Cerca de 150 estancias se dedican al turismo rural
Lo hacen de manera paralela a la explotación agropecuaria. Esta vertiente turística surgió en los 90 para superar una crisis económica.
La Red Argentina de Turismo Rural (Ratur) surgió hace poco más de una década para explotar una variante poco explorada hasta entonces: sin dejar de lado la faz productiva vinculada al campo, un grupo de estancias visualizó que para salir más rápido de la crisis de los 90 era posible explotar el desarrollo turístico. Y se encontró un perfil de cliente interesado en ello -grupos de familias que buscan paz, muchos extranjeros-, que generó un suceso consolidado en el tiempo.
Hoy, Ratur cuenta con 150 estancias asociadas, asentadas a lo largo del país, pero fundamentalmente en la pampa húmeda.
Se trata de una asociación sin fines de lucro dedicada a desarrollar, fomentar y promover el turismo rural. "Esta actividad exhibe la faz productiva la historia y las bondades de nuestros campos: sus bellezas naturales, sus costumbres y su cocina, que muestran el apego de la gente a su tierra", informó Olga Martí de Oliva, secretaria de la entidad.
"También se apunta a fomentar la investigación, cuidando el medio ambiente y la esencia de los sitios desarrollados. La red, como tal, pretende generar vínculos de intercambio, con otras asociaciones del país y del exterior y con entidades municipales, provinciales, nacionales e internacionales, de carácter público o privado.
Además, se ocupa de organizar seminarios, jornadas, congresos, talleres de capacitación y cualquier otro tipo de actividad tendiente al mejoramiento de la gestión y de generar acciones para la preservación y defensa del patrimonio cultural rural", consignó.
Asunto de mujeres
"La red es hija de la crisis, ya que dio sus primeros pasos entre 1994 y 1995. En realidad, quienes le dieron vida son las mujeres, las esposas de los estancieros, que vieron en sus estancias, sus casas, la posibilidad de hacer una explotación turística sustentable, sin alterar el medio ambiente y mostrándole a la gente la esencia de la vida en el campo", manifestó Martí de Oliva.
Entonces, los productores abrieron sus establecimientos a la explotación turística sin descuidar sus actividades agropecuarias -ya que este punto es uno de los requisitos excluyentes para integrarse-. El lema "La tierra es producción" no se negocia.
Entre los beneficios de pertenecer figuran: el seguro de responsabilidad civil, la presencia en exposiciones nacionales e internacionales, convenios con empresas de transporte vehicular particular, con bodegas, con firmas de productos de confort y entidades tales como la Cámara Española de Comercio Argentina, la Cámara Portuguesa y Haciendas y Cortijos de Andalucía.
Además, Ratur brinda asesoramiento contable, jurídico y en temas relacionados a seguros y trazados de rutas entre las estancias, seminarios de capacitación, la edición de la guía de establecimientos y un portal propio en la web.
Acerca del seguro
"El seguro de responsabilidad civil de Ratur es económico y conveniente para los asociados. Incorpora el uso de la pileta, el suministro de alimentos a invitados, y la práctica de varios deportes. La cobertura también incluye cabalgatas, y paseos en volantas o sulkys dentro del predio asegurado. Aunque están excluidas la práctica de polo, actividades aéreas, ascensiones y otros deportes de elevado riesgo", se informó.
En total, cada estancia puede llegar a pagar 1.650 pesos en concepto de inscripción, cuota social mensual, seguro anual y extra por poseer espejo de agua.
