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La Ciudad 16 de julio de 2017

Mitos, verdades y potenciales usos medicinales del cannabis

El jefe de la Unidad de Neurología Clínica del hospital Central de Mendoza, Andrés Barboza, brindó una charla en la ciudad sobre las evidencias, mitos y potenciales aplicaciones del uso medicinal del cannabis. "Creo que en las aulas de las facultades de medicina del país el debate ya no se les puede escapar", aseguró.

Invitado por el Centro Médico de Mar del Plata, el reconocido doctor Andrés Barboza, jefe de la Unidad de Neurología Clínica del hospital Central de Mendoza y profesor de Neurociencias Básicas y Neurología en la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad del Aconcagua, brindó una charla a médicos de la ciudad sobre las evidencias, mitos y potenciales aplicaciones del uso del cannabis en el ámbito de la salud.

Previo a la exposición, dialogó con LA CAPITAL y analizó las deudas pendientes y los avances alcanzados, tras la aprobación de la ley que habilitó establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica, además de la creación de un programa nacional para el estudio del uso del cannabis medicinal.

Según el especialista, las propiedades medicinales de la planta no son ninguna novedad. Asegura que se ha utilizado desde principios de la historia, pero las prohibiciones que vinieron después fomentaron su desaparición en los botiquines de los profesionales de la salud.

“Hoy por hoy podemos cuantificar qué tan bien puede llegar a hacer y en qué enfermedades o situaciones clínicas podemos utilizarlo. Si bien todavía falta muchísimo por aprender, ya tenemos una base interesante”, señaló el profesional.

Casos de eficacia comprobada

Según explicó, de los estudios realizados se comprueba que el cannabis tiene buenos niveles de eficacia en pacientes que padecen epilepsia y dolores específicos. Además existen otras patologías que también podrían ser tratadas con esta alternativa, aunque aclaró que sobre otras enfermedades existen menos estudios que corroboren los efectos positivos.
“Donde más promete y donde más se va a seguir investigando seguramente es en la epilepsia. Dentro de los muchos principios activos que tiene la planta, hay un principio, el cannabidiol, que tiene propiedades anti-epilépticas. Hace un mes salió un estudio en el que quedó claro el beneficio en una forma particular que se llama la enfermedad de Dravet, afecta a los más chicos y no suele responder a los tratamientos farmacológicos convencionales”, señaló Barboza.

No reemplaza tratamientos

Respecto a la posibilidad de extrapolar estos resultados a otros tipos de enfermedades, fue contundente al aseverar que para que ello ocurra, “habría que empezar a estudiar un poco más”.

En lo que respecta a la posibilidad de disminuir ciertos dolores en los pacientes, advirtió que los neuropáticos, es decir, aquellos inducidos por daños del sistema nervioso, son sobre los que más se han demostrado resultados beneficiosos.

“En este caso se usa el tetrahidrocannabinol, la desventaja que tiene son los efectos secundarios. Cantidades muy pequeñas pueden aliviar el dolor pero no hace falta intoxicarse para lograrlo”, señaló.

El aumento del apetito o la reducción de los vómitos asociados a la quimioterapia también fueron estudiados bajo los efectos del uso del cannabis, pero en estos puntos aclaró que, en comparación con lo anterior, “la cantidad de estudios es menor”.

“Hay que aclarar que, por el momento y por lo que se sabe, el cannabis o sus derivados no reemplaza ningún tratamiento convencional. En la mayoría de los casos será una asociación a lo que ya se está utilizando, no es que el paciente deja de tomar la medicación para usar el aceite, sino que lo va a agregar.

Independizar los debates

Si bien el especialista señala que aún resta avanzar en varios puntos relacionados a la utilización del cannabis como uso medicinal, le parece “bien independizar los debates y no hacer un gran paquete del tema”.

En este sentido, señaló que todo se trata de una búsqueda de consensos, siempre enfocados en lo que necesita el paciente.

“Aprobar el autocultivo, la manipulación o la manufacturación casera, son debates independientes que si hacemos un gran paquete, nunca se va a terminar aprobando nada. Vamos buscando consensos y en lo que hoy estamos todos de acuerdo es que hay pacientes que probablemente lo necesiten y en los que vale la pena intentarlo”, señaló. Y agregó: “Si después se debaten otras cosas, bienvenido sea, pero debería hacerse en un lugar en paralelo porque, por ejemplo, si tenemos trabas en cuestiones como la tenencia para consumo personal se paralizarían los potenciales usos que podrían ayudar al paciente”.

Preconceptos a derribar

El cannabis cura“: “No está claro que cure ninguna enfermedad o que sirva para todas las enfermedades. En realidad sirve para determinados síntomas de determinadas enfermedades y hasta el momento no está demostrada la capacidad curativa. Hay que tener mucho cuidado con los casos anecdóticos, que a un paciente le haya servido no significa que ocurrirá lo mismo con todos los pacientes”.

Como es natural no puede hacer mal“: “En realidad casi todos los venenos que conocemos son naturales. Es una presunción que hay que dejar atrás. La historia de la farmacología sale de la gente que ha aprendido a extraer de muchos productos naturales otros propios, libres de algunos efectos indeseables que tenía los productos naturales”.

El consumo medicinal de cannabis es por dependencia“: “Esto no es así. En la gran mayoría de los casos es gente que está buscando respuestas que la medicina y la farmacología tradicional no está ofreciendo. Se trata de intereses genuinos que los llevan a pedirnos el aceite de cannabis. Hay una demanda que hay que separarla del perjuicio del consumo de drogas”.