Actúo en "La tregua", "Camila", "El hijo de la novia" y "La historia oficial", que fueron nominadas al Oscar. Solo lo ganó con "La historia oficial". Querido y repetado en Argentina y España, participó en cerca de 150 películas. Vivía en Madrid, España, donde murió este sábado.
“La puta que vale la pena estar vivo” fue la famosa frase por la que muchos espectadores recodarán al actor argentino Héctor Alterio, quien falleció este sábado a los 96 años en Madrid, España, donde residía desde 1975.
Dirigido por Marcelo Piñeiro, Alterio protagonizó la película “Caballos Salvajes” en 1995 junto a Leonardo Sbaraglia, Fernán Mirás y Cecilia Dopazo. Se trató de una película que, tal como sucedió con “Tanguito” unos años antes, logró llegar a un público más joven, algo desacostumbrado a ver cine nacional.
Aunque a veces controversial por la literalidad que enuncia la frase, en un medio como el cine que evita por todos los medios caer en lugares comunes, Alterio supo poner en esa línea de texto una carga emotiva que sin duda trascendió la historia de la película y la pantalla.
En “Caballos salvajes”.
El intérprete había revelado que la frase fue idea del director, quien convocó a la autora Aida Bortnik “porque le faltaba cerrar una secuencia” y le comentó el lugar donde se realizaba la filmación.
Alterio sostuvo: “Estamos sobre un monte en el medio de un campo y el personaje de Héctor está solo. Y así, le fue contando casi detalladamente lo que pasaba en cada escena. Fue entonces que ella se inspiró y le pidió: ‘Decile a Héctor que su personaje diga ‘la puta que vale la pena estar vivo’. Sin dudarlo, Marcelo lo agregó y yo después lo dije con todas mis ganas”, recordó el actor, que también participó en cuatro de las películas que fueron nominadas a los Premios Oscar y ganó la famosa estatuilla solo en una oportunidad.
En “La historia oficial”, de Luis Puenzo.
La Academia de Hollywood reconoció con un Oscar a “La historia oficial”, dirigida por Luis Puenzo en 1985, donde el reconocido actor se había hecho eco como parte del elenco. Es una historia brutal sobre las consecuencias menos conocidas -hasta entonces- de la última dictadura cívico militar: el robo de bebés. Comparte protagonismo con otra grande del cine nacional: Norma Aleandro.
Más tarde, en 2001, fue nominado por la recordada “El hijo de la novia”, donde Alterio compartió elenco con Ricardo Darín y otra vez junto a Norma Aleandro. Ese filme de Juan José Campanella obtuvo una nominación en los galardones de la academia en 2001.
Dirigido por Juan José Campanella, en “El hijo de la novia”.
Y antes, en 1974, cuando todavía no había decidido exiliarse de la Argentina por recibir amenazas de la Triple A, la recordada “La tregua”, de Sergio Renán, obtuvo otra nominación a los afamados premios de Estados Unidos. Encarnaba a un oficinista maduro que tenía un romance con una jovencísima Ana María Piccio. A su vez, fue protagonista de “Camila”, de María Luisa Bemberg en 1985, que también fue nominada a los Oscar.
Con Piccio, en una escena de “La tregua”, de Renán.
En su larga y prolífica carrera dejó un sinfín de premios y fue destacado durante más de 60 años de trayectoria con toda clase de reconocimientos. Entre ellos un Goya de Honor, que entrega la academia española, un Cóndor de Plata que entrega la Academia Argentina de Cine y un Ace Honorífico, en Argentina.
Alterio protagonizó “La Patagonia rebelde” en 1974, una historia ubicada en el sur argentino escrita por Osvaldo Bayer. Estaba centrada en los fusilamientos de obreros de principios del siglo XX tras una huelga que buscaba mejorar sus condiciones de trabajo extremas.
Luego de esto, y como muchos artistas de renombre, el artista debió exiliarse en España durante la dictadura cívico militar, en 1975, ya que recibió amenazas de muerte vinculadas a dicha participación, lo que aprovechó para consolidar su carrera en Europa.
María Luisa Bemberg lo dirigió en “Camila”.
Este lapso generó en el intérprete un importante abanico de apariciones televisivas, en la pantalla grande y sobre las tablas en España, aunque no se desligó de sus vínculos con Argentina.
Un título que le valió gran parte de su paso en la escena teatral fue “Como hace 300 años”, estrenada en 1992, que se basó en textos poéticos y estuvo acompañada por música en vivo, un unipersonal que giró por Argentina y España durante más de 25 años, con funciones registradas incluso entre 2018 y 2019, cuando Alterio ya pisaba los 90 años.
Hace un año fue reconocido y homenajeado por sus pares argentinos, en Sagai, una asociación que administra los derechos de propiedad intelectual de actores, actrices, intérpretes de voz y bailarines de este país, lo recibió en su sede en Buenos Aires y le brindó una cálida bienvenida.
Dejó más de 150 trabajos, un gran legado en la cultura hispanoparlante y dos hijos, Malena y Ernesto, quienes también siguen los pasos de su padre en la actuación. Su partida, que se conoció este sábado, generó un profundo dolor en el ámbito artístico y entre espectadoras y espectadores, quienes extrañarán su gestualidd, su presencia contundente, comprometida, profunda en una ficción artística, un estilo casi único.
Con Piccio, cincuenta años después de filmar “La tregua”, en 2024.