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Arte y Espectáculos 26 de noviembre de 2018

Murió Bernardo Bertolucci, el director de “El último tango en París”

El cineasta italiano deja para la historia del séptimo arte algunos títulos que marcaron época. Ganó 9 premios Oscar por "El último emperador". Tenía 77 años.

Bernardo Bertolucci duante la ceremonia de clausura del 70 Festival de Cine de Venecia. Foto: EFE | Claudio Onorati.

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ROMA, Italia.- El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, conocido por películas como “El último tango en París” o “El último emperador”, falleció en su casa de Roma a los 77 años, indicaron ese lunes los medios italianos y confirmó su oficina de prensa Punto e Virgola en un correo electrónico.

Bertolucci, considerado un maestro del cine italiano y mundial, ganó nueve premios Oscar en 1988 por el “El último emperador”, la biografía del último emperador chino.

En 1972 se dio a conocer en todo el mundo con “El último tango en París”, una película erótica con Marlon Brando y Maria Schneider que provocó un escándalo por una controvertida escena de sexo. La película fue prohibida en Italia.

Según contó Bertolucci después, la joven actriz Maria Schneider, que entonces tenía 19 años, se había visto profundamente afectada por la escena que simulaba sodomía ya que no había sido plenamente informada antes del rodaje del contenido de aquella.

Schneider, que sufrió adicciones a las drogas y depresión antes de su muerte en 2011, dijo cuatro años antes que se había sentido “un poco violada” durante la escena y estaba muy enfadada por ello.

Betolucci fue también uno de los pocos directores de cine italianos en rodar con frecuencia en el extranjero. En París, donde realizó su última película “Los soñadores” (2003), pero también en China con “El último emperador”, en Africa con “El cielo protector” (o “Refugio para el amor”) o en Bután con “El pequeño buda”.

Nacido en Parma, en el noreste de Italia, en 1941, Bertolucci hizo también películas de alto contenido político e histórico, como “Novecento” (1976), que recorre la historia de las luchas de clase en el rico valle del Pó a través del destino de dos amigos de infancia a principios del siglo XX.

La película tiene un prestigioso casting internacional (Robert De Niro, Gérard Depardieu, Burt Lancaster, Dominique Sanda). Otro ejemplo es la película “El conformista”, sobre la izquierda en tiempos del fascismo italiano.

El cineasta, que en los últimos años iba en silla de ruedas, creció en un entorno rico e intelectual y empezó a apasionarse por el cine a través de la película “La Dolce Vita” de Federico Fellini. Su padre, poeta, profesor de historia y crítico de cine, le regaló su primera cámara 16mm a los 15 años.

“Era el último emperador del cine italiano, el señor de todas las epopeyas y escapadas. Se acabó la fiesta: se necesitan dos para bailar el tango”, declaró el lunes a la AFP Gilles Jacob, expresidente del Festival de Cannes, que le concedió una Palma de Oro honorífica en 2011 por el conjunto de su carrera.

Cuando se le preguntó en 2013 cómo le gustaría ser recordado, Bertolucci respondió a la AFP: “No me importa”.

Un grave problema en la espalda le dejó en silla de ruedas, pero esto no le impidió asistir hace unos meses a varios reconocimientos con motivo de la reposición de “Ultimo tango en París”.

En su última película en 2012 vuelve a los ambientes intimistas y a los diálogos intensos con “Io e te”, basada en la novela de Niccolò Ammaniti sobre el intenso reencuentro entre un hermano y una hermana.

El recuerdo de los italianos

El mundo del cine y de la política de Italia despidió hoy a Bertolucci, considerado uno de los directores más grandes de su país y del mundo.

“Será recordado entre los más grandes del cine mundial e italiano”, fue el comentario del presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta, que recordó que el cineasta estuvo presente en la “Mostra” desde su primera obra con “La commare secca” (1962) y después como presidente del Jurado en 1983 y 2013 y donde obtuvo el León de oro a la carrera en 2007.

El cineasta y productor Franco Zeffirell despidió a su “querido amigo y gran director” y subrayó que “con su trabajo logró transportarnos a dimensiones artísticas únicas”

El presidente de la Asociación General Italiana del Espectáculo (AGIS), Carlo Fontana, destacó que el fallecimiento de Bertolucci nos deja “sin uno de los grandes autores, quizá el último, del cine italiano”.

“Sus películas han atravesado medio siglo de Historia del cine y sus obras maestras han entrado con pleno derecho en el imaginario colectivo, superando las fronteras nacionales para convertirse en piedras angulares del cine mundial”, agregó Fontana en una nota.

El presidente del Centro Experimental de Cinematografía y también director, Felice Laudadio, recordó la felicidad de Bertolucci tras la reciente restauración de “The Last Tango in Paris” (1972) con ocasión de sus 45 años y su vuelta a la proyección en 158 salas.

Laudadio anticipó que ahora se restaurará su primera obra, “La commare secca”, que era uno de los preferidos de su esposa, la también guionista y directora Clare Peploe.

Los medios italianos apuntan que para despedir al maestro de instalará una capilla ardiente en la sede del Ayuntamiento de Roma, mientras que se celebrará un funeral privado.

También despidieron al autor de “Last tango in Paris”, “Novecento” o “The Last Emperor” exponentes de la política italiana como el exministro de Cultura Dario Franceschini, que señaló cómo sus películas “han emocionado y hecho discutir a generaciones enteras y hecho grande el cine italiano”.

Asimismo emitieron mensajes de elogio el presidente de la región del Lazio, Nicola Zingaretti, y la alcaldesa de Roma, Virgina Raggi.

Bertolucci, nacido en Parma (norte) el 16 de marzo de 1941, hijo de reconocidos escritores y cineastas italianos, comenzó de la mano de Pierpaolo Passolini.

El alcalde de Parma, Federico Pizzarotti, aseguró que el director hizo de esta ciudad “una obra maestra” y lamentó que con su muerte “se haya apagado una voz única en el cine y la cultura italiana, una personalidad profunda que supo representar en sus películas la esencia del espíritu humano”.



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