Nora Cárpena se encuentra en su camarín, casi dos horas antes de la función de Mentiras Inteligentes.
En la comedia dramática, que va de martes a domingos en el Teatro Lido -dos funciones, a las 21 y 23- comparte escenario con Arnaldo André, Federico Bal y Micaela Vázquez. Componen a una familia disfuncional, en la que una mentira -y otra, y otra- desatan una serie de conflictos que afectan a cada uno de los integrantes.

Nora ya está totalmente recuperada del insólito accidente por el que le dieron varios puntos en el cuero cabelludo. Recibe la llamada de uno de sus sobrinos y, mientras habla, LA CAPITAL pasea la vista por ese espacio en el que actores y actrices comienzan a dejar de ser ellos mismos para ir transformándose en sus personajes.

Una foto de un joven Guillermo Bredeston domina la escena. La rodean las imágenes de la familia, Nora, sus hijas y nietos el día que en el Teatro Tabarís se realizó un homenaje a Guillermo y fotos, también con sus nietos y sus sobrinos, en Mar del Plata.

Sus sobrinos siguen preocupados por el accidente y el corte que le provocó, por eso la llamaban.

– Qué susto Nora. ¿Cómo estás?
– Ya estoy bien, fue un susto muy grande, podría haber sido trágico. Gracias a Dios no.

– Te lo tomaste con humor…
– Me lo he tomado con humor porque fue tan sorpresivo y tan raro.. es una bóveda a la que he ido toda mi vida, desde chica, con mi abuela, con mi padre, fue extraño.

– ¿Te habían contado que el cementerio está en mal estado de conservación?
– Me enteré después, es una vergüenza cómo está. Yo hace mucho tiempo que no venía a Mar del Plata. En este caso es la bóveda de mi familia, a simple vista no se ve el problema, pero si lo hay me tendrían que haber avisado, o al cuidador. Tiene que haber gente que controle los mármoles, el estado de las estructuras. Pero ya pasó.

– Decías que no venías hace muchos años. ¿Desde ‘Mujeres de Ceniza’?
– Sí, con Mujeres de Ceniza. Debe hacer como cuatro temporadas, había venido con Guillermo enfermo, lo trajimos en ambulancia.

– ¿Qué te decidió a volver, con Mentiras Inteligentes?
– Me gustó la propuesta. Me interesó la comedia, el argumento, lo que se cuenta. Que es muy divertida y graciosa pero tiene una vuelta de tuerca que la gente no espera en la comedia. No es lisa y llana, no es que cuando entrás sabés lo que va a pasar. Es sorpresiva.
Y me interesó volver a Mar del Plata porque es una ciudad a la que adoro y a la que le debo tantas cosas. He pasado momentos tan hermosos, tan felices, en el Hermitage, con todos los éxitos que hizo mi marido en el Provincial…

– Y Brujas…
– Brujas vio la luz acá en Mar del Plata, se estrenó acá y fueron muchos años. Yo le debo a Mar del Plata tanto… Están mis orígenes, mi familia, mis sobrinos, Alejando, Daniel y Cecilia y sus familias, mi hermana mayor Elba que falleció, tengo mucha vida acá, amigos de mi padres y me gusta transitar y recorrer lugares que yo conocía mucho, barrios de Mar del Plata, no turísticos.

– Y la posibilidad de volver fue con esta comedia que aborda cuestiones familiares, que llegan a todos…
– En este caso, estar con Fede, que tiene una familia de actores y que hace poco perdió a su padre es un conjunto de cosas que entran en la construcción de la historia.

– ¿Sentiste puntos en común con esa madre?
– Es difícil porque es ama de casa, yo nunca lo fui y no tengo hijos varones, no sé eso que se dice que tienen las mamás con los varones, de ser absorbentes, yo no lo viví. Pero lo trabajamos con la directora para crear esta mentira, en combinación con el marido -El personaje de Arnaldo André- para “ayudar” al hijo.
La mentira es el disparador, pero se van enredando en ella y de ahí empiezan a salir aristas que no saben como manejar.

Nora, en escena junto a Arnaldo André.

– Los personajes generan mucha identificación…
– Claro, la familia es así, a veces por ayudar, toma iniciativas que hacen que el remedio sea peor que la enfermedad. Pero el amor de los padres por el hijo, genera otros problemas. Los padres manejan un poco la situación.

– ¿Cómo fue esta vuelta al escenario?
– Estar arriba del escenario me sigue provocando adrenalina y felicidad. Y estamos en este complejo, compartimos camarines con los galanes -NdelaR, el elenco de Desnudos, la comedia que sube a escena en el Neptuno-. De mi marido, de Bebán, de Satur, André, luego Calvo, Darín, hoy están los chicos acá y me encanta ver cómo la historia se repite.

– Por esta temporada dejaste Incorrectas. ¿Componés, también, un personaje en el panel?
– Yo nunca había hecho nada parecido. Con Moria tenemos una muy buena relación, viajamos juntas, y cuando me propuso estar, me pareció divertido intentar hablar desde Nora. Es la primera vez que hablo sin libreto y es muy peligroso porque uno puede meter la pata. Los programas en vivo son de cuidado. Moria tiene una cintura muy especial, dice lo que se le ocurre y no la afecta, yo soy distinta. Me gusta hacerlo, me gusta el riesgo. Me dan un lugar y me siento protegida por Moria. Y sí, sí actúo. Hago un personaje de panelista. Soy auténtica hasta un punto. Me divierte mucho.