River y Alvarado consiguieron un cero que suma. Redondearon un mal partido en la cancha de los primeros, pero el punto, más la caída de Círculo, clasificó a los dos.
El primer tiempo fue un compendio de malos pases y pelotazos. De apuros e imprecisiones. Con un aleteo de esperanza en el arranque con una llegada clara por bando: un cabezazo desviado de Gopar desde buena posición y una llegada a fondo de Verón, cuyo violento zurdazo frustró Budroni con una gran tapada abajo.
Pero fue una ráfaga. Que duró lo que la luz de un fósforo. El partido cayó en un pozo negro y profundo. Apenas rescatado por alguna corrida de Verón por el sector izquierdo o por alguna salida elegante con los pies del arquero visitante, Hernán Alvarez.
Hubo que esperar hasta el segundo tiempo para ver algo nuevo. Alvarado lo jugó con más decisión y en campo de River. Le faltó claridad en los últimos metros. Pero esa voluntad de ganarlo, al menos, le sirvió para generar tiros libres o córners. La pelota parada les permitió llegar a los de Padilla. Así Gil desvió un cabezazo desde buena posición tras un córner y un rato después Mollo se lo perdió de sobrepique dentro del área.
Paulatinamente, Ignacio Echeverría se sumó a Verón como alternativa para desequilibrar en los últimos metros y agregó un nuevo problema a la defensa de River. A los 27? un gran desborde suyo terminó en un pase atrás que Mollo remató a la carrera y Budroni tapó magistralmente.
Sin embargo, pasada la media hora, aflojó el empuje de Alvarado. River, que apenas si tuvo un remate de sobrepique de Allamanda que desvió magistralmente Alvarez, superó el mal momento con su orden defensivo. Y, en definitiva, los dos se fueron conformes. La caída de Círculo le sirvió en bandeja la clasificación a los dos.

S.O.A