Nahir Galarza, la joven de 19 años condenada por matar a su novio, inició un noviazgo en la cárcel con un joven acusado de participar en una banda narco liderada por su padre y cuyo abogado pidió que su defendido tenga acercamiento a la prisión “para profundizar una relación de noviazgo”.

Augusto Laferriere, que representa a Matías Caudana, de 18 años, hijo de Gonzalo Caudana, acusado de liderar una organización narco criminal en las ciudades de Paraná y Concordia, confirmó que hizo la presentación ante el Tribunal Oral Federal de Paraná.

“Matías está detenido desde hace un tiempo por la causa judicial que lo liga con su padre, y en ese proceso, obtuvo el beneficio para poder visitar en la cárcel de mujeres de Paraná, a su abuela -que se encuentra purgando una condena por vender drogas-“, explicó el letrado en declaraciones al diario Uno de Entre Ríos.

Además, Laferriere comentó que no sabe bien “las circunstancias” en las que el joven conoció a Nahir, pero seguramente fue cuando fue a visitar a su abuela al penal de mujeres.

“Es seguro que se cruzaron en la cárcel de mujeres y es donde entablaron la amistad, y luego este inicio de la relación que ahora se busca reforzar”, indicó el defensor que explicó que “en el escrito presentado, se pide el acercamiento para profundizar la relación de noviazgo”.

Este jueves, el fiscal José Candioti reclamó para el joven Caudana la pena de cinco años de cárcel, por considerarlo partícipe de la organización narco, mientras que para su padre pidió 14 años.

Gonzalo Caudana, padre del joven fue tres veces condenado por narcotráfico y al momento de prestar declaración desvinculó a su hijo de la causa.

En tanto, Nahir Galarza fue condenada a prisión perpetua por el crimen de Fernando Pastorizzo, de 20 años, ocurrido el 29 de diciembre de 2017 alrededor de las 5:00.

La joven primeramente dio una versión de los hechos, pero horas más tarde confesó haber sido la autora de los disparos que terminaron con la vida de Pastorizzo.

Nahir había dicho que los disparos fueron cometidos con el arma reglamentaria de su padre, que es efectivo de la Policía de la provincia de Entre Ríos.

Sin embargo, en una segunda declaración dijo que había sido su novio el que había tomado el arma y que los disparos los había hecho en forma accidental.

El 3 de julio pasado la joven fue condenada a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el vínculo de pareja”.