El viernes, en la primera fecha del Personal Fest, pasaron artistas como como The Virgins, The Cribs, Erica García, Natalia Lafourcade, Juanse y Babasónicos, quienes realizaron un impecable show y demostraron, una vez más, el merecido lugar que ocupan en la escena local desde hace años. Muy a tono con el evento comenzaron con “Fiesta popular”, de su disco “A propósito”, además de clásicos como “Deléctrico”, “Y qué”, “Perfume casino“ y “Putita”. Con un Adrián Dárgelos encendido, el estadio entero se sumó a la fiesta babasónica. El cierre de la jornada estuvo a cargo de la banda estadounidense de los Followill, Kings of Leon, en una prolija pero tibia presentación, donde sonaron, entre otras, "Molly´s Chambers”, “"Sex on Fire" y el reconocido “Use somebody”.

En una jornada con más de 30 grados, el sol calentó la segunda fecha que, sin dudas, fue el “plato fuerte” del festival, más allá de la ausencia de Fiona Apple.  Desde muy temprano, se presentaron en los distintos escenarios Lucas Martí (ex Tirador Láser y hermano de Emmanuel Horvilleur), Nairobi, las bandas internacionales Clap your hands and say yeah! y Little Boots, Dread Mar I, Gustavo Cordera y SOJA, grupo estadounidense de reggae que ha crecido notablemente el último tiempo.

 La llegada de Molotov, hacia las 22, hizo explotar al estadio. En un repertorio compuesto por un hit tras otro, sacudieron a los espectadores que corearon “Gimme the power”, “Here we kum”, “Voto latino”, “Más vale cholo” y “Puto”. Los mexicanos se divierten en el escenario, y eso se nota. Entre risas y chistes permanentes, además de las imágenes que acompañaron todos los temas, brindaron un combo explosivo.

Pero, sin lugar a dudas, el clímax de la calurosa noche se alcanzó con Illya Kuryaki & the Valderramas. Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, como una especie de gemelos fantásticos activados en forma de funk, pop, disco, y mucho swing, cerraron explosivamente el festival. Tras una década de haber estado separados (cada uno con sus proyectos solistas), “Chances”, su nuevo disco, es el resultado de este fabuloso reencuentro que demuestra que la química está intacta. Con una voz en off anunciando “The funk is back, motherfucker”, coparon el escenario los músicos y  diez bailarinas, y segundos después, salieron al ruedo Dante y Emmanuel con el clásico “Chaco”, de 1995. “El que no agita es Robocop, posta”, sentenció Dante y GEBA le hizo caso. Con canciones como  “Jugo”, “Latin Geisha”, “Jaguar House”, “Jennifer del Estero”y “Coolo” detonaron el estadio. También hubo lugar para “Abismo” y “Ruégame”, instalando así un instante más íntimo en medio de tanto jolgorio. Pero el momento más emotivo del show se generó con la interpretación de “Águila amarilla”, tema de su última placa dedicado a Luis Alberto Spinetta. Con versos como “Te amo porque inventaste el amor/ y es tanto tu amor que te volviste canción”, y con imágenes de Spinetta en la pantalla (hermosas fotos que abarcaban desde su infancia hasta el último tiempo) el estadio entero extrañó al Flaco.  Sin embargo la fiesta siguió, y los espectadores agradecieron cuando Molotov se subió al escenario para acompañarlos con el demoledor “Madafaka”, tema de “Chances”. En un show que tuvo todo, los temas finales fueron “Remisero” y “Abarajame”, dejando a GEBA en ebullición y demostrando que la magia de los Kuryaki está intacta.