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La Ciudad 10 de diciembre de 2019

Montenegro evitó polemizar con el presidente y anticipó que va a analizar el último decreto de Arroyo

Ofreció su primera conferencia de prensa como intendente. Fue luego del discurso de Alberto Fernández. También dio su postura sobre la Plaza del Agua.

Montenegro en su despacho del COM.

Ya sin saco ni corbata y con la camisa blanca arremangada para sufrir lo menos posible el calor de la jornada que lo tuvo como protagonista, Guillermo Montenegro ofreció su primera conferencia de prensa como intendente en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), donde instaló su despacho.

“Es muy movilizante el hecho de haber jurado como intendente. Indudablemente es el logro profesional más importante de mi carrera. En lo personal mis logros son mis hijos. En lo profesional hasta ahora había sido la creación de la Policía Metropolitana. Hoy es ser intendente de mi ciudad”, dijo de entrada, casi a modo de presentación.

Enseguida respondió una consulta de LA CAPITAL sobre el discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, en el que dijo, por caso, que en los últimos cuatro años se “destruyó la industria nacional” por el cierre de “20 mil empresas” y la pérdida de “152 puestos de trabajo” en el sector privado. Una una embestida para su antecesor, Mauricio Macri, alineado políticamente con Montenegro.

Pero el flamante intendente esquivó la polémica. “Pude leer gran parte del discurso y hubo distintas cuestiones. También habló de nuestra ciudad, del Instituto Nacional de Pesca (el Inidep), de la reactivación. Creo que hay que buscar las cuestiones positivas. Me parece que la gente ya nos está pidiendo que no hablemos más de qué pasó, sino de lo que vamos a hacer”, contestó.

Consideró importante “trabajar de acá adelante todos juntos para ver no solamente cómo Mar del Plata empieza a funcionar de una manera distinta; también la Provincia y también la Nación”. De paso, sin que se lo preguntaran, elogió al gobierno provincial saliente. “Obviamente que sabemos que faltan cosas que hay que llevar adelante, aunque también estamos convencidos que, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, las cosas que se hicieron eran cosas que no se habían hecho nunca”. Un claro elogio para María Eugenia Vidal.

Montenegro también hizo notar que “hace más de 20 años” que no se hacía un traspaso administrativo como el que hizo con Carlos Arroyo.

No tardó en llegar la pregunta sobre el último decreto de Arroyo, que habilitó a la concesionaria del estacionamiento de Playa Grande a establecer un boliche. “Ya lo tiene legal y técnica para analizarlo”, se limitó a decir. Ante una repregunta, acotó: “Hay una opinión jurídica que la tiene que dar Legal y Técnica para saber cuáles son los alcances. Si me decís a mí, la firma de un decreto la noche anterior a irte no es muy normal”.

El intendente recién asumido garantizó el medio aguinaldo y los salarios del personal municipal. También la contratación de la Mutual de Guardavidas para el servicio de seguridad en playas.

Elogió a Sergio Berni, el elegido por Axel Kicillof para el Ministerio de Seguridad de la Provincia. “Tengo un conocimiento personal con Sergio. Lo sabe todo el mundo. Nos conocemos hace muchos años, cuando él era secretario de Seguridad y yo ministro y siempre tuve una muy buena relación. La basamos en el trabajo: yo con la Policía Metropolitana y él con la Federal”, dijo, y agregó: “Me alegro por los bonaerenses y marplatense si Sergio acepta el desafío de ser ministro de Seguridad. Yo creo que es un muy buen funcionario que además conoce mucho el área”.

Aprovechó para recordar que lo mismo dijo de Fernanda Raverta, su rival del Frente de Todos, que será la ministra de Desarrollo de la Comunidad. “Si Fernanda lo quiere me alegro por ella porque yo le tengo mucho cariño y creo que es muy bueno; creo que es muy bueno para los bonaerenses y los marplatenses que Fernanda esté en ese lugar”.

El tema más urticante llegó al final, cuando lo consultaron sobre la injerencia del sector privado en los espacios públicos, entre otras cosas a raíz de la polémica desatada con la Plaza del Agua. “No es una postura de Montenegro. Uno tiene que buscar qué es lo mejor para los marplatenses. Si la utilización del espacio público o la puesta en valor de un espacio público de nuestra ciudad es buena para los habitantes de la ciudad y de alguna manera puede ser congeniada con una iniciativa público-privada, me parece que es bueno”, señaló.

“Pero en definitiva –apuntó– lo tendremos que definir cada uno de los vecinos, escuchándolos, planteando cuáles son los temas, más allá de la política. Esto tiene que ver con cómo nosotros logramos que nuestra ciudad esté cada vez mejor, y me parece que las iniciativas privadas son buenas siempre que no limiten la utilización de ese lugar a los vecinos”.

Consideró necesario “congeniar una cosa con la otra”. Y, a modo de ejemplo, dijo que no quiere tener una plaza “que no es una plaza porque está toda rota”, pero tampoco una que no se pueda usar. “Tengo que congeniar de la mejor manera posible el equilibrio que tiene que ver con la inversión y la utilización de lo público”, sintetizó.