el “Misterio Buffo” (1969), en la que aborda algunos pasajes bíblicos al estilo de los juglares medievales.
En 1970 presentó otra de sus obras maestras, “Muerte accidental de un anarquista” (1970), en la que rememora la extraña muerte del partisano Giuseppe Pinelli, que en 1969 se precipitó desde una ventana de la Jefatura de Policía de Milán, donde estaba detenido.
Pero también se recuerda su fuerte activismo político, que hizo que fuera un premio Nobel cuestionado incluso en su país.