“Cantame un gol es un espectáculo de palabras y sonidos, un homenaje al fútbol, que demuestra que el músculo y el intelecto pueden jugar en el mismo equipo”, dijo Walter Saavedra, el periodista que volverá a traer a Mar del Plata su propuesta. El espectáculo subirá a escena el sábado que viene a las 20.30 en la sala Roberto Payró del Auditorium.

Acompañado por el músico Charly Romano, Saavedra se pondrá en la piel del hincha y narrará entrañables historias desde el sentimiento.

Cabe señalar que al final del show, y en el marco del Mundial de Fútbol de Rusia, “habrá una charla-debate con los espectadores sobre fútbol, porque al productor Daniel Canales se le ocurrió que podría ser una magnífica posibilidad de hacer catarsis juntos, de sacarnos los perros del alma”, dijo Walter.

“Más allá de la pelota, mis textos y mis poemas tienen un fuerte contenido social”, adelantó el periodista y relator que nació en Mar del Plata y recordó el cuento El régimen, en el que realiza una analogía entre la siniestra dictadura militar y el fútbol.

“De repente aparecieron ellos. Por decreto la gambeta fue declarada subversiva. Censuraron las rabonas, los caños de ida y vuelta, los abrazos de gol. Ya no flamean banderas en las canchas. Intervinieron la AFA y los clubes. Los zurdos debieron aprender a patear con la derecha bajo amenaza de amputarles la pierna sediciosa”, repasa el relato de su autoría.

En ese tren de fantasía, en el espectáculo podrá escucharse un relato radial que enfrenta a “la palabra y la censura”. “En el equipo de la palabra los jugadores son los escritores, poetas e intelectuales detenidos desaparecidos u obligados al exilio”, adelanta.

Para Saavedra, el espectáculo toma al fútbol como disparador “para hablar de cosas que son más importantes que el juego en sí”. “Es un espectáculo de textos ilustrado por las canciones que interpreta Charly Flores Romano, gran guitarrista y cantor”, agrega.

Lo musical se alimento con canciones propias y otras que buscó para redondear cada texto. “Hay tango, milonga, candombe, cumbia, balada” y considera que la música es central en la propuesta ya que agrega “belleza estética” que permite que el público participe del show. “La gente hace palmas, se sacuda en su asiento, sigue el ritmo con los dedos de las manos, con los pies… Y colabora para relajar algunos textos fuertes. Es un espectáculo muy corporal, teatral, pero la base es la palabra, son las historias. Y la palabra sale a bailar con la música”, esclarece.

Además, el espectador podrá conocer cómo nació la idea de arrojar papelitos en las canchas, que “es un invento argentino”, cómo aparece la palabra hincha, desde cuándo las camisetas llevan número. “Y hay mucho humor, hablo de la relación entre el fútbol y el deporte en general con la política”.

Gustoso de buscarle sentido al fútbol, Saavedra señaló que “para Passolini el fútbol es un sistema de signos, es decir, un idioma, para Gramsci, es el reino de la lealtad humana ejercida al aire libre, para Javier Marías es la recuperación semanal de la infancia. Todas son bonitas definiciones. Yo soy relator de fútbol. Leo en voz alta lo que los jugadores escriben con los pies. Siempre me pareció que el fútbol es como una gran obra de teatro: contiene drama, comedia, épica y grotesco. Y es, asimismo, una metáfora de la vida: en un potrero, jugando a la pelota con los amigos te encontrás con el talentoso, el incapaz, el solidario, el egoísta, el generoso, el holgazán, los mismos que te vas a encontrar a lo largo de tu vida a la vuelta de cualquier esquina”.