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09-08-2010

Más de mil familias residen en el barrio Sierra de los Padres

En la última década se incrementaron las ventas de lotes y construcción de viviendas de uso permanente. Deficiencia en infraestructura y la promoción turística, reclamos de la gente.

El crecimiento poblacional en el barrio residencial Sierra de los Padres se acentuó en la última década, transformando la fisonomía de un sector con características topográficas y, fundamentalmente geográficas, distintas de la ciudad de Mar del Plata. Pensado en su momento como un sitio turístico y recreativo, con casas de fines de semana, la Sierra comenzó a cambiar su perfil característico en la medida que mucha gente optó por modificar su estilo de vida, establecer aquí su residencia permanente, huyendo de la sensación de inseguridad que le ofrece la gran ciudad, y ganando paz y una vida más armoniosa.

En el marco de este proceso, la construcción de viviendas permanentes casi no cesó -aunque resultó algo afectada por la crisis económica reciente-. Conformada en su mayoría por una clase media, preferentemente profesional, y con hijos en edad escolar, en la actualidad más de mil familias viven en forma permanente en Sierra de los Padres. Muchos marplatenses, pero también porteños, platenses y patagónicos dieron forma a esta inercia que no se detiene.

En la actualidad se calcula que hay construidas cerca de 1.800 viviendas y una población estable que oscila entre los 4.000 y 5.000 personas. Con servicios educativos a mano, centros comerciales, una unidad sanitaria, remises, autos rurales y ómnibus que conectan con Mar del Plata y espacios recreativos, Sierra de los Padres vive su propia dinámica, alejada del vértigo y los lunares que ofrece la vida en una ciudad de grandes proporciones.

Aún con sus virtudes naturales y sus carencias estructurales, los residentes no negocian la tranquilidad que les ofrece un paisaje único.

El valor de las propiedades

Una de las aristas que evidencia el creciente interés por Sierra de los Padres como lugar de residencia permanente es el valor en ascenso de las propiedades. El boom inmobiliario disparó los precios en la última década.

"Hay bastante en venta. Las operaciones crecieron un poco pero no a nivel de años anteriores, están repuntando después de la crisis. La gente quiere empezar a invertir. Aunque cuesta mucho vender casas de cierto valor para arriba, de 80 a 90 mil dólares. Estamos hablando de casas con dos dormitorios, living comedor, uno o dos baños, de 100 mts2 y un lote de 600 mts2. Después, los lotes pueden costar entre 23.000 y 40.000 dólares, dependiendo de su ubicación", señaló Elba Pezzuti, martillera del barrio.

Pezzuti admitió: "Siempre hay lotes para vender. Hace seis o siete años comprabas un lote en 3.000 dólares y vendías en 8.000. Siempre fueron más rentables como inversión los lotes. En cambio, las casas se han mantenido un poco más en su valor porque a la gente le sale más barato construir que comprar hecho. Además, lo hace a su gusto y con tiempo".

Servicios

Salvo bancos (hay sólo un cajero en la arteria principal de acceso), en el barrio hay un poco de todo, incluso comercios que ofrecen la instalación de piscinas.

Hay un jardín de infantes (N°7), una escuela primaria (N° 49) y una escuela media (la N° 13, que comparte edificio con el nivel inicial), a un costado del arco de entrada. Más de 700 alumnos concurren allí diariamente a clases.

"Lo que falta es el gas natural. Las calles están sin luz y rotas. En cuanto a la seguridad, no es tan complicado, aunque de vez en cuando se roban casas vacías. La iluminación en la vía pública no es buena. En invierno se complica, porque con la ´chancha´, la garrafa y la leña se te pueden ir 1.000 pesos por mes", señaló Ricardo Pietrocola, ferretero. "Hace dos años me vine de Mar del Plata. Es otra vida. Fijate las casas, la mayoría está sin rejas y podés dejar los chicos por ahí sin temor", ponderó.

Por su parte, Carlos González, residente desde hace 18 años, comentó: "Es cierto que las calles están rotas, la recolección de residuos es irregular y el sistema de contenedores no funcionó porque se desbordan de bolsas, nadie las retira y los animales las destrozan, pero es una vida tranquila. Igual, creció mucho en los últimos 10 años".

Para Fabián Anzaldo, que tiene una carnicería, "el problema es en invierno porque cuesta una fortuna calefaccionar la casa. Si se solucionara ese tema, está piola vivir acá porque es un paraíso. Acá nos conocemos todos y tenemos de todo. Gasto entre 800 y mil pesos para calefaccionar mi casa por mes y no es lo mismo que el gas natural, pero me vine hace 15 años buscando tranquilidad y lo conseguí".

Uno de los reclamos más recurrentes es la frecuencia del transporte urbano de pasajeros. El ómnibus entra al barrio cada una hora. "En algunos casos, hay que caminar hasta 10 cuadras para tomarlo y si lo perdiste, aguantá otra hora. El tema es que por el estado deteriorado de muchas calles, el recorrido se fue achicando en la medida que aumentó la población", comparó Oscar Acosta, vecino.

"El barrio creció mucho en los últimos años y hubo gran cantidad de inversiones, algunas de argentinos regresados de Europa. La queja principal es que el municipio no le pone mucho dinero ni interés a la Sierra", añadió este vecino.

"Creo que como lugar turístico está un poco abandonado por la Municipalidad. Sus atractivos naturales los mantiene, pero no se promueve nada. El gas es fundamental y calefaccionar un boliche o restaurant cuesta una fortuna. A los propietarios no les queda otra que cobrar más caro porque los costos son elevadísimos", señaló el oficial auxiliar Esteban Fernández, bombero voluntario del barrio.

