"Lo que más nos atrae de Cerati es esa combinación que él lograba entre sofisticación y masividad", definió Bruno Moreno, pianista y compositor de la banda.
La obra de Gustavo Cerati será reinterpretada en clave sinfónica este viernes en el Teatro Radio City, de la mano del grupo Música para Volar. El espectáculo contará con la participación de artistas marplatenses, entre ellos, una orquesta formada especialmente para la ocasión con músicos de la Orquesta Sinfónica y otros vinculados al mundo del jazz, el Coral Polifónico de Mar del Plata, bajo la dirección de Soledad Gonzalía y la dirección del violinista Juan Pablo Gez Carballo.
Se trata de una nueva puesta del concierto con el que la banda rosarina, integrada por José Matteucci en batería y voz, Alexis Thompson en guitarra, Julieta Sciasci en bajo y voz y Bruno Moreno en piano y arreglos, inició su camino hace más de diez años.
“Lo que más nos atrae de Cerati es esa combinación que él lograba entre sofisticación y masividad”, definió Moreno en una charla con LA CAPITAL.
“Es un concierto que en su momento fue muy importante para nosotros, porque fue el primero en el que nos reunimos con músicos de distintas partes del país. Ahora lo volvemos a hacer con otra madurez artística, con arreglos nuevos y un enfoque renovado”, agregó.
No se trata de un espectáculo que imita la obra del gran músico argentino, sino de una oportunidad para redescubrirla desde otro lugar, con el aporte de cada nueva orquesta que se suma. Por ello, cada concierto es único.
Desde sus inicios en 2012, cuando se reunieron para interpretar el disco “Comfort y música para volar” de Soda Stereo, el proyecto fue creciendo sin que se lo hubiesen propuesto. En ese sentido, agregó: “Queríamos hacer un solo show, pero la conexión con el público fue muy fuerte y eso nos llevó a seguir”.
Hoy, Música para Volar es un equipo consolidado que combina repertorio de rock argentino con formación orquestal y puestas escénicas cuidadas. El grupo interpreta canciones de Cerati, Spinetta, Charly García y Fito Páez con una mirada propia. “Tratamos de mantenernos fieles a la partitura original, pero dándole un nuevo color tímbrico”, señaló Moreno.
Uno de los aspectos destacados del espectáculo es la participación de artistas locales. “Nos gusta trabajar con músicos de cada ciudad. No solo porque aporta una riqueza artística, sino porque genera un intercambio humano muy valioso. Son 50 seres humanos poniéndole el cuerpo a esa música en ese lugar, referentes en la ciudad, algunos ligados a la orquesta sinfónica, a la música académica, otros vinculados al jazz, y cada uno con su impronta”, valoró.
El grupo también se apoya en un equipo técnico que trabaja detrás de escena: sonido, iluminación, visuales y grabaciones. “Cerati fue un artista integral. Pensaba en todo: la música, los sonidos, los equipos, los videoclips, la estética de los discos. Y en lo musical, lo que más nos atrae es esa combinación que él lograba entre sofisticación y masividad. Sus canciones son complejas, pero a la vez llegan a todo el mundo. Eso no pasa tan seguido”.
En ese sentido, el grupo funciona también como un espacio de investigación. “Tenemos un laboratorio en la sala de ensayo. Ahí probamos cosas nuevas, exploramos sonoridades, decidimos qué canciones versionar y cómo”. Y, desde hace unos años, desde allí proyectan a futuro”.
Consultado sobre la posibilidad de incorporar repertorio propio, Moreno contó que todos los integrantes son también compositores, pero que Música para Volar se plantea exclusivamente como un proyecto interpretativo.
“Cada uno tiene su música y sus proyectos solistas. Incluso, colaboramos mucho entre nosotros, pero el grupo tiene una identidad clara: es un espacio para reinterpretar canciones del rock argentino”.