En el apartado de la salud, la sala sanitaria ubicada en la rotonda de acceso, en El Coyunco, está siendo refaccionada y ampliada en sus servicios. Los bomberos cuentan con una ambulancia para traslados de emergencia, ya sea a la posta ubicada en Gloria de la Peregrina o directamente a Mar del Plata.

Comercios

Uno de los procesos que generó el aumento poblacional de la Sierra de los Padres y su reafirmación como sitio de interés turístico es el paulatino traslado del sector comercial ubicado en la calle de acceso -a metros del arco- hacia la zona alta, cerca de la gruta.

Durante los fines de semana, hasta 6.000 vehículos ingresan para hacer visitas turísticas y recreativas.

"En la semana es tranquilo, pero los fines de semana viene gente de todos lados. A la sierra le falta infraestructura turística, ser más conocida y difundida, porque la gente que viene se enamora de la vista al valle, de todo el lugar. Quizás faltan servicios de hotelería también", opinó Rodolfo "Cacho" Péndola, que tiene un comercio en la zona alta. "Hay gente que no quiere que entren micros, que no pase esto o aquello, pero la Sierra de los Padres no es un country ni un barrio privado; acá hay un paisaje hermoso que lo disfrutan todos. Y si te fijás, la parte comercial de (abajo), en la vía de acceso, se fue trasladando hacia la parte alta, que tiene el plus de una vista hermosa", analizó Péndola.

Lo que hay y lo que falta

El delegado municipal de Sierra de los Padres, Juan Carlos García, admitió que uno de los principales desafíos de su gestión es dotar a la población del barrio de la tan anhelada obra de gas natural. De momento, sólo llegó hasta el arco de acceso.

"Para hacer la red troncal hay dos alternativas: una, la Municipalidad lo haría mediante un crédito de 5 millones de pesos; otro, a partir de una acuerdo entre la Sociedad de Vecinos con una empresa privada. Son más o menos dos mil cuentas de gas (casas) ocupadas, de un total de 3.780 en total", enumeró el delegado.

En el apartado de la seguridad, García aceptó que la existencia de un solo acceso facilita el control. Y en cuanto a la sala sanitaria, informó que "está siendo ampliada a tres veces su capacidad, mediante una inversión de 1.140.000 pesos y para fin de año estará lista. Habrá médicos generalistas, sin internación, pero con ambulancia propia. Además, hay una posta sanitaria más amplia en servicios (con consultorios y sala de espera) en Gloria de la Peregrina, a 4 kilómetros del barrio.

Admitió García que el estado de las calles "es malo", pero explicó que el clima adverso de las recientes jornadas no permitió ejecutar los trabajos planeados. Esta situación también complica la recolección de residuos, ya que los camiones no ingresan a los sectores más dañados. "Hace poco hicimos una prueba piloto con contenedores, dio medianamente resultado y por eso la Municipalidad está tramitando la compra de 50 contenedores de plástico nuevos, con ruedas y tapa, para colocarlos en lugares donde no puede pasar un camión grande de recolección", informó.

"Hay agua corriente a través de una cooperativa, pero sabemos que hay que mejorar la luminaria pública y pensar en un futuro mediato en la construcción de una planta de tratamiento de efluentes", remarcó el delegado municipal.

Juan Carlos García comentó que en el barrio hay alrededor de 800 lotes abandonados, que no tributan tasas ni impuestos. "No se sabe quiénes son los dueños y esto complica la realización de obras", comentó.

Queja por el gas natural

"Soy moradora de Sierra de los Padres, tengo una casita, muy cerca del Peñón de Santillán o monumento al Indio.

Sé que el gas natural es un sueño que parece que nunca se hace realidad. El gas natural está en la entrada del barrio de la Sierra, pero por el momento no hay noticias de hacer entrar las redes para la conexión domiciliaria, por lo menos a los que vivimos permanentemente en este lugar", sostuvo una vecina de Sierra de los Padres a través de una carta enviada a este medio.

Ines R. Colomberotto de Siano, en alusión a la obra de gas, planteó una serie de inquietudes: "El gas envasado o la adquisición de leña son carísimos. Hace tiempo que nos prometieron la entrada del gas al barrio, pero no sé por qué se demora tanto tiempo, los inviernos, son cada vez mas crudos en esta zona y parece que somos ciudadanos de cuarta, donde la calidad de vida es una utopía".

"¿Qué es lo que pasa? -se preguntó-. Acaso no puede ser considerada una obra de interés y bien público. Estamos a 15 minutos de la ciudad de Mar del Plata. La Sierra de los Padres es una localidad publicitada como punto turístico de la ciudad, en la página web de la Municipalidad y en la de la provincia de Buenos Aires, en programas turísticos de televisión, pero la obra no la hacen, ¿qué están esperando?

Mucho asfalto en calles y avenidas ya asfaltadas, más luz en calles ya alumbradas. ¿Y la Sierra de los Padres para cuándo?".

Más adelante sostuvo que "para pedir que engrancen calles intransitables, hay que hacer cartas y de respuesta sólo se escucha que no hay plata, que hay que esperar, estamos rezagados a intereses de unos pocos y no para el bien de muchos, y vemos que los años pasan y el sueño de poder prender una estufa está cada vez más lejos. ¿Cuándo serán satisfechas las necesidades mínimas de los que pagamos los impuestos cada vez más exigentes, sin la contraprestación en los servicios, a cargo de los ejecutivos municipal y provincial?